Si alimentarse de modo más saludable y hacer más ejercicio encabezan su lista de propósitos de Año Nuevo, plantéese la posibilidad de ampliar estos valiosos objetivos a toda la familia.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, la obesidad infantil en este país se ha más que triplicado en los últimos 30 años. Pero usted puede ayudar a que su familia obtenga la nutrición y el ejercicio adecuados para mantenerse saludables.
“No sólo es extremadamente importante que los niños reciban todas las vitaminas, los nutrientes y la actividad física que necesitan para mantenerse saludables, sino que los hábitos que se establecen temprano en la vida –buenos y malos– pueden durar toda la vida”, dice el Dr. Thomas McInerny, presidente de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).
La AAP ofrece algunos consejos para vivir sano, a fin de que los padres ayuden a sus niños a emprender el camino correcto para el próximo año.
Mejorar los hábitos alimentarios
Quizá tiene malos recuerdos de la infancia, por haber sido obligado a sentarse a la mesa hasta dejar el plato limpio. ¡No perpetúe este método de administrar la hora de comer! Envía un mensaje equivocado haciendo hincapié en la cantidad por encima de la calidad, y puede llevar a un exceso importante al comer. Fomente una actitud más saludable hacia los alimentos, centrándose en primer lugar en lo que sirve.
Establezca una rutina con horas fijas de comidas y refrigerios. Siempre haga las comidas en la mesa. Los niños que comen sus comidas con la familia consumen más frutas, verduras, fibra, alimentos ricos en calcio y vitaminas.
Una vez que los niños tengan la edad suficiente, fomente que coman por sí mismos tanto como sea posible.
Evite los refrescos, que están llenos de calorías vacías o edulcorantes artificiales. La leche y el agua son las mejores opciones de bebidas para su hijo. Ofrézcales leche entera o leche al dos por ciento a niños de entre 12 meses y dos años de edad, a menos que su pediatra recomiende leche baja en grasas. Después de los dos años, ofrézcales leche baja en grasas. Limite el jugo a entre cuatro y seis onzas diarias.
Los niños pueden ser exigentes al principio, pero no permita que el rechazo a un nuevo alimento les impida volver a intentarlo. Ofrezca los nuevos alimentos varias veces de diversas maneras. Para los bebés, puede que necesite incluso intentarlo de diez a 15 veces a lo largo de varios meses. Los padres son altamente influyentes y pueden servir como el mejor modelo a seguir del niño. Coma diversos alimentos de diferentes sabores, colores y texturas.
Anime el juego activo
No permita que pase un día entero sin juego activo. Haga viajes al parque, juegue en el patio, dé paseos y haga que la actividad física sea parte de la rutina cotidiana de su familia. Reduzca la cantidad de tiempo que permanece en dispositivos que limitan el movimiento, como los cochecitos y los asientos con resortes.
Limite el tiempo de pantalla, incluyendo la televisión, los videojuegos y las computadoras, a menos de dos horas al día. Evite colocar computadoras o televisores en las habitaciones de los niños, para que puedan dormir lo mejor posible.
Anime a sus hijos a tomar parte en equipos deportivos, clases de gimnasia y danza, y otras actividades que hagan que se muevan.
Puede encontrar más ideas sobre vida sana para las familias en www.healthychildren.org/growinghealthy.
“No importa la edad que tenga su niño, nunca es demasiado temprano para establecer rutinas domésticas que fomenten hábitos saludables”, dice McInerny.