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 Jennifer Vargas, un residente doctora en el Regional Medical Center del condado de Riverside, con la paciente María Sánchez, de 54 años, de Perris, en el Centro Médico Regional del Condado de Riverside.
Jennifer Vargas, un residente doctora en el Regional Medical Center del condado de Riverside, con la paciente María Sánchez, de 54 años, de Perris, en el Centro Médico Regional del Condado de Riverside.
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MORENO VALLEY – El camino que tomó Jennifer Vargas para convertirse en médico la llevó desde Westwood a Guadalajara antes de finalizar de vuelta en el área del Inland.

Cuando la nativa de Chino Hills egresó de la escuela de medicina en México, su primera opción para residencia y entrenamiento fue el Centro Médico Regional del Condado de Riverside.

Era lo que ella quería: trabajar con una población de pacientes vulnerables que enfrentaban altas barreras de atención, particularmente pacientes inmigrantes que se beneficiarían de hablar con un médico bilingüe.

“Fue la mejor opción para mí”, dijo Vargas, de 32 años y residente de segundo año de medicina familiar en el centro médico.

El Inland necesita cientos más como ella. Funcionarios han puesto en marcha un esfuerzo para educar a médicos locales y motivar a otros en el exterior a instalarse en el centro del sur de California.

Están tratando de hacer más que solucionar una escasez de médicos. Están tratando de entrenar y atraer al tipo adecuado de médico – actualmente proveedores de cuidados básicos que se identifiquen con pacientes desfavorecidos y quieran trabajar con ellos en sus comunidades, antes que se enfermen de manera crónica o crítica.

“Hoy día, nuestro país generalmente entrena a los hijos e hijas de familias adineradas para ser médicos”, comentó G. Richards Olds, decano de la Facultad de Medicina en UC Riverside.“Ustedes se preguntan porque tenemos un problema hallando médicos que trabajen en comunidades marginadas; es porque no saben que es una comunidad marginada”.

Él busca a estudiantes que crecieron en el área del Inland y que quieran quedarse. Él también quiere a personas que hablen inglés como segunda lengua, o que fueron los primeros en sus familias en asistir a la universidad.

La zona ha sufrido de escasez de médicos durante décadas con la llegada de nuevos residentes. Su población aumentó de 1.6 millones en 1980 a 4.4 millones hoy día.

En el 2011, la región contaba con 43 proveedores de servicios médicos básicos por cada 100,000 habitantes, la mitad de la proporción recomendada por los expertos, de acuerdo a un estudio publicado el año pasado por la Fundación de Cuidado de Salud de California.

Ahora, con la expansión de seguros médicos y Medi-Cal por medio de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, muchos más pacientes nuevos han ingresado al sistema.

Larga lista de dolencias

Un reciente viernes por la mañana, María Avelino Ibarra llegó a la instalación de Moreno Valley después de un viaje en autobús de una hora desde Corona.

Ibarra, de 50 años, tiene diabetes y había llegado a renovar su receta de insulina y recibir tratamiento para el dolor en su rodilla derecha, la cual se lesionó en una caída del año pasado.

Pero mientras el doctor Bakr Khalifa Al Omrani, un residente de segundo año, le hacía preguntas sobre su reciente historial médico, ella añadió más dolencias a la lista, incluyendo dolores de cabeza crónicos, problemas estomacales y colesterol alto.

Mientras hablaba, Ibarra sacó una bolsa de un pie cuadrado con 15 botellas de medicamentos y las puso sobre un pequeño mostrador en la sala de exámenes médicos.

“Ok, no voy a ser capaz de lidiar con todos estos problemas hoy”, le dijo Khalifa por medio de un traductor de español que escuchaba por teléfono. “¿Es su problema con la rodilla el más urgente?”

La cita duró 35 minutos, cerca del doble de lo que una visita de atención medica primaria generalmente suele tardar.

Es un problema común: ya que los pacientes no han tenido cuidado médico por mucho tiempo, los médicos ahora pasan más tiempo tratando sus problemas.

Pensando creativamente

La escasez de médicos y la demanda acumulada de cuidado de salud es un problema con raíces profundas.

La región se encuentra por debajo de la media estatal en producción de egresados de preparatoria que asisten a la universidad.

Ademas, hasta que el programa de UC Riverside fue fundado en el 2013, la región contaba solamente con una escuela de medicina, en la Universidad de Loma Linda.

La escasez de médicos ha tenido un impacto profundo en el Plan de Salud del Inland, la organización de cuidado de salud dirigida por Medi-Cal que sirve a los Condados de Riverside y San Bernardino.

La membresía en el programa superó 1 millón en febrero, un aumento del 60 por ciento de los 623,000 que tenía en diciembre del 2013, de acuerdo a cifras estatales.

En septiembre, el plan designó 8 millones de dólares de sus reservas para ese propósito, 5 millones de dólares para médicos de cuidado básico y 3 millones de dólares para especialistas.

IEHP recibió solicitudes de unos 199 médicos para las subvenciones, las cuales cubren hasta 100,000 dólares de los costos anuales de un médico y hasta 150,000 dólares para un especialista.

Hablando su idioma

Vargas sabía desde la edad de siete años que quería ser médico.

Como una de cuatro hijos de padres inmigrantes de México, ella trabajó como voluntaria en un hospital para pacientes de cáncer cerca de su vivienda cuando asistía a la preparatoria y siguió siendo voluntaria en hospitales locales mientras estudiaba biología y literatura en español en UC Los Angeles.

Más adelante, mientras estaba en México, ella y varios compañeros de la escuela de medicina realizaron visitas a domicilio en pequeñas ciudades y villas.

Hoy día, su conexión con sus pacientes es obvia.

María Sánchez, de 54 años y residente de Perris, solamente desea ser vista por la Doctora Vargas.

“Entiendo inglés, pero es mejor cuando me puedo expresar en español”, dijo Sánchez. “Es más fácil entender los consejos que te dan”.

Sánchez, una residente permanente de los Estados Unidos y originaria de Nayarit, México, tiene diabetes, alta presión arterial y colesterol alto.

Pero su última visita estuvo relacionada con dolores en el pecho, entumecimiento en su brazo derecho y una protuberancia irritada en su mejilla.

Ese día, su cita tomó 30 minutos. Vargas ordenó un electrocardiograma, le recetó un ungüento para su mejilla y medicamento para su dolor en el pecho.

“Gracias por preocuparse por mí”, le dijo Sánchez mientras salía de la oficina.

Kaiser Health News es un programa editorial independiente de la Fundación Kaiser Family.