El miércoles de la semana pasada un jurado del condado de Orange encontró culpable a un miembro de una pandilla, en la muerte a tiros de un hombre inocente, a quien creía haber enfrentado en una discusión sobre el mejor estado en México.
El panel de siete mujeres y cinco hombres deliberó durante dos días antes de condenar a Ricardo Guerra Rocha, de 19 años de edad, por asesinato y un cargo de terrorismo callejero, con aumentos en la sentencia por el uso de un arma de fuego. Ahora se enfrenta a una posible condena de 40 años a la vida, en su sentencia programada para el siete de septiembre por el juez del Tribunal Superior, Steven Bromberg.
A pesar de que Rocha, quien tenía 17 años en el momento del asesinato el 13 de febrero de 2011, no fue quien disparó, “el señor Rocha no estaba sólo de paseo”, dijo el vicefiscal de Distrito, Mark Geller, a los miembros del jurado en su alegato final.
El fiscal dijo que las declaraciones del acusado eran “determinantes” en su caso.
Rocha dijo a la policía que estaba “enojado” después de una discusión en un restaurante de Santa Ana, sobre cuál era el mejor estado de México, dijo Geller, y agregó que la declaración del acusado “le disparamos justo aquí, desde el lado del restaurante”, evidenciaba su culpabilidad.
El abogado defensor, Joe Heneghan, dijo que su cliente enfrenta una “carga cuesta arriba”, pero sostuvo que el homicidio no estaba relacionado con las pandillas y no era una conspiración entre Rocha y dos co-acusados, entre ellos incluido Iván Sánchez, de 23 años, que respondía al apodo de “Stoner” y fue quien disparó.
Sánchez y la hermana de Rocha, María Isabel Rocha, de 30 años de edad, otro de los acusados en el caso, también se enfrentan a cargos de asesinato. Ambos están en espera de juicio.
Geller dijo que Rocha, conocido como “Husky” en su banda, era responsable en virtud de cualquiera de las tres teorías: la complicidad, conspiración y las consecuencias naturales y probables.
Después de la discusión con un grupo desconocido de personas en el restaurante Mariscos La Ola de Santa Ana, sobre cuál de los estados de México era el mejor, Rocha y los otros acusados se fueron, pero regresaron a la escena con un arma de fuego, dijeron los fiscales.
Al momento de regresar, dijo Geller, los rivales ya se habían ido y Esteban Navarrete, de 35 años de edad, estaba en su coche con su esposa y un amigo. En ese momento, como Sánchez avanzó con la pistola, Navarrete dijo: “¡No somos los que buscas!”, dijo el fiscal.
Sánchez disparó al menos una vez a través del parabrisas y le dio a Navarrete en la cabeza, causándole la muerte, antes de huir de la escena, dijo Geller. El fiscal sostuvo que Rocha estaba de pie justo al lado de Sánchez, cuando apretó el gatillo y luego le aconsejó que se deshiciera de su ropa.
El hecho de que Rocha es un joven es triste, “pero ¿es menos triste la vida que ha tenido que enfrentar la señora Navarrete ahora”, dijo Geller a los miembros del jurado.
El jurado se dividió en un cargo de asesinato en primer grado, pero después de que Geller desestimó el número de miembros del jurado y Bromberg envió de vuelta a deliberar sobre una acusación de asesinato en segundo grado, el panel emitió un veredicto en cuestión de minutos.
