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No hay nada malo con dejar que sus hijos se ensucien mientras juegan.
No hay nada malo con dejar que sus hijos se ensucien mientras juegan.
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Suciedad es una palabra mal sonante para las mamás, pero dejar que los niños se ensucien en realidad es bueno para ellos según el informe reciente de la National Wildlife Federation (Federación Nacional para la Conservación de las Especies Silvestres de Estados Unidos), “The Dirt on Dirt: How Getting Dirty Outdoors Benefits Kids” (La suciedad de la tierra: ¿cómo ensuciarse al aire libre beneficia los niños?).

Los miedos sobre los peligros de ensuciarse (como microbios, parásitos y amebas) hacen que algunos padres no dejen a sus hijos hacer algo tan natural como salir fuera y ensuciarse.

Pero aquí tiene un secretito sucio: los niños que pasan la mayor parte de su tiempo libre en compañía de sus aparatos estériles de última generación en lugar de jugar fuera son más propensos a la obesidad, el TDAH, la falta de vitamina D y la depresión.

Un creciente número de investigadores sugieren que sobreproteger a los niños de la suciedad y los gérmenes en realidad puede inhibir su salud y resistencia física. Las actividades que más gustan a los niños, tales como hacer pasteles de barro, chapotear en los charcos y rodar cuesta abajo, en realidad son una receta mugrienta para su felicidad y su salud.

Los niveles de estrés infantil disminuyen con unos minutos de zonas verdes, según un estudio de 2004 de la Revista Estadounidense de Salud Pública (American Journal of Public Health).

Cuando los niños se exponen a gérmenes y patógenos durante la infancia, se reduce su riesgo de sufrir inflamación cardiovascular en la edad adulta, según un estudio del año 2010 de la Universidad Northwestern.

Una bacteria inofensiva contenida en la tierra produce serotonina, que aumenta la sensación de bienestar, en mayor cantidad que los antidepresivos y el ejercicio, según un estudio de la Universidad Bristol del año 2007.

Aunque las prácticas sanitarias del sentido común como lavarse las manos y utilizar un desinfectante de manos cuando no se dispone de jabón y agua no deben abandonarse, le hará un favor a sus hijos si lo anima a salir afuera y ensuciarse.

He aquí algunas ideas divertidas (y sucias) de la National Wildlife Federation para que sus hijos tengan un poco de diversión buena, saludable y sucia al aire libre:

Conviértete en un artista

Déle a su hijo un palo y una superficie de barro para dibujar sobre ella. No importa si se equivoca. Bórralo y empieza de nuevo.

Las bolas de barro pueden convertirse en muñecos de nieve fuera de estación o en esculturas abstractas. Si la obra de arte de su hijo no se pega bien, sólo tiene que añadirle más agua.  

Conviértase en un constructor 

Sus hijos pueden hacer edificios de todas las formas y tamaños usando palos para crear una estructura y pegándola con barro. Quizás una casa o una fortaleza, un castillo con un foso, o un establo para meter dentro los caballos de juguete.  

Si también les gusta la idea de crear obras públicas de gran envergadura, deje que hagan un río cavando una zanja en el barro o la tierra. Después, añada agua cuando sea necesario. No olvide construir lo más importante: una presa para proteger la ciudad.

Conviértase en un biólogo

Cuando llueva, de un paseo por el barrio para ver qué animales se cobijan y cuáles salen con la lluvia. También puede ir a ver cómo las aves descienden para bañarse en los charcos cercanos.

Esta también es una buena ocasión para observar los gusanos que salen a la superficie para respirar cuando sus madrigueras se llenan de agua. Después, alista a los niños en un Escuadrón para el Rescate de Gusanos y trasladad a la tierra los gusanos que encontréis en las aceras para que no se sequen.

Conviértase en chef

Si va a jugar en el barro, ¿por qué no hacer pasteles de barro? Si tiene algunos recipientes viejos para tartas o pasteles, ¡perfecto! De lo contrario, unos envases de plástico poco profundos también puede servirle. Una vez que las tartas estén “horneadas”, es hora de decorarlas. Anime a sus niños a rastrear el suelo en busca de piedrecitas, pétalos y hojas que se convertirán en una decoración perfecta.

Recolecta tierra, hierba, hojas, ramitas y bellotas en un recipiente grande y tendrá una abundante ensalada natural. Añade un poco de agua y se convertirá en estofado de barro.

Para consultar el informe de la SUCIEDAD y para más ideas divertidas al aire libre del movimiento Sal Fuera (Be Out There) de la National Wildlife Federation, visite www.beoutthere.org. Envíe las fotos e historias de sus hijos sucios y gane premios divertidos.