Salvador Santana sigue firmemente las huellas de su padre, el legendario guitarrista Carlos Santana, pero de manera distinta; es un mundo donde lo tradicional del jazz, blues, salsa, rock and roll, se une con lo urbano de reggae y hip-hop para crear una obra maestra.
Su música no se limita o se clasifica, sus letras simplemente se dejan llevar por ritmos y sentimientos, quienes dictan el destino de cada melodía. Por eso su música no tiene nombre, no pertenece a un género musical, es una mezcla de todo lo que cruza en su camino.
“Desde pequeño crecí escuchando tanta música que mi padre tocaba en casa”, dijo Salvador en entrevista con La Prensa.
Salvador, de 29 años, iniciará su gira 2013 el próximo 14 de febrero en el centro nocturno M15, ubicado en el 9022 Pulsar Court de la ciudad de Corona, donde con su banda tocarán canciones inéditas que formarán parte de su próxima producción discográfica.
“Cuando me presento con mi banda, nos esforzamos mucho por tocar lo mejor posible. Me siento muy afortunado de tener a grandes músicos en mi banda. El año pasado nos presentamos en muchos lugares y este año estamos listos para recorrer más”, dijo Salvador.
Su gira recorrerá Los Ángeles presentándose el viernes 15 de febrero en el Hotel Café, ubicado en el 1623 Cahuenga Blvd., y el sábado 16, en el 1310 Morena Blvd., de la ciudad de San Diego. Otras ciudades que forman su recorrido son: Santa Cruz, San Francisco, Sacramento, Portland, Seattle y Denver.
Él no es guitarrista, sino teclista y cantautor que descubrió la música a sus 6 años. A esa edad ya tocaba las teclas de un piano, las cuales lo llevarían años más tarde a ser todo un experto en este instrumento musical.
Creciendo alrededor de la música de su padre y de la poesía de su madre, la poeta y activista Débora Santana, para Salvador fue casi imposible no absorber el gusto por la música y la poesía; estos elementos fundamentales en sus canciones que transmiten fuertes mensajes como “Into the Light”, un tema de esperanza, de protesta en contra de la guerra y de desesperación por un mundo mejor.
El video musical del mismo tema refleja una mezcla de emociones: desde un niño que observa las historias diarias de una ciudad, mientras que otras imágenes critican la guerra en Irak, la delincuencia en las calles, todas las historias en busca de esperanza, de armonía y tranquilidad.
“Esta canción no está en contra de los soldados. Yo apoyo a los soldados que dan su vida por el país, yo he perdido amigos en la guerra. Ellos regresan con cicatrices, dejan todo por defender al país. No estoy en contra de ellos, estoy en contra de las guerras”, expresó.
Aunque Salvador escribe primero la música y después la letra, su fuente de inspiración proviene de muchas ideas, desde la política, temas sociales, la injusticia, el romanticismo y hasta sentimientos personales, como el tema urbano “Mi Tesoro”, dedicado a su abuela paterna, Josefina, que lo llamaba “Mi Tesoro” cuando él era niño.
Salvador no domina el español, pero ese no le impide incorporar el lenguaje de su padre Carlos Santana, oriundo de Jalisco, en sus canciones.
Nacido en la Bahía de San Francisco, para Salvador, la música es sinónimo de alegría. “Yo hago música porque me hace feliz, y espero que también haga feliz a quien escucha mis canciones”.
Los consejos de su padre siempre han sido sabios, resalta.
“Mi padre siempre me dice que no importa lo que uno decide hacer en la vida, siempre y cuando te haga feliz, que siempre hiciera el mayor esfuerzo en eso que quisiera hacer. Y para mí, la música es mi pasión, mi mayor esfuerzo. Es mi vida”.
Para la lista completa de sus conciertos y fechas visite www.salvadorsantana.com, o síguelo en Twitter@salvadorsantana.
