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Juan Rosas (derecha) y su esposa Yadira Ortiz, de Rialto, posan junto con Enrique Morones, fundador de Ángeles de la Frontera o Border Angels, durante la inauguración de la Primera Embajada Migrante en Tijuana.
Juan Rosas (derecha) y su esposa Yadira Ortiz, de Rialto, posan junto con Enrique Morones, fundador de Ángeles de la Frontera o Border Angels, durante la inauguración de la Primera Embajada Migrante en Tijuana.
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Llevan agua a los inmigrantes que corren el riesgo de morir por deshidratación en el desierto fronterizo. Y a los que sucumbieron, los van a recordar al cementerio en Holtville, en el Condado de Imperial, donde entierran a los migrantes que no han sido identificados.

Un matrimonio de Rialto quiere hacer algo para ayudar a los migrantes que cruzan la frontera en busca de una vida mejor en los Estados Unidos.

Por ello, Juan Rosas y su esposa Yadira Ortiz abrieron una sucursal de la asociación civil Ángeles de la Frontera o Border Angels en San Bernardino.

Altruismo y gratitud

“Venimos de comunidades empobrecidas y sabemos cómo apreciar lo que tenemos”, dijo Rosas, quien se crió en el este de Los Ángeles, en entrevista telefónica con La Prensa.

A ellos les parecía insuficiente viajar con frecuencia a Tijuana, querían que la misión de esta asociación civil de San Diego se cumpliera también en la región de San Bernardino en el Inland Empire. De momento, la pareja de Rialto trabaja desde su casa.

“Border Angels se está agrandando y alcanzando más lugares. Pero todos tenemos el mismo objetivo de ayudar a la comunidad”, señaló Rosas, una maestro de 43 años.

Ángeles de la Frontera es una asociación civil fundada en 1986 por un estadounidense-mexicano llamado Enrique Morones. La organización comprende de voluntarios que intentan prevenir las muertes innecesarias ocurridas en el desierto del Valle Imperial, en las regiones montañosas del condado de San Diego y en otras zonas fronterizas.

Educar con el ejemplo

Rosas y su esposa Yadira, ambos educadores, no solamente se dedican a traer agua, comida y ropa a los muchos jornaleros del área de San Bernardino, sino que incluso hacen presentaciones sobre el tema de cómo los estudiantes que fueron traídos sin papeles pueden ir a la universidad.

Eso no es todo. La pareja participa en las “entregas de agua” mensuales donde llevan galones del preciado líquido a un lugar desértico cerca de la frontera, y hacen visitas a un cementerio en Holtville, en el Condado de Imperial, donde entierran a los migrantes que no han sido identificados, llevándoles cruces que dicen ‘los no olvidados’.

Embajada en Tijuana

Hace poco que la pareja latina de Rialto estuvo presente, junto con el fundador de Ángeles de la Frontera, para la inauguración de la Primera Embajada Migrante en Tijuana, una casona cerca del Muro Fronterizo que brindará principalmente asesoría legal, educativa, laboral y espiritual a las personas sin que importe su nacionalidad.

Bajo el lema: “Ningún ser humano es ilegal. Dignidad al hermano que migra. Migrar no es un delito”, la Embajada Migrante que da inicio al corredor turístico del malecón de Playas de Tijuana, pretende apoyar a 100 migrantes con comida y espacio para dormir durante los primeros meses, además de los servicios ya mencionados, según el diario tijuanense Frontera. Las oficinas abren la puerta de lunes a sábado y los servicios son gratuitos.

Antes de ser la Embajada Migrante, este lugar era confundido con una casa abandonada aunque ya apoyaba a los migrantes, explicó el diario tijuanense. Ahora, Ángeles de la Frontera buscará 70 mil dólares para rehabilitar su infraestructura y, por ello, se realizarán diferentes actividades con la intención de recaudar fondos.

Con ese fin, Rosas y su esposa han obtenido un pequeño camión blanco para poder ir a Tijuana y llevar lo que se necesita a unos 32 refugios existentes entre Mexicali y Tijuana, donde han visto de cerca a centroamericanos, haitianos e incluso veteranos deportados de Estados Unidos.

“Ayudamos a migrantes de todas las nacionalidades, no solamente mexicanos. Hay alrededor de cinco mil que se encuentran en los refugios y la verdad es que la mayoría vienen sin nada”, dijo Rosas. “Hay una gran crisis”, añadió.

Para más información sobre Ángeles de la Frontera o Border Angeles en San Bernardino, consulten a su página en Facebook (www.facebook.com/borderangelschaptersb/).