Enfrentando un aumento de costos en el proyecto de renovación del Santuario Catedral de Cristo, la Diócesis Católica Romana de Orange ha tomado pasos para controlar los gastos de construcción del proyecto y agilizar las operaciones en el extenso complejo, según comentaron funcionarios de la iglesia esta semana.
La Diócesis compró el complejo de 34 acres, por 57 millones de dólares en el 2012 después que su antiguo propietario, el Ministerio de la Catedral de Cristal del reverendo Robert H. Schuller, se declarara en quiebra.
Desde la adquisición de la propiedad, sin embargo, la Diócesis ha sufrido dolores de expansión – incluyendo el gasto de millones de dólares para reparar y renovar edificios existentes en la propiedad, manejar el aumento en los costos de operación, y labores de renovación del icónico edificio del Condado de Orange que atrae a visitantes de todo el mundo.
Algunos han sugerido que el obispo, Kevin Vann preste fondos de programas parroquiales locales, escuelas y fondos de jubilación de sacerdotes para construir la catedral. Pero esa propuesta de reasignación de fondos creó preocupación entre las familias católicas del Condado de Orange, quienes colectivamente han contribuido con decenas de millones de dólares en la inmensa campaña de recaudación de fondos para beneficio de la Diócesis.
“A pesar de los deseos de algunas personas de contar con una catedral brillante y casi nueva para rezar, tan pronto como sea posible y con una mentalidad de llevarlo a cabo “sin importar el costo”, esas mismas personas ahora están descubriendo que la mayoría de la gente (como tú y yo acá en las trincheras) estaríamos bien con menos… Especialmente si ayuda a mantener todo bajo presupuesto”, comentó el padre Fred Bailey, sacerdote de la Iglesia Santa Clara de Asís, en Yorba Linda.
Funcionarios de la Diócesis dijeron haber alterado el curso en meses recientes, después de inicialmente subestimar el costo de renovar la catedral en más de 40 millones de dólares. Durante los últimos meses, bajo la dirección de Vann, han tomado medidas de reducción de costos para tener una mejor perspectiva financiera.
El obispo también creó una fuerza laboral de construcción, en julio para poner a los costos de la renovación bajo control y reducir los costos del proyecto de 108 millones de dólares a 72 millones de dólares, según funcionarios de la Diócesis.
“No es común que las catedrales sean compradas de una entidad en quiebra”, comentó el portavoz de la Diócesis, Ryan Lilyengren. “La oportunidad providencial y sin precedentes requirió que un esfuerzo de fondos fuera lanzado antes que la debida diligencia y planificación con respecto a la renovación y construcción pudieran ser finalizadas”.
Recaudación de fondos sin precedentes
Para ayudar a pagar por la renovación del santuario, la Fundación Católica de Orange lanzó a finales del 2012 un esfuerzo de recaudación de fondos sin precedentes: La “Campaña Capital para Cristo Siempre”.
En un condado con cerca de 1.3 millones de católicos, 24,000 familias participaron en la campaña, comentó Cindy Bobruk, directora ejecutiva de la fundación. La donación más pequeña fue de 100 dólares, y la más grande de 20 millones de dólares, dijo.
Los católicos del condado han donado 110 millones de dólares de los cuales 59 millones de dólares serán destinados a la renovación, comentó.
Los fondos restantes ya han sido comprometidos a una serie de otros proyectos como varios fondos de operaciones, apoyo de matrícula para estudiantes en escuelas católicas del condado, fondos para mejorar la tecnología en las escuelas, caridades católicas, fondos de jubilación para sacerdotes y varios ministerios de ayuda al prójimo, según Bobruk.
“Tenemos una obligación legal de no tocar los fondos asignados a otros programas”, dijo.
En julio, estimaciones para renovar el santuario de vidrio fueron de 108 millones de dólares – cerca de 50 millones de dólares más que los fondos recaudados por el proyecto de la Fundación Católica de Orange.
La discrepancia ocurrió porque funcionarios de la diócesis no llevaron a cabo estudios para determinar cuánto dinero debían recaudar. La Fundación Católica de Orange había basado su esfuerzo de recaudación de fondos en un estudio del 2012 sobre la cantidad de dinero que debería recaudar, y no sobre la cantidad de dinero requerida para la renovación.
Vann tomó medidas en julio, designando a un equipo de trabajo para reducir significativamente el proyecto y poner un techo de 72 millones de dólares en el presupuesto final. Él también designó a otro equipo de trabajo para reducir los costos de operaciones de la dirección del complejo. La Diócesis aún se encuentra 13 millones de dólares por debajo del presupuesto final para un proyecto que espera finalizar para el otoño del 2018.
