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El número de estados con leyes que permiten el consumo de marihuana subraya un cambio cultural nacional hacia una mayor aceptación de la droga, a pesar de la prohibición federal existente y pruebas limitadas sobre los impactos de la legalización en la salud pública.
El número de estados con leyes que permiten el consumo de marihuana subraya un cambio cultural nacional hacia una mayor aceptación de la droga, a pesar de la prohibición federal existente y pruebas limitadas sobre los impactos de la legalización en la salud pública.
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Hace veinte años, California se convirtió en el primer estado en la nación en aprobar el uso de la marihuana con fines médicos.

El martes 8 de noviembre, los californianos votaron para legalizar su uso recreativo, un movimiento que espera reducir los arrestos por drogas, recaudar hasta mil millones en nuevos dólares de impuestos para el estado y regular una industria en crecimiento que en gran medida se había dejado sin control.

California fue uno de los cuatro estados que aprobó la marihuana recreativa el martes, junto con Nevada, Maine y Massachusetts. Cuatro estados más – Montana, Florida, Arkansas y Dakota del Norte – votaron para permitir el uso de la marihuana con fines médicos.

El número de estados con leyes que permiten el consumo de marihuana subraya un cambio cultural nacional hacia una mayor aceptación de la droga, a pesar de la prohibición federal existente y pruebas limitadas sobre los impactos de la legalización en la salud pública.

“Cada vez más estados van a estar aprobándola”, dijo Kevin P. Hill, profesor asistente de psiquiatría en la Harvard School of Medicine. “No es un tema que va a desaparecer… Pero realmente necesitamos abordarlo de manera que resulte en una buena política”.

El mes pasado, una encuesta de Gallup mostró que el 60 por ciento de los estadounidenses cree que la marihuana debe ser legalizada, en comparación con el 31 por ciento en el 2000.

El consumo de marihuana también ha aumentado constantemente durante la última década, con más de 22 millones de estadounidenses informando que la habían utilizado durante el mes anterior, de acuerdo con el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas. Es la droga ilícita más comúnmente usada en los Estados Unidos, y muchos estadounidenses no creen que sea perjudicial, según la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de los Estados Unidos.

“No hay duda de que la mayoría de los estadounidenses ahora piensan que la prohibición de la marihuana ya no tiene sentido”, dijo Ethan Nadelmann, director ejecutivo de Drug Policy Alliance, que promueve iniciativas de legalización en todo el país.

Nadelmann predijo que los votos en California y en otros lugares podrían acelerar el impulso para acabar con la prohibición de la marihuana en el ámbito federal, siempre y cuando la administración entrante bajo Donald Trump no desafíe las leyes estatales.

Los opositores de la legalización, incluyendo a Kevin Sabet, profesor auxiliar de psiquiatría en la universidad de la Florida, han dicho que la industria de la marihuana está beneficiándose de la adicción. Sabet dijo el miércoles 9 de noviembre que su organización, Smart Approaches to Marijuana, exploraría opciones legales contra la industria. Los opositores a la legalización también han recaudado dinero para un proyecto para responsabilizar a la industria y capacitar a las ciudades para prohibir las tiendas y los sitios de cultivo.

Con la aprobación de las nuevas iniciativas de votación, ahora hay siete estados, junto con Washington, D.C., que permiten el uso recreativo de la marihuana. Colorado, Washington, Oregon y Alaska ya la habían permitido antes de las elecciones del martes.

Beau Kilmer, investigador de política en la RAND Corporation, en Santa Mónica, dijo que los estados están aprovechando la decisión del gobierno de Obama de no hacer cumplir la prohibición federal donde está en conflicto con las leyes locales o estatales. El gobierno federal ha dicho que generalmente no desafiaría las leyes estatales y locales, y no procesaría a las empresas de marihuana siguiendo esas leyes.

“Tienes una administración que está dispuesta a tolerar estos experimentos a nivel estatal, aunque es ilegal a nivel federal”, dijo Kilmer.

Trump ha indicado algo de apoyo para el uso médico de la marihuana, pero no ha dejado claro lo que piensa de los estados que la aprueban para uso recreativo.

La iniciativa de California, conocida como Propuesta 64, permite a adultos mayores de 21 años cultivar, comprar y poseer pequeñas cantidades de marihuana para uso personal. La iniciativa también regula los negocios de marihuana recreativa e impone impuestos, lo que ayudará a pagar por los programas de educación y prevención de drogas. Y la medida permite a personas que estén cumpliendo condenas vinculadas a la marihuana solicitar que se reduzcan sus penas.

La nueva ley incluye algunas restricciones, además del límite de edad. Prohíbe el uso de marihuana en público y conducir drogado, aunque los opositores a la medida indicaron que aún no existe una prueba fiable para medir la marihuana en un DUI. Los residentes de California pueden comenzar a cultivar hasta seis plantas de inmediato, pero no se espera que el estado comience a licenciar las empresas recreativas de marihuana por más de un año.

