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SOCIEDAD: Detectives de Santa Ana educan a familias sobre cómo prevenir que sus hijos se involucren en pandillas

  • El detective antipandillas, Matthew Lemmon, del Departamento de Policía de...

    El detective antipandillas, Matthew Lemmon, del Departamento de Policía de Santa Ana (SAPD) se dirige a padres de familia y niños sobre las maneras en que pueden identificar cuando una persona anda en malos pasos y posiblemente busque involucrarse en pandillas.

  • “Yo trato de ser un buen ejemplo para mi hijo”,...

    “Yo trato de ser un buen ejemplo para mi hijo”, comentó Rocío Aceves, residente de Santa Ana, quien acudió a la charla de los detectives antipandillas de SAPD, con su hijo Adrián de 12 años de edad.

  • El detective antipandillas, Matthew Lemmon (izq.), del SAPD y su...

    El detective antipandillas, Matthew Lemmon (izq.), del SAPD y su compañero, David B. Prewett, posan para la fotografía con las familias que acudieron a su sesión informativa para evitar caer en las garras del pandillerismo.

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“¿Han visto alguna vez estos tatuajes?”, pregunta el detective Matthew Lemmon a padres de familia y niños, reunidos en un salón de clases de la escuela Villa Fundamental Intermediate School.

La respuesta tímida es “sí” de algunos y un “no” de la mayoría.

Para aquellos cuya contestación es negativa, Lemmon, detective de la Unidad Antipandillas del Departamento de Policía de Santa Ana (SAPD) se encarga de abrir sus ojos a la realidad.

Las imágenes de los cuerpos tatuados en la cabeza, manos, brazos, piernas, espalda y pecho corresponden a algunas de las 16 pandillas latinas de esta ciudad, donde se ha documentado que unos 5,000 jóvenes son miembros de estos grupos.

“Muchos de sus hijos quieren vivir la vida loca; todo lo quieren de inmediato y muchas veces ustedes en lugar de tenerles respeto, les tienen miedo”, advierte Lemmon. “Ellos [los pandilleros] gozan ahora, pero luego van a llorar cuando les hieren o matan a balazos a un amigo, o cuando pierden su libertad”.

Desde hace tres años, Lemmon y su compañero, el detective antipandillas David B. Prewett han dirigido sus esfuerzos a educar a las familias de Santa Ana para que aprendan a identificar los primeros síntomas y señales que muestran sus hijos, antes de involucrarse en el bajo mundo de las pandillas.

Dichas señales de alerta que los padres dejan pasar consciente o inconscientemente en sus hijos son el cambio de amigos, a quienes no presenta a su familia, bajas calificaciones, dejan de asistir a la escuela, tienen en su poder objetos de valor o sumas de dinero sin que trabajen, rebeldía o ausencia de convivencia con la familia.

“Tenemos que saber con quien se juntan nuestros hijos”, dijo Esther García. “Hay que estar siempre al pendiente de ellos”.

El oficial Matthew Lemmon expuso durante la sesión informativa que durante una investigación sobre la conducta a agresiva de un adolescente con sus padres le llevó hasta su casa y ahí le encontró 500 balas en su cuarto. La familia del niño no sabía que andaba en malos pasos.

El detective narró también que, durante una reunión de chicos en la esquina de la calle 17th y Spurgeon, un pandillero rival se acercó y disparó hiriendo a una muchacha en una pierna.

Lemmon indicó que, a pesar de que los padres trabajen demasiadas horas y no estén en casa, tienen el deber de identificar las señales cuando los hijos participan de un estilo de vida diferente.

“Comienzan a usar ropa holgada y hablan en inglés en un lenguaje codificado, para hablar en secreto y que sus padres no entiendan lo que comunican a otros pandilleros”, mencionó. “También se hacen tatuar las letras de la pandilla a que pertenecen”.

Finalmente, los detectives indicaron que todos los pandilleros saben que algún día van a terminar en la cárcel y, si no perdieron la vida en las calles, ahí tendrán más posibilidades de morir por las guerras internas entre pandillas rivales.

“Yo trato de ser un buen ejemplo para mi hijo”, comentó Rocío Aceves, residente de Santa Ana, quien acudió a la charla de los detectives antipandillