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 El investigador de UC Davis, James Ketchum-Mejía colaboró con la Fundación Charles Darwin y Galapagos National Park en un estudio para analizar los movimientos de tiburones. El estudio fue fundado por UC MEXUS.
El investigador de UC Davis, James Ketchum-Mejía colaboró con la Fundación Charles Darwin y Galapagos National Park en un estudio para analizar los movimientos de tiburones. El estudio fue fundado por UC MEXUS.
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En momentos en que el discurso político a menudo se centra en asegurar la frontera México-Estados Unidos, los funcionarios del sistema de universidades University of California (UC System), quiere ver a más personas cruzar la frontera internacional.

La universidad UC Riverside (UCR) está liderando el esfuerzo.

Poco tiempo después de asumir su cargo como presidenta del sistema de universidades UC, Janet Napolitano anunció una nueva iniciativa entre UC y México. Napolitano pidió a los funcionarios de UCR que asumieran la tarea de aumentar la colaboración académica entre las universidades de México y las 10 universidades del UC.

Napolitano, ex secretaria de Seguridad Nacional y ex gobernadora de Arizona, dijo que sus fuertes vínculos con líderes mexicanos dieron lugar a que considerara una iniciativa de este tipo en cuanto se hizo cargo de la presidencia del sistema UC en septiembre pasado.

Mientras recorría cada campus de la UC, explicó que “escuchaba lo que ya estábamos haciendo con México, y pensaba en lo mucha más que podían hacer juntos”.

UCR ya estaba haciendo bastante. Su programa UC MEXUS desde hace mucho tiempo fomenta estudios de postgrado aquí y en México, y promueve la colaboración en investigaciones. El programa ha estado presente en la universidad desde 1988. También han surgido otros programas.

Este verano, 19 estudiantes de varias universidades mexicanas pasaron ocho semanas trabajando en los laboratorios de la Facultad de Ingeniería Bourns en UC Riverside. La colaboración fue elaborada por el profesor de ingeniería mecánica, Guillermo Aguilar, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM. Su objetivo es abrir el apetito para la investigación entre los estudiantes en campos tan diversos como la bioingeniería y la nanotecnología.

Atmósfera de franqueza

Elisa Gonzáles, de 21 años, llegó de la Universidad Autónoma de Baja California.

“Aquí estamos en condiciones de trabajar en investigaciones más a fondo”, dijo González, quien aprendió a utilizar diferentes instrumentos para medir la contaminación del aire en el Centro de la UCR para la Investigación Ambiental y en los laboratorios de Tecnología. En su universidad de origen, dijo, “mi especialidad es la industria aeroespacial, y tenemos un túnel de viento, pero tiene muchos controles. Aquí, tenemos tanta libertad para hacer otras cosas”.

También se sorprendió con la atmósfera de franqueza y apertura entre los investigadores.

“En mi universidad es muy difícil aprender todos los procedimientos”, explicó. “Aquí, te dicen: ‘yo puedo ayudarte y mostrarte’”.

Aguilar dijo que quiere animar a más estudiantes mexicanos a dedicarse a la investigación. El sistema mexicano está orientado más hace las aplicaciones prácticas y la formación de personas para el trabajo de la industria, dijo. La exposición a los laboratorios de UCR durante el verano cambió la manera de pensar de algunos participantes.

José Leopoldo Contreras, de 22 años, cursa sus estudios en el Instituto Tecnológico de Monterrey, en el campus de la Ciudad de México.

“Antes de llegar aquí, pensé que iba a conseguir un trabajo de maestro y en la industria”, dijo Contreras, quien trabajó durante su estancia en UCR modificando las propiedades electrónicas de una membrana de platino. “Pero ahora estoy considerando un doctorado y dedicarme a la investigación”.

Algunos de los estudiantes tienen sus ojos puestos en UCR. Aguilar dijo que eso es algo bueno.

“La calidad de los estudiantes que están llegando de muchas de estas instituciones mexicanas es equivalente a las de los EE.UU.”, indicó.

El programa de verano que organizó se considera como un microcosmos de lo que podría llevarse a cabo en todo el sistema UC. De hecho, poco después del lanzamiento de la Iniciativa UC-México, se le pidió traer a más estudiantes que los siete que originalmente incluía su plan.

“Cuando se enteraron de este programa, inicialmente querían enviarnos a 50 estudiantes”, explicó con una sonrisa.

Cada estudiante se une con un profesor que acoge al visitante en su casa. Terminó añadiendo 12 estudiantes, y espera añadir otra docena el próximo verano.

La iniciativa de UC es parte de una estrategia más amplia. En marzo del 2011, el presidente Barack Obama puso en marcha la iniciativa 100,000 en las Américas, cuyo objetivo es aumentar el número de estudiantes estadounidenses que estudian en otros países del Hemisferio Occidental a 100,000, y, para dar la bienvenida al mismo número de estudiantes de la región a las universidades y colegios comunitarios de los EE.UU.