Los partidarios de la Proposición 64 argumentaron que la ley crearía un sistema seguro y legal para que los adultos usen marihuana mientras todavía se protege a los jóvenes. Los críticos sostuvieron que la legalización de la marihuana podría aumentar los accidentes de tránsito, ampliar el mercado negro y llevar a difundir ampliamente anuncios que promuevan fumarla en la televisión.

California se considera un eje en la lucha por la legalización en todo el país, en parte debido a su gran población, dijo Nadelmann de la Drug Policy Alliance. El hecho de que los votantes de California la aprobaran es “realmente monumental”, dijo. “California es un innovador de la política nacional y líder en el país”.

Dijo que la medida de California es diferente a cualquier otra, porque integra la reforma de las sentencias, la justicia social, la protección de la juventud, la asignación de los ingresos fiscales y la salud pública. “Se espera que sea un modelo para los demás en todo el país”, dijo.

No se espera que la aprobación de la Proposición 64 incremente el uso de la marihuana dramáticamente. El consumo de cannabis ya está ampliamente difundido y las reglas que gobiernan el uso de la marihuana medicinal han sido laxas, dijo John Hudak, becario del Brookings Institution.

“Debido a que el uso de la marihuana es tan omnipresente para aquéllos que quieren usarla regularmente, no puedo imaginar que la Proposición 64 realmente cambie eso”, dijo Hudak. “Quien quisiera acceder a la marihuana a través de un mercado legal [antes de que la medida se aprobara] … podía hacerlo”.

Mike Bertolina, de 39 años, quien vive en Los Ángeles, recibió una tarjeta de marihuana medicinal hace aproximadamente un año y medio. Dijo que el proceso era fácil y parecía un poco como “una broma”.

“El doctor tenía una pila de certificados en su escritorio”, dijo Bertolina. “Básicamente lo marcó y dijo: ‘Aquí tienes'”. Bertolina dijo que usa la marihuana principalmente para aliviar dolores y molestias.

Dijo que votó por la Proposición 64 porque cree en la despenalización de la marihuana y en los ingresos fiscales que traerá al estado.

Funcionarios y expertos en salud pública planean monitorear y estudiar el impacto de la nueva ley estatal, prestando atención al consumo juvenil, la seguridad vial y la adicción.

Hasta ahora, muchos de los temores de salud pública y seguridad no se han materializado en lugares en donde la marihuana recreativa es legal, dijo Hill, profesor de la Harvard School of Medicine, y autor del libro “Marijuana: The Unbiased Truth About the World’s Most Popular Weed”. Agregó que “mucha gente predijo escenarios apocalípticos que realmente no han ocurrido”. Por ejemplo, no hubo un aumento estadísticamente significativo en el consumo por parte de adolescentes en Colorado después de que el estado legalizara la marihuana, dijo Hill.

Ha habido un pequeño aumento en las visitas de niños a las salas de emergencias, dijo, pero el estado se ocupó de eso cambiando el etiquetado y el empaquetado para desalentar el consumo accidental.

Conducir drogado sigue siendo una preocupación para muchas personas, a medida que más estados aprueban leyes sobre la marihuana recreativa. Un informe de la AAA Foundation for Traffic Safety descubrió a principios de este año que los accidentes fatales entre los conductores que recientemente habían consumido marihuana se duplicaron en Washington después de la legalización. Pero Hill dijo que no hay pruebas de que la droga haya sido la causa de los accidentes. Con un mayor uso en general, no es sorprendente que más personas en accidentes tengan marihuana en sus organismos, dijo.

Hudak, becario del Brookings, dijo que los estados deben tomar en consideración las preocupaciones de seguridad y salud pública, aunque puedan no lograr políticas correctas en el primer intento. “Corresponde al estado reconocer los riesgos”, dijo. “Tener un sistema regulado en marcha… no es necesariamente una cura para todo”.

Los defensores de la legalización dicen que el movimiento por la marihuana medicinal ha allanado el camino para levantar la prohibición del uso recreativo. Más de dos docenas de estados ahora permiten que los pacientes tengan marihuana con fines médicos.

Starlight Mundy, residente de San Diego, ha tenido una tarjeta de marihuana medicinal durante los últimos dos años, y ella regularmente usa cannabis para reducir la ansiedad y “liberarse del estrés” después de un largo día, dijo. Mundy votó a favor de la Proposición 64, diciendo que cree que la marihuana debe permitirse no sólo para las personas con condiciones médicas.

Mundy espera que la nueva ley de California continúe aumentando la aceptación de la marihuana.

“La meta todavía no se alcanzó”, dijo Mundy. “Pero es un gran paso que afecta a muchas personas que no son pacientes”.


Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorialmente independiente de la Kaiser Family Foundation.