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    La instructora de baile, Carmen Domínguez, ajusta el sombrero de Joshua Navarro Rodríguez, 11, antes de su presentación con el Ballet Folklórico Sol de México en el auditorio de California Baptist University en Riverside el sábado, 13 de diciembre 2014. El niño tiene síndróme Down.

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    La instructora de baile, Carmen Domínguez, pone los toques finales al atuendo de Lucas Chumacero, 12, el sábado, 13 de diciembre 2014. Lucas fue diagnosticado con autismo y forma parte del grupo de Ballet Folklórico Sol de México, quienes tuvieron una presentación de fin de año en California Baptist University el sábado.

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    Miembros del Ballet Folklórico Sol de México tuvieron su presentación el sábado, 13 de diciembre 2014 en California Baptist University. El grupo de 60 alumnos incluye a dos niños con discapacidades.

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“Cuando los niños estaban creciendo queríamos ponerlos en actividades. Con él se nos hacía difícil porque no había muchas actividades para niños discapacitados”.

Así comenzó su testimonio Claudia Rodríguez, una madre de 38 años, originaria de Guadalajara, junto a su esposo Edgar Navarro, de 35 años quien nació en Montclair. La pareja se acaba de mudar a Moreno Valley y tienen dos hijos: Emily de 9 años y Joshua de 11 años.

En junio del 2013 inscribieron a la niña en Ballet Folclórico Sol de Mexico, que ofrece sus clases en Riverside.

“Nunca consideramos colocar a Joshua”, dijo la madre por su condición de síndrome Down, un transtorno genético que presenta unos rasgos físicos peculiares, que le dan un aspecto reconocible.

Los padres explicaron que anteriormente habían intentado inscribir a Joshua en karate y no fue una experiencia grata. El instructor sólo quizo darle clases individualmente, no en grupo.

“Pensábamos que no había oportunidades para el niño”, dijo la madre.

Pero en diciembre del 2013, de tanto ver las prácticas de su hermana Emily, Joshua ya se había memorizado muchos de los pasos de los bailables.

“Yo le decía: ‘muy bien’. Y él nos decía: ‘yo quiero bailar’”.

El padre dijo que les daba pena preguntarle a la maestra, porque sabían que iba a tener más retos en aprenderse los pasos.

“Lo que siempre me gustó de la maestra es que nunca lo miró diferente. Las expectativas son iguales que con cualquier otro niño y los otros niños lo tratan como igual”, dijo Navarro.

Algunos de sus compañeros del ballet folclórico también asisten a su misma escuela, la Primaria Adams en Riverside, y cuando lo ven allá lo saludan y hasta lo tratan con respeto.

“Desde que está en kinder he notado que le gusta esa atención”, dijo su padre.

Joshua tiene un año de estar en el Ballet Folklórico Sol de México y su bailes favoritos son de Jalisco.

El niño afirmó que lo que más le gusta de participar en el ballet folclórico son sus amigos.

“Su hermana Emily fue su inspiración. Es una felicidad para él bailar. Sale a las presentaciones con una sonrisa. Le nace bailar”, dijo la madre.

Los padres de Joshua expresaron que “cuando tienes un niño con dificultades te preguntas: ¿qué haces con esto que Dios te dio? Él es un niño feliz, y creo que tiene que ver con la familia”, comentó la mamá.

Mientras el padre completó la frase: “nunca lo hacemos menos”.

No los limiten

Carmen Domíguez es la instructora del Ballet Folklórico Sol de México.

Nacida en Riverside, de descendientes de Aguascalientes, México, y ha enseñado bailes típicos mexicanos durante 25 años.

Su clase está integrada por 60 estudiantes, quienes comienzan a los 5 años y donde no hay límites de edad.

“Me sentía mal de ver que niños con discapacidades no participan en ningún tipo de baile. Es más retador enseñarles, pero lo que creo que con frecuencia tienen la capacidad de hacer lo que ellos quieran, sólo teniéndoles paciencia y delicadeza. Tienen la capacidad de hacer cosas y los padres los limitan”, dijo Domíguez.

