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CABO CAÑAVERAL, Florida, EE.UU. – Un cargamento con provisiones muy necesarias y tardíos regalos de Navidad finalmente llegó el lunes a la Estación Espacial Internacional.

La nave de abastecimiento Dragon, de la empresa SpaceX, se acopló con el laboratorio orbital en la madrugada del lunes, dos días después de despegar de Cabo Cañaveral, Florida.

Mientras orbitaba la Tierra sobre el Mediterráneo, a más de 418 kilómetros (260 millas) de altura, el comandante de la base orbital, Butch Wilmore, usó el brazo robot de la estación para tomar la cápsula y sus casi 2,3 toneladas (5.000 libras) de preciada carga.

Los seis astronautas de la estación especial se estaban quedando sin suministros porque la nave anterior que debía hacer la entrega —propiedad de otra empresa— quedó destruida en una explosión durante el despegue en octubre. La NASA se apresuró para reponer el equipo perdido en la explosión. Luego, el lanzamiento de la nave Dragon se retrasó un mes por problemas con los cohetes.

Los especialistas en Control de la Misión bromearon sobre el hecho de que la nave no sólo fracasó en llegar a tiempo en diciembre, sino también en la fecha de la Navidad ortodoxa oriental, que se festeja el 7 de enero, por lo que los tres tripulante rusos tampoco recibieron a tiempo sus regalos navideños. A bordo también hay dos estadounidenses y un italiano.

“Estamos muy contentos de recibirla”, dijo Wilmore, uno de los astronautas estadounidenses. “Vamos a ingresar en breve”.

Wilmore estaba especialmente ansioso por recibir más mostaza. El armario de condimentos de la estación estaba vacío.

NASA contrató a las firmas SpaceX y Orbital Sciences Corp. para que realizaran los envíos. Los cohetes de Orbital Sciences deberán quedarse en tierra hasta el año próximo, debido a su lanzamiento malogrado.

SpaceX —el único proveedor capaz de traer artículos de vuelta a la Tierra— se está apresurando tanto como puede. Rusia y Japón también planean enviar cargamento este año.

Entretanto, SpaceX sigue estudiando detenidamente los datos de su intento fallido del sábado, de hacer que el cohete que lanzó la nave de carga aterrizara posteriormente en una barcaza flotante, la primera prueba de su tipo.

No obstante, Elon Musk, el multimillonario fundador de SpaceX —una compañía de California— lucía animado y dijo que la empresa planea otro aterrizaje de cohete el mes próximo.