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Guillermo Ochoa tuvo atinadas atajadas para mantener en cero su arco, hasta que nada pudo hacer con el potente remate de Marco Ureña, que le dio a los ticos el empate.
Guillermo Ochoa tuvo atinadas atajadas para mantener en cero su arco, hasta que nada pudo hacer con el potente remate de Marco Ureña, que le dio a los ticos el empate.
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CIUDAD DE MÉXICO- El 1-1 entre México y Costa Rica fue consecuencia también de la actuación de los porteros Guillermo Ochoa y Keylor Navas.

El guardameta mexicano tuvo atinadas atajadas para mantener en cero su arco, hasta que nada pudo hacer con el potente remate de Marco Ureña, que le dio a los ticos el empate.

El arquero del Standard de Lieja de la Jupiler Pro League de Bélgica apareció desde el primer minuto para desviar con las uñas un disparo de Bryan Ruiz.

El costarricense tomó el balón franco en los linderos del área y sacó un remate que exigió inmediatamente a Ochoa, quien tras la atajada alzó la voz para pedir pronto concentración de los suyos.

En la siguiente jugada, como pudo, tapó un cabezazo, pues le pegó el balón en lacara, al no llegar bien a despejar en el área chica.

Tras ello, Ochoa mostró seguridad y temple en repetidas ocasiones, como al 33′, cuando le atajó un remate raso a Cristian Bolaños, o como al 75′, que voló para desviar un disparo cruzado de Ureña, quien así avisaba su hambre de ver las redes.

Pero Navas tampoco se quedó atrás. Al 31′, se estiró cuanto pudo para rechazar un disparo raso de Jonathan dos Santos, luego que dos minutos atrás había desviado un remate franco de Diego Reyes, solo tras un tiro de esquina.

Además, al 65′, puso las manos para tapar el potente disparo de Jesús Manuel Corona, quien llegó solo frente al arco.

Eso sí, los dos porteros mostraron liderazgo tanto para motivar a los suyos como para exigir reacción, por lo que dejaron claro que México y Costa Rica están bien cubiertos bajo los tres postes.