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GoDaddy, una de las grandes compañías del sector y que hasta este fin de semana alojaba la página, dio el domingo 24 horas a The Daily Stormer para encontrar otro proveedor al considerar que había violado sus normas de uso.
GoDaddy, una de las grandes compañías del sector y que hasta este fin de semana alojaba la página, dio el domingo 24 horas a The Daily Stormer para encontrar otro proveedor al considerar que había violado sus normas de uso.
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Nueva York.- The Daily Stormer, una de las webs más conocidas del movimiento neonazi, quedó sin servicio después de que varias empresas dedicadas a alojar dominios en internet la vetaran en respuesta a los incidentes registrados en Charlottesville (Virginia).

GoDaddy, una de las grandes compañías del sector y que hasta este fin de semana alojaba la página, dio el domingo 24 horas a The Daily Stormer para encontrar otro proveedor al considerar que había violado sus normas de uso.

La decisión llegó tras numerosas peticiones a la empresa, sobre todo después de que la web publicara un artículo atacando a Heather Heyer, la mujer que murió el sábado en Charlottesville al ser arrollada por el vehículo de un joven que participaba en la concentración supremacista.

Los responsables de The Daily Stormer, que ayudó a promover la reunión en esa localidad de Virginia, respondieron alojando su dominio a través de Google, que no tardó en cancelarlo.

Lo mismo han hecho en las últimas horas otros proveedores en los que la web neonazi ha tratado de instalar su contenido y este martes era imposible acceder al dominio de la página.

Según el medio especializado Motherboard, ante esa situación los administradores de The Daily Stormer estarían trasladando su publicación a la internet profunda, que incluye sitios de más difícil acceso y que habitualmente no aparecen en los motores de búsqueda.

El veto a la web por parte de los proveedores de servicios de internet llega en medio de promesas por parte de esas compañías para tratar de frenar la difusión de contenidos de odio y violentos.

Desde foros de la nueva derecha, mientras, se acusa a algunas de estas compañías de tratar de silenciar sus opiniones, sobre todo entre sus empleados.

Google se ha visto recientemente en el centro de esa polémica, tras despedir a un ingeniero que escribió un memorando que criticaba los esfuerzos del gigante tecnológico para avanzar hacia la paridad de género y que atribuía a diferencias “biológicas” la menor presencia de mujeres en el sector tecnológico.

El autor, James Damore, defendía en su escrito que la compañía debería en su lugar fomentar la diversidad “ideológica” y ser más abierta a las ideas conservadoras.

Grupos de la llamada “alt-right” han convocado para el próximo sábado protestas ante las sedes de Google en varias ciudades, incluida su central en la localidad californiana de Mountain View.