Reducción de costos
El desafío más grande del proyecto de renovación ha sido “mantener el espíritu” de la icónica estructura mientras que también se reducen los costos, según Richard Heim, asesor especial voluntario que ha supervisado al proyecto.
El cambio de diseño, que ha ayudado a reducir el costo, es la decisión de “mantener los huesos del edificio intactos”, dijo.
Esta es una catedral de cristal construida sobre una zona sísmica”, comentó. “Ciertamente es fuerte y bien realizada”.
También, en lugar de comprar piedras para su interior de una cantera en Italia, los funcionarios optaron por usar piedras que cuestan de un 30 a 40 por ciento menos y que pueden producir el mismo efecto estético y durabilidad.
Igualmente, en lugar de un altar de mármol sólido, optaron por uno de chapa de mármol.
Aun así hay varios artículos de alto precio que permanecen en la lista, comentó Heim. Como parte de la renovación, la catedral de 78,000 pies cuadrados será climatizada completamente. Los trabajadores están reinstalando 10,000 paneles de vidrio sobre el santuario, lo cual cuesta un poco más de 4 millones de dólares.
“Esto es extremadamente importante porque necesitamos asegurar todo el vidrio antes de poner millones de dólares de trabajo en la estructura”, comentó Heim, quien encabeza a la división de California de Clark Construcción.
Otros gastos importantes incluyen paneles de metal para el techo que controlarán el nivel de luz que ingresa al edificio, accesorios de iluminación y equipo audiovisual, dijo.
Aunque no es parte de los costos de construcción, el órgano Hazel Wright ha sido reparado en Italia por un costo de 2 millones de dólares y se encuentra en un barco camino de vuelta al Condado de Orange. El órgano será almacenado hasta que la catedral sea renovada.
El diseño completo de renovación se espera sea finalizado para septiembre.
Dirigiendo a un gran complejo
Con 34 acres, el complejo de la Catedral de Cristo es mucho más grande que el complejo de 15 acres de Marywood en Orange, donde la Diócesis operó durante décadas.
“Creo que estos cambios sustanciales a los planes de construcción y operaciones del complejo eran necesarios para asegurar que muchos diversos y esenciales ministerios de nuestra diócesis fueran mantenidos y bien financiados, mientras continuamos transformando nuestra nueva catedral”, dijo Vann en un correo electrónico.
Cuando la Diócesis tomó posesión del complejo, los edificios carecían de mantenimiento y necesitaban reparaciones, según el sacerdote Christopher Smith, rector y vicario episcopal.
El primer paso fue reparar el Arboretum y dejarlo listo para los feligreses de San Calixto, quienes se mudaron a la Catedral de Cristo desde su iglesia en Garden Grove.
El Arboretum tuvo que ser actualizado y climatizado, e incluso los muros y vidrios tuvieron que ser reemplazados, costándole a la Diócesis cerca de 7 millones de dólares, según Smith.
Además, millones fueron gastados para renovar las oficinas en el Edificio de la Torre de Esperanza y la escuela, la Academia de la Catedral de Cristo, agregó.
Ahora, en cualquier domingo dado, cerca de 11,000 personas asisten a servicios religiosos en el Arboretum en inglés, español, vietnamita y chino.
Parroquias locales preocupadas
El costo creciente de la renovación de la catedral ha generado preocupación alrededor de la Diócesis, la cual es hogar de cerca de 62 parroquias individuales o iglesias más pequeñas en los vecindarios.
“La parroquia local es donde la vida católica se desarrolla”, dijo Bailey, quien es miembro del nuevo consejo que supervisa el proyecto de renovación. “Es donde las bodas, bautizos y funerales toman lugar”.
Bailey ha dicho que no quiere ver que los esfuerzos de renovación tomen precedencia a las necesidades de parroquias y programas locales.
Su congregación “reaccionó con sorpresa y consternación” al escuchar sobre la subestimación de los fondos necesarios, la renovación que estaba fuera de control y de cómo el obispo tuvo que negar solicitudes de préstamos a las arcas de parroquias individuales y de los fondos de pensión y jubilación de sacerdotes.
Bailey añadió que se siente consolado por el liderazgo y los esfuerzos de Vann para controlar los costos.
“Poco a poco lo están poniendo bajo control”, dijo. “Y esas son buenas noticias”.