Ella tiene en su clase a Joshua y a Lucas, otro alumno con discapacidad fue diagnosticado con autismo, un transtorno que afecta la socialización, comunicación y reciprocidad y se evidencia en conductas repetitivas o inusuales.

“Las dos mamás que tienen a sus hijos aquí, primero buscaron el ballet folklórico para sus hermanitas y los niños estaban sentados en las clases. Cuando practicaban en sus casas ellos querían bailar, fue así que me preguntaron y les dije: por qué no… y así empezaron”, dijo Domíguez.

Domíguez mencionó que usualmente trabaja con 20 niños a la vez, incluyendo a los dos niños con discapacidades.

“A veces se frustran, pero los trabajo para que no se aburran”, dijo.

Esta maestra de baile considera que si se trata de niños, especialmente si son mexicanos, el ballet folklórico es algo de su cultura.

“Yo les explico las clases en inglés y español, para que sepan de su cultura. Por ejemplo, hablamos de por qué se baila con guarache: porque están representando a unos indios, les explico de forma que les da risa”, admitió.

Esta maestra afirmó que “yo me siento feliz al ver sus sonrisas y el convivio con otros niños normales, los hace sentir bien”.

Maravillas del baile

Lourdes Chumacero, es una maestra 49 años de Riverside, nacida aquí cuyos padres son oriundos de Coahuila. Su esposo Juan Manuel Chumacero, de 56 años es de Tijuana, pero sus padres son de Zacatecas.

Su hijo Lucas, de 12 años tiene el tipo de autismo del menos severo y su hermana Jacqueline, de 9 años, ha estado bailando en el Ballet Folklórico Sol de México desde hace cinco años, mientras que Lucas empezó a bailar hace dos años.

“Fue Carmen, la instructora de ballet folklórico, quien lo invitó a bailar. Estábamos en una práctica y ella no tenía muchos niños. Yo ya le había preguntado a Lucas si quería bailar, y me había dicho que no. Pero cuando Carmen le preguntó, le respondió que sí… él es muy coqueto”, dijo la mamá.

Al principio, Lucas no tenía muchos amigos, sólo seguía las instrucciones. Su hermanita le ayudaba en casa con sus rutinas, y la maestra le dedicaba un poquito más de tiempo, le decía: ‘quiero que practiques en casa estos pasos’.

Lucas, quien hoy día es un niño bilingüe, ha sido además clasificado como un estudiante GATE, un programa de educación para estudiantes dotados y talentosos.

“A veces Lucas me dice: ‘estoy cansado’. Y yo le digo: ‘dile a la maestra’… y él me dice que no. No la quiere defraudar”, comentó la madre.

Los bailes favoritos de Lucas también son los de Jalisco.

“Él muestra su personalidad allí, tiene su propio estilo y sazón. Lo sabe muy bien”, afirmó la madre.

Chumacero también expresó que con el ballet folklórico su hijo Lucas ha aprendido a tener más conciencia social y ha aprendido a bailar con otras niñas.

Esta madre calificó de interesante observar que desde que Joshua empezó en las clases, Lucas lo consideró inmediatamente su amigo, comentó que con los otros niños no tenía esa afinidad. Incluso dijo que lo cuida más que a su propia hermana.

“La vida de toda la familia ha cambiado dramáticamente desde que los niños empezaron con el folklórico, es increíble el tiempo que dedican estos niños a sus prácticas. A Jacqueline le encanta bailar”.

El sábado, 13 de diciembre, este grupo se pressentó en el Auditorio de California Baptist University en Riverside, en un evento denominado ‘Nuestro México Lindo’.

Si está interesado en contactar el Ballet Folklórico Sol de México, puede llamar al (951) 675-0036. Sus clases se imparten en la dirección 7203 Arlignton Ave. Suite F en Riverside.