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  • Concepción Miranda, 70, es una de las decenas de personas...

    Concepción Miranda, 70, es una de las decenas de personas que recibieron ropa y comida en la Iglesia Calvary en Fontana, el martes, 11 de diciembre 2012.

  • Rosa Sánchez, 44, también asistió a la Iglesia Calvary en...

    Rosa Sánchez, 44, también asistió a la Iglesia Calvary en Fontana, el martes, 11 de diciembre 2012, para recibir ropa y alimentos.

  • Cada semana la iglesia reparte entre 100 y 150 platillos...

    Cada semana la iglesia reparte entre 100 y 150 platillos de comida a personas necesitadaS. La necesidad impera en la región, pese a los esfuerzos de las autoridades, aseguran líderes religiosos.

  • Cada semana la Iglesia Calvary en Fontana ofrece varios servicios,...

    Cada semana la Iglesia Calvary en Fontana ofrece varios servicios, incluyendo cortes de pelo para los necesitados, como se ve en esta foto del 11 de diciembre 2012.

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Concepción Miranda llegó indocumentada a los Estados Unidos de su natal Iguala, en el estado de Guerrero, México, hace 13 años.

Desde entonces ha vivido en carne propia los estragos de la economía y un sistema que margina. Jubilado y sin ingresos mensuales seguros, Miranda vive de la poca ayuda que recibe de su nieta.

Por eso cientos de personas como Miranda buscan los programas de ayuda que la Iglesia Calvary de Fontana ha diseñado, todo con la asistencia caritativa de residentes comunes. La iglesia sirve platillos de comida fresca todos los martes en el salón principal del Club de Mujeres en Fontana, reparte pan y despensas, ofrece cortes de pelo gratis y duchas donde los indigentes pueden asearse. Además, da chamarras y ropa de invierno para minimizar los estragos del frío que se avecina.

“No tengo nada. No tengo dinero para comprar comida, ni ropa, ni calzado. No tengo dinero para ir al doctor. Es más, ni papeles tengo. Por eso no tengo ayuda del gobierno”, comentó Miranda, ya de 70 años. Para mí las navidades son muy tristes”.

Rosa Sánchez, de 44 años, vive una similar situación. La oriunda de Mazatlán, Sinaloa, México, desempeña varias laboras con tal de reunir los $300 que paga por renta de un cuarto en una casa de Fontana. A pesar de que Sánchez cuenta con documentos que le permiten entrar y salir del país, su situación no es del todo mejor debido a la escasez de empleo.

Sánchez dijo que no tiene hijos, pero aún así no tendrá dinero ni para visitar a su familia en México.

“Ahora que se avecina la Navidad duele mucho no tener para enviarle a los familiares. Pero estamos vivos y tenemos a Dios de nuestro lado. Con Dios todo se puede”.

Para minimizar el dolor creado por la falta de recursos que acompañan no sólo a Miranda y Sánchez, sino a decenas de miles de personas radicadas en la región de Inland Empire, la Iglesia Calgary, dirigida por el Pastor Daniel Vásquez, intenta dar un poco de alivio.

“A pesar de todo lo que el gobierno dice estar haciendo nosotros no vemos mejoría en la situación de la gente”, dijo Vásquez. Si no lo hacemos nosotros mismos, los residentes comunes, ¿quién lo hará?”, dijo Vásquez. “La necesidad es mucha … La gente que sale de prisiones no puede conseguir empleo, ni vivienda y terminan en las calles. La gente desempleada no puede pagar las rentas y muchos terminan en las calles. La situación es real, no es ficticia”.

La ciudad de Fontana está ubicada en una región que según reportes estatales registró un índice de desempleo menor en octubre de este año comparado con octubre de 2010. Según el Departamento de Desarrollo de Empleo (EDD por sus siglas en inglés), la región conformada por los condados de San Bernardino y Riverside registró un índice de desempleo de 11.6 por ciento en octubre de este año comparado con 13.2 en octubre de 2010.

EDD añadió que la región creó 8,800 empleos en noviembre pasado, en comparación a 7,300 empleos creados en noviembre de 2011. Aún así, la región necesita 124,200 empleos para poder satisfacer la demanda laboral, dijo EDD.

Aunado a la situación económica están los problemas emocionales, mismos que exacerban la situación, añadió Vásquez. La iglesia intenta atacar los problemas pero la necesidad supera los esfuerzos. En realidad, según cifras del Condado de San Bernardino, en 2011 se registró un total de 2,876 personas sin hogar, de los cuales la mayoría sufre de algún trastorno mental o emocional.

Vásquez dijo que con más ayuda podrían aumentar los servicios y la cantidad de alimentos disponibles para la comunidad.

Antes de sentarse a disfrutar su plato de comida caliente, Miranda escogió de entre la ropa algunas prendas. Pacientemente se probó prenda por prenda hasta quedar satisfecho. Su moral cambió de inmediato. El hombre que entró al salón cabizbajo salió del mismo con la frente en alto a sabiendas que no está solo, que existen personas dispuestas a trabajar para que personas como el tengan una calidad de vida digna y merecida.

“Creo que voy a regresar. La comida estuvo buenísima, hasta pude repetir”, indicó Miranda con una sonrisa.

Por su parte, Sánchez, quien acude a la iglesia regularmente, se fue a casa con un suéter color lila que piensa usar el domingo durante el servicio religioso en donde le dará gracias a Dios por todas las bondades recibidas.

“Te das cuenta que no estás solo, que hay otra gente en peor situación que uno mismo. Y también te das cuenta de que la bondad todavía existe en la gente. Yo le doy gracias a Dios primero por estar viva y segundo por poner en mi camino a tanta gente buena”, comentó Sánchez.

La iglesia está ubicada en 16689 de la Avenida Foothill en Fontana, mientras que el Club de Mujeres en donde se hace la repartición de comida y ropa está localizado en los cruzamientos de la calle Sierra y Seville, en Fontana.

Para más información, comuníquese al (909) 320-7350.