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CIUDAD DE MEXICO.- De pasar de la retórica a la realidad, la amenaza del aspirante republicano Donald Trump de bloquear el envío de remesas de los mexicanos sería un golpe para la economía de México y sobre todo para millones de personas cuya subsistencia depende de ese ingreso.

Las remesas, que en 2015 sumaron 24.771 millones de dólares y superaron por primera vez a los ingresos por exportaciones petroleras de México, representan más del 2% del producto interno bruto del país y evita que familias caigan en la pobreza.

“De llegarse a dar, de que va a tener un impacto sobre la economía mexicana es definitivo”, dijo a The Associated Press Alfredo Coutiño, director para América Latina de la consultoría Moody’s Analytics. Tendría “un efecto muy importante sobre México, porque las remesas van directamente a familias de bajos ingresos cuya propensión a consumir es muy alta”.

Cerca de 11 millones de mexicanos viven en Estados Unidos, desde donde se envían prácticamente la totalidad de remesas. Cada mes, familias en prácticamente todo México recibe las transferencias y las usan para comprar comida y ropa, enviar a sus hijos a la escuela, construir una vivienda o adquirir una nueva televisión, lo que a su vez incentiva la producción de bienes y en general a la economía del país.

Coutiño refirió que las remesas representan un 2,5% del PIB en México, la segunda mayor economía en Latinoamérica, y alrededor del 3,8% del consumo privado en el país.

“El efecto importante de la medida de confiscación de Trump iría directamente al consumo y afectaría prácticamente a las familias que reciben estos ingresos y que son las que han empezado a construir casas nuevas, casas de concreto, a tener televisores de pantalla plana, a tener celulares, etc, etc, en los pueblos más remotos del país”, dijo.

El propio banco central mexicano ha considerado que las remesas han contribuido a que no aumente la pobreza en el país.

En un memorando divulgado el martes, Trump señaló que modificaría una cláusula de la ley antiterrorista Patriot Act para detener las remesas de dinero a México y que sólo dejaría de hacerlo si México efectuara “un pago único de 5.000 a 10.000 millones de dólares” para financiar el muro en la frontera común.

Gente común, migrantes y organizaciones en México y Estados Unidos criticaron el planteamiento del republicano y advirtieron que eso dañaría a millones de familias.