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Familiares y activistas comunitarios del vecindario de Boyle Heights, California, protestan con pancartas, por "la política de acoso" contra "latinos pobres" que ha producido ya 6 muertes en poco más de doce meses en ese distrito por agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) de la estación "Hollenbeck" en Boyle Heights, Los Ángeles, California (EE.UU).
Familiares y activistas comunitarios del vecindario de Boyle Heights, California, protestan con pancartas, por “la política de acoso” contra “latinos pobres” que ha producido ya 6 muertes en poco más de doce meses en ese distrito por agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) de la estación “Hollenbeck” en Boyle Heights, Los Ángeles, California (EE.UU).
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Los Ángeles.-  Grupos de activistas protestaron frente a una dependencia del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) en el barrio de Boyle Heights, por “la política de acoso” contra “latinos pobres” que ha producido ya 6 muertes en poco más de doce meses.

“Seis muertos en nuestro vecindario en 12 meses, para nosotros significa que están haciendo una matanza”, dijo a Efe Marisol Márquez, portavoz del grupo Comunidad, Servicio y Organización (CSO) de Boyle Heights.

“A nivel nacional se enfocan en que la vida de los afroamericanos importan; pero los asesinatos policíacos de nuestra gente latina son más altos y queremos que paren de matarnos”, añadió.

Una docena de activistas y familiares de jóvenes muertos tras encuentros con elementos de la Policía se concentraron hoy frente a la estación Hollenbeck de LAPD, ubicada en este vecindario del este de Los Ángeles, para expresar su descontento “por las políticas de ley marcial”.

Boyle Heights cuenta con una población de cerca de 100.000 vecinos, el 94 % de los cuales son latinos de ascendencia mexicana y centroamericana.

“En Boyle Heights si la policía ve a un joven en la calle después de las 9:00 de la noche lo detienen para interrogarlo, pero no hacen lo mismo en vecindarios ricos del oeste”, criticó Márquez.

Los hispanos muertos a tiros en 2016 durante encuentros con la Policía fueron José Méndez, de 16 años, muerto el 6 de febrero; Jesse Romero (14), fallecido el 9 de agosto; Arturo Torres (28), muerto el 26 de abril; y Omar Gonzáles (36), quien perdió la vida el 29 de agosto.

En 2017, el 26 de marzo murió Fred Barragan, de 36 años, y el joven de 21 años Mark Anthony Arias falleció el 13 de abril.

“En Boyle Heights tenemos miedo de la Policía”, dijo a Efe Juan Méndez, padre de José Méndez, quien recibió 19 balazos de agentes del orden.

Los efectivos que participaron en el incidente que se cobró la vida del adolescente argumentaron que le dispararon por conducir un auto robado, no obedecer la orden de alto y apuntarles con un arma.

“Tenía 9 hijos, hoy me quedan 8, y al que tiene 21 años hoy no lo dejo ir ni a comprar leche en la noche, o tengo que aconsejarle que no ande corriendo, porque ya sabemos que estos policías de los latinos piensan lo peor y le pueden disparar”, dijo Méndez.

El padre de familia, que ha interpuesto una demanda legal contra LAPD, contó que el clima de miedo en su comunidad es doble, porque los adultos temen “que la policía mate a sus hijos en la calle” y los indocumentados tienen pánico de que las autoridades migratorias los detengan y deporten.

Carlos Montes, vocero de CSO, dijo a Efe que “en Los Ángeles el racismo es contra los latinos”, a quienes detienen “por el delito de ser pobre”.

“Yo creo que los policías necesitan recibir otro tipo de entrenamiento. Si algunos jóvenes cometen faltas deténganlos y llévenlos a la cárcel; pero no los maten”, reclamó.

Efe contactó por teléfono la oficina de prensa del LAPD, pero los voceros declinaron comentar la protesta.