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Padres preocupados de mandar de regreso a sus hijos a escuela donde hubo un tiroteo fatal

Los padres Marisol y Wilfredo Pineda encienden velas en la esquina de la Escuela Primaria North Park el lunes 17 de abril, en honor a las personas que allí fallecieron hace una semana.
Los padres Marisol y Wilfredo Pineda encienden velas en la esquina de la Escuela Primaria North Park el lunes 17 de abril, en honor a las personas que allí fallecieron hace una semana.
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El lunes 17 de abril se reiniciaron las clases en la escuela primaria North Park, justo una semana después del tiroteo que dejó tres personas muertas, por lo que algunos padres compartieron sus opiniones de ese regreso a clases.

“Yo le pregunté a mi hijo cómo se sentía, me dijo que bien. Yo le dije que hay cosas que pasan y que Dios te cuidó,” le dijo Rosalba Concepción, 44 años.

Sus cuatros hijos han estudiado en esa escuela, el último de ellos tiene 11 años y la madre expresó que él se sentía triste por la muerte de Jonathan Martínez.

“Fue algo impactante. Yo vivo como a dos cuadras de la escuela, pero ese lunes estaba en el doctor en Rancho Cucamonga y me encomendé a Dios,” expresó la madre quien señaló que nunca había ocurrido algo semejante y calificó esa escuela como buena.

No quería volver

Teresa López, es otra madre de 31 años cuyos dos hijos de 5 y 7 años asisten a esa institución educativa.

“Yo me mantuve al margen, no quería pasar por ningún proceso, pero el viernes vine porque los padres tuvimos una orientación. Allí entendí que las maestras y personal tenían más trauma, porque entendían mejor lo que había pasado,” dijo López.

Indicó que su hijo de 7 años estudia frente al salón donde ocurrió el tiroteo y no quería volver a la escuela porque temía por su seguridad.

“Hablé con un psicólogo en la escuela  y me dijeron qué iban a hacer. Estaba preocupada porque no sabía cómo el niño iba a reaccionar,” señaló.

Aunque regularmente sus hijos toman en el bus escolar, el lunes 17 de abril ella llevo y buscó a sus pequeños, para asegurarse que estaban tranquilos.

“La escuela se preparó muy profesionalmente para que los niños volvieran y se sintieran seguros. Me agradó que ese día [de la tragedia] las maestras evacuaron a los niños. Yo pienso que se tomaron las medidas adecuadas de acuerdo a los hechos,” dijo López.

Más seguridad

Otra madre de 37 años que sólo se identificó como Lily, indicó que tiene una hija de 10 años en North Park y el día de regreso preguntó en voz alta al personal: ¿mujeres, ustedes tienen algún problema con sus maridos? A lo que algunas personas movieron sus cabezas negativamente.

“Yo no quiero traer a mi hija aquí y preocuparme por algo así,” dijo.

Indicó que no piensa cambiar a su hija de la escuela y que esperará para ver qué planes tomaran en relación a seguridad de los niños y el personal.

Al preguntarle a su hija cómo le fue ese día en la escuela, la pequeña respondió: “Estuvo bien, estudiamos matemáticas, ciencias y escribimos un poco”. Su maestra le entregó un conejo de peluche rosa que ella llamó Julie.

Mientras que los padres William y Marisol Pineda fueron a la escuela a encender velas en el altar improvisado que se erigió en la esquina de la escuela.

“Estamos aquí para apoyar a nuestra comunidad que ya ha sido muy estresada por el atentado terrorista… y ahora pasa esto. Somos padres de familia y aunque nuestra hijas van a una escuela cercana, venimos a rendir nuestro respeto,” dijo Marisol.

Mientras que su esposo dijo que el día de la tragedia él estaba trabajando, las calles estaban cerradas y pidió más seguridad en las escuelas.