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La paquistaní Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz en 2014.
La paquistaní Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz en 2014.
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Naciones Unidas.- La paquistaní Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz en 2014, hizo un llamamiento a las niñas y jóvenes de todo el mundo a hacerse oír e impulsar los cambios que quieren ver en sus sociedades.

“Animo a todas las chicas a levantarse y a creer en sí mismas. Si no se levantan, el cambio no llegará”, dijo la activista, quien fue oficialmente nombrada mensajera de la paz de la ONU, un puesto desde el que trabajará por el derecho de las niñas a la educación.

En el acto, Malala insistió en que la juventud debe ser consciente de su poder y ponerse manos a la obra inmediatamente.

“No hace falta crecer para lograr el cambio en tu comunidad. Puedes hacerlo ahora mismo”, defendió la joven paquistaní, quien se convirtió en un icono tras ser tiroteada en 2012 por talibanes por acudir a la escuela y defender la escolarización de las niñas.

Desde entonces, Malala ha impulsado campañas en defensa de ese derecho, sobre todo en zonas de conflicto, un activismo que le valió el premio Nobel de la Paz en 2014, a la edad de 17 años.

Insistió en ese mensaje que ha llevado en otras ocasiones a la sede de Naciones Unidas: “la educación es un derecho humano básico de todos los niños y no se les puede negar”.

El secretario general de la ONU, António Guterres, fue el encargado de nombrar a la joven como nueve mensajera de la paz de la organización y la calificó como “un símbolo de una de las causas más importantes en el mundo”.

“No solo eres una heroína, sino una persona muy comprometida y generosa”, le dijo Guterres, quien destacó el “ejemplo” que Malala supone para jóvenes en todo el mundo.

Los dos respondieron a continuación a varias preguntas de jóvenes presentes en el acto, un coloquio en el que Malala explicó que, tras sobrevivir al tiroteo de los talibanes, decidió dedicar esta “segunda vida” a promover la educación.

La joven se definió además como feminista y confió en que más y más mujeres y hombres trabajen por la igualdad de género, al tiempo que expresó su decepción por la imagen que en muchas ocasiones se da del islam.

“El verdadero mensaje del islam es la paz”, subrayó, defendiendo también a su país, Pakistán.

“Quiero que la gente sepa que yo represento a Pakistán, no los extremistas, no los terroristas. Ellos no son Pakistán. Somos chicas como yo, que creemos en la educación y que somos musulmanas y estamos orgullosas de nuestra religión”, dijo.