LOS ÁNGELES – De forma majestuosa, aunque con escaso público, la noche del 15 de septiembre se repitió el famoso “Grito de Independencia” de México en un imponente escenario, en las escalinatas del Ayuntamiento de esta ciudad.
Como hace 204 años el sacerdote católico Miguel Hidalgo y Costilla, enarbolando el estandarte de la Virgen de Guadalupe, aquí, el cónsul general de México, Carlos M. Sada, arengó a los migrantes de origen mexicano a lanzar el ¡Viva México!
“¡Mexicanos, vivan los héroes que nos dieron Patria y Libertad! ¡Viva Hidalgo! ¡Viva Morelos! ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez! ¡Viva Allende! ¡Viva Aldama! ¡Vivan Galeana y Matamoros! ¡Viva Guerrero!, proclamó el diplomático. Y continuó: ¡Viva la Independencia Nacional! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!”
En el marco de la verbena popular, unas 500 personas se conglomeraron frente a la alcaldía, soportando temperaturas cercanas a los 100 grados Fahrenheit.
“El Grito es muy importante para todos los angelinos, no solo por su significado histórico como parte del patrimonio de nuestra ciudad”, dijo Cedillo. “Lo es también por el significado del llamado del Padre Hidalgo hacia los oprimidos y explotados para levantarse y tomar acción.
Bailables de distintas regiones de México, música folklórica, mariachis y la presentación de la Sonora Santanera “Sangre Nueva” de Rony Osorio y del cantante Christian Castro, hicieron de las delicias de los mexicanos, quienes rienda suelta a su orgullo nacionalista y patriotismo.
Mientras Sada ondeaba la bandera tricolor frente a la multitud, el alcalde Eric Garcetti, descendiente de abuelos mexicanos y con raíces italianas y los concejales Gil Cedillo, José Huizar, Felipe Fuentes, Nury Martínez y Curren Price tiraron de la cuerda para hacer tañer una campana.
“¡Viva México, Viva Zacatecas!”, expresó Huizar, el primer inmigrante mexicano nacido en aquella entidad y que fue elegido como concejal por el Distrito 14. “Estados Unidos es mi país, pero a México lo llevo en el corazón”.
El famoso “Grito de Independencia” comenzó la madrugada del 16 de septiembre de 1810, en el pueblo de Dolores, Guanajuato. (Hoy, Dolores Hidalgo) en contra el imperio español.
La revuelta independentista que inició en 1810, concluyó el 27 de septiembre de 1821. Pero no fue sino hasta el 28 de diciembre de 1836 cuando España reconoció a México como nación libre, soberana e independiente, gracias al tratado de paz y amistad de Santa María-Calatrava, llamado así por sus firmantes: Miguel Santa María y José María Calatrava.
“Hoy es un día que nos llena de gozo, unidad y amistad”, dijo el cónsul Sada. “Es responsabilidad de todos los mexicanos ensenar a sus hijos sobre su país y ensenarles Español, una lengua que también les puede generar oportunidades adicionales en este país, que ya es bilingüe”.
Los Ángeles, segunda ciudad más grande de estados Unidos en términos de población. De los casi 10 millones de habitantes en el condado, el 33% son de origen mexicano y millones de ellos son indocumentados.
“Como una ciudad de inmigrantes, debemos hacer todo lo que está en nuestro poder para integrar a todos los inmigrantes a nuestra ciudad y hacerlos sentir bienvenidos”, dijo Cedillo. “Nuestra luchas siguen, como la pelea para obtener licencias de manejo, seguridad para que los niños inocentes refugiados estén fuera de peligro y que sus derechos n o sean violados, y, que nuestra voz sea tomada en cuenta por el presidente [Barack] Obama para que cumpla su promesa e implemente una reforma migratoria”.
Las palabras de Cedillo coincidieron con el “Grito de los Migrantes” que por la mañana del 15 de septiembre se efectuó en el Parque de México de Los Ángeles.
Ahí, el sacerdote Alejandro Solalinde y líderes defensores de inmigrantes también tuvieron un grito alterno.
“Nuestro clamor es que ni el presidente Barack Obama ni el congreso de Estados Unidos y mucho menos el gobierno mexicano quieren escuchar, en demanda de legalización y respeto a los derechos humanos de los migrantes”, dijo Solalinde, fundador del albergue Hermanos en El Camino, ubicado en Ixtepec, Oaxaca donde desde hace una década ha asistido a miles de hombres, mujeres y niños centroamericanos que viajan en busca de la sobrevivencia que les han negado sus países de origen.
Por su parte, Ángela Sanbrano, coordinadora de la Red MX dijo que, a la vez que celebraban la independencia de México, en ambos lados de la frontera México-Estados Unidos se han unido para exigir respeto a los derechos humanos de migrantes.
“A México le demandamos que respete a nuestros hermanos centroamericanos en su paso hacia Estados Unidos”, declaró. “Y aquí, que se respeten los derechos de los niños migrantes, refugiados, de sus familias y un alto a las deportaciones…este es un nuevo compromiso por la libertad y contra la opresión y la injusticia”.