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    Nasario Solís, investigador de OCDA ha sido el “Santa Claus” que alegra la vida de los niños cada diciembre, como lo ha venido haciendo desde hace dos décadas. Le ayuda a transformarse en el famoso personaje, su esposa Eileen.

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SANTA ANA – Por más de 20 años, Nasario Solís, detective de la Procuraduría de Distrito del Condado de Orange (OCDA) se ha disfrazado de Santa Claus para alegrar la vida de los niños.

Este año no fue la excepción y en el décimo sexto evento de “Adopta una Familia” (Adopt a Family), personal de la Procuraduría se dedicó a servir a los más necesitados.

“Lo he hecho desde que era policía en Tustin”, dijo Nazario. “La tradición tenía que continuar…es bueno para la comunidad”.

Acompañado por su esposa Eileen, Solís o “Santa Claus” y casi 30 de sus alumnos que estudian Justicia Criminal en las preparatorias de Laguna Hills y Mission Viejo, dedicaron varias horas a hacer felices a los alumnos de la Escuela Primaria Russell de la calle Jackson.

“Yo le pedí a Santa una bicicleta más grande”, dijo emocionada Manuela Alondra Sánchez, de 10 años de edad, mientras hacía trabajos de decoración navideña. “La bici que tengo ya me queda chiquita”.

En cambio, la pequeña Bryanna, de 5 años, escondida detrás de su madre, con cierta timidez alcanzó a decir: “Yo le he pedido un teléfono, pero de a de veras”. El comentario provocó que su madre Luisa, soltara tremenda carcajada, a sabiendas que es imposible cumplir el deseo de la niña.

El programa de “Compartir Nosotros Mismos, Adopta una Familia” (Share Our Selves/SOS, Adopt A Family) comenzó hace 45 años, pero “Adopta una Familia” fue llevada más recientemente a las ciudades de Costa Mesa y Santa Ana por parte del fiscal Tony Rackauckas.

“El [Rackauckas] siempre pensaba, ¿Qué podemos hacer por la comunidad? Y un día decidimos hacerlo a una escala menor del que se hace en Tustin”, expresó José Morfin, encargado de relaciones públicas para la fiscalía. “En Tustin el programa atiende a unas 300 familias”.

Morfin narró que personalmente él tuvo una infancia humilde, donde sus padres, en lugar de juguetes le regalaban ropa en Navidad.

“Yo sabía que no era un juguetito, porque enseguida de me daba cuenta que el paquete estaba blandito y que lo que había adentro era ropa”, recordó. “Hoy, todos estos niños enviaron una carta con sus deseos y personal de la fiscalía donó dinero para comprarles el regalo que ellos desean, o al menos algo que se acerque a sus ideas”.

Desde 1969, más de 1,100 familias recomendadas por organizaciones y escuelas de Costa Mesa y Santa Ana se han beneficiado del programa SOS Adopt a Family, y aproximadamente 45,000 familias han sido “adoptadas”.

“OCDA adoptó a nuestra escuela, a 40 familias y 123 niños”, expuso Oliva Hufnagel, subdirectora de la Primaria Russell. “Es que, en nuestra comunidad, hay gran necesidad”.

El sábado 13 de diciembre, Claudia Núñez, de 33 años de edad y sus hijos Elena, Nathalie y Jackson fueron algunos de los afortunados en ser “adoptados”.

“A veces, uno comete errores en la vida”, dijo Claudia. “Pero lo más importante es que he encontrado en Dios la paz que necesitaba en mi vida”.

Núñez confesó que, desde los 22 años de edad se convirtió en alcohólica.

Entre las dificultades de su carácter, el hecho de haber vivido en medio de una familia disfuncional y que su esposo se encuentra en la cárcel, sus problemas se agravaron.

“Gracias a Dios ya voy a acabar el programa de sobriedad”, dijo. “He madurado como mujer y madre; tengo una relación muy bonita con Dios y con mis hijas”.

Todos los invitados al evento disfrutaron de donas, pan dulce, café y una deliciosa merienda, antes de pasar a tomarse fotografías con Nasario Solís, el Santa Claus del día.