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DENVER.- Un inmigrante mexicano que vivió en el sótano de una iglesia en Denver durante nueve meses para evitar la deportación salió el martes porque, dijo, los agentes de inmigración le aseguraron que su deportación ha dejado de ser prioritaria.

En octubre, Arturo Hernández García pidió refugiarse en la Sociedad Unitaria.

Según el diario Denver Post, Hernández dijo que los agentes de inmigración le informaron por carta de su decisión.

Él y su familia entraron a Estados Unidos con visa de turista en 1999 y se quedaron cuando obtuvo empleo como contratista.

Hernández dijo que tuvo un enfrentamiento con otro contratista cuando estaba colocando tejas. Lo arrestaron y resultó absuelto en un juicio. La orden de deportación llegó después de su arresto y se ordenó su expulsión hacia fines del año pasado.