George López no cuenta chistes, López narra ocurrencias cotidianas, experiencias que alguno de nosotros como hispano seguramente ha vivido en algún momento de su vida. López usa monólogos hilarantes en los cuales describe a varios de sus supuestos y coloridos familiares, como la tía que siempre saca a la luz su periodo o la abuela que siempre amenaza al nieto con un buen puñetazo en caso de portarse mal.
Esas narrativas de la vida y comparaciones culturales entre la hispanidad y la cultura anglosajona continúan dando resultado, arrancando carcajadas en los presentes que acuden a su espectáculo. Esas carcajadas estuvieron presentes durante su presentación efectuada el jueves 8 de enero en el Casino San Manuel de la ciudad de Highland.
La fórmula del también actor de televisión y cine que fuera considerado como uno de los 25 hispanos más influyentes por la revista Time, continúa dando resultado.
Esa fórmula que se mofa de la cultura anglosajona por ser muy técnicos, responsables, y calculadores, la cual contrasta con la cultura hispana que supuestamente improvisa en todo, continúa congregando multitudes.
Irreverente, y en ocasiones punzante, López toca todo tipo de tema en sus monólogos cuidadosamente seleccionados, como por ejemplo la esclavitud. La narrativa de López alega que con el latino no hubiera existido la esclavitud, ya que cualquier “vato” hubiera hecho el trabajo de esclavo por menos haciendo burla de que el latino todo lo hace por dinero, por menos que sea.
Lopez no brindó un espectáculo del todo nuevo y en vez ofreció un sancocho de monólogos, sin embargo y a pesar de ser repetitivo, causan gracia. Para muchos López pudiera ser racista y sus monólogos discriminatorios, sin embargo, López nunca insulta a nadie y utiliza situaciones reales.
Hoy en día, según el monologo de López, los niños son tan mimados y malcriados que casi siempre se salen con las suyas, como el niño que recibió de regalo para Navidad un iPad de 32 GB e hizo su berrinche porque él quería uno de 64 GB.
“Y ahí va el papa a cambiarlo. Nosotros recibíamos carros de plástico que no hacían nada de ruido, el ruido nosotros se lo poníamos y ahí andábamos todo el día bien contentos”, narró López. “Hoy en día los niños tienen ADD, ADHD, MTV, BET… en nuestros tiempos las pastillas eran unos fregadazos. Toma. ¿Quieres más?”
López se burla de todo y todos, incluso de sí mismo.
“Vivan la vida, porque saben que, solo se vive una vez. Tomen alcohol, y que les valga gorro la policía, no nos pueden agarrar a todos, a mí ya me agarraron, es más, ando buscando un buen lugar para tirarme a dormir”, indicó López haciendo burla de su arresto en Canadá a principios del año pasado.
Hombre inteligente, de buen corazón, dedicado a su carrera y a la comunidad que nunca le ha dado la espalda. Y es que López cuando no está filmando películas o grabando programas de televisión, se encuentra participando en eventos caritativos para beneficio de los menos afortunados.
López pronto tendrá que cambiar monólogos o caerá en la misma rutina, pero mientras tanto se encuentra enfocado promoviendo la película “Spare Parts”la cual se estrena el próximo jueves 15 de enero a nivel nacional.
“Spare Parts” narra el éxito obtenido por un grupo de estudiantes mexicanos indocumentados de bajos recursos en el campo de la robótica, compitiendo en el proceso con grandes escuelas de la nación, incluyendo Virginia Tech y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) una de las mejores universidades en el mundo en el campo de la ciencia y tecnología.
Con 800 dólares en la bolsa, no experiencia, y piezas de repuesto, los jóvenes construyen un robot acuático con el cual compiten en un evento nacional. El final debe verlo en las salas de cine pero les aseguro que necesitarán pañuelos para secarse las lágrimas de orgullo.