Esas cifras parecen demasiado ambiciosas para algunos. Adrian Espinosa es director de la Facultad de Ingeniería en la UNAM, la universidad pública más grande de México. La UNAM cuenta con unos 300,000 estudiantes, explicó. Enviar a 20,000 estudiantes a los Estados Unidos parece un número más realista, concluyó.

De cualquier manera, las personas de ambos lados opinan que un aumento sería beneficioso y, según algunos, algo que se esperaba desde hace mucho tiempo.

Exequiel Ezcurra ha sido director de UC MEXUS desde el 2008.

Cuando Napolitano anunció la iniciativa, dijo: “Yo, por supuesto, lo celebré”.

Pero también tenía algunas preocupaciones.

“Por un lado, pensé: ‘sí, por fin. Finalmente la oficina del presidente se está dando cuenta que existe un gran país con una economía enorme al sur de la frontera’”, dijo. “Más intercambio de estudiantes, esa es un área de muchas oportunidades. Pero también es un reto. Es caro”.

Proyectos de colaboración

UC MEXUS trabaja para ayudar con fondos para trabajos de doctorado y post-doctoral para estudiantes mexicanos que quieren estudiar en el sistema de UC, y estudiantes de UC que quieren hacer investigación en México.

Este año, un poco más de 100 estudiantes de México están trabajando en investigaciones en las universidades de UC. Una docena de estudiantes del UC o bien están trabajando en investigaciones en México o trabajan con investigadores mexicanos en proyectos de colaboración.

La oficina también cuenta con $1 millón con los que pueden financiar de 30 a 40 proyectos de investigación conjuntos cada año. La mitad de la financiación – o un poco más cuando se trata de estudiantes de doctorado –provienen de México.

La nueva iniciativa de Napolitano, dijo Ezcurra, podría ir más allá de la investigación y los académicos. Podría servir para aumentar el diálogo entre los dos países.

“Creo que es una oportunidad de oro para promover foros binacionales donde podemos contar con académicos, líderes de gobierno y la sociedad reuniendo temas de interés común”, indicó.

Estas áreas incluyen la producción de energía, los problemas de contaminación, el uso del agua y los problemas de salud.

“La energía es algo que tenemos que resolver”, dijo César Maldonado, de 40 años, profesor de mecatrónica en el Instituto Tecnológico de Monterrey, campus de Santa Fe en la Ciudad de México. “Podemos encontrar soluciones por separado, o podemos resolverlo juntos”.

Él opina que los recursos hídricos y la agricultura son otras áreas propicias para la cooperación.

“Hay tantas cosas en las que podemos ayudarnos mutuamente a resolver”, agregó.

Además del interés académico, el canciller de UCR, Kim Wilcox, dijo que la comunidad empresarial también está analizando esta oportunidad.

“Un número de personas se acercan e intentan involucrarse en la iniciativa”, explica Wilcox. “Varios líderes empresariales me hablan de lo emocionados que están por tener mejores relaciones entre el sistema UC y México”.

“En nuestro caso, si queremos tener un papel en el siglo XXI, tenemos que tener una presencia internacional”, concluyó Wilcox.

Él ha estado impulsando para fortalecer las conexiones de UCR en otros países. “Mi intención es asegurarnos de contar con amigos en todo el mundo. Pero creo que la UCR debería empezar por considerar a México un amigo especial”.

“Al empezar a ampliar el número de profesores”, agregó, en referencia al anuncio reciente de la meta de agregar 300 profesores a UCR para el 2020. “México se convierte en parte de la meta”.

El ser elegidos para dirigir la iniciativa de México eleva el perfil de UCR.

“UCR es subestimada”, dijo Wilcox. “Todos los días crecemos como un actor principal en los debates internacionales”.

Parte del trabajo de Veronique Rorive es asegurase que continúe ese crecimiento. Rorive es la directora adjunta de la Iniciativa UC México. Su oficina se encuentra en UCR.

Rorive dijo que así como UCR es subestimada, lo mismo sucede con el potencial académico de México. Pero eso está cambiando, agregó.

“Vamos rumbo a una nueva dirección”, explicó Rorive. “Los profesores de México son el equivalente de los profesores de UC en términos de su nivel de respeto y de conocimiento. Hay una oportunidad para desarrollar proyectos conjuntos”.

Rorive trabajaba en el Centro de UCR de Biología y Conservación, y ha trabajado con colegas mexicanos durante años en proyectos orientados a la conservación de la península de Yucatán hasta Baja California.

El respaldo de Napolitano, explica, no es un cambio de filosofía, sino una ampliación de los programas que ya existen desde hace tiempo.

“Esta iniciativa es solo…para reforzar lo que hacemos”, dijo. “No nos aleja para nada de la dirección que hemos llevado en el pasado”.

Pero el director de UC MEXUS, Ezcurra, hace ver una diferencia importante. Más energía.

“Creo que le brinda a nuestra colaboración con México un aire fresco”, dijo Ezcurra. “Antes, no sentíamos el entusiasmo. De repente, se reconoce la importancia de México”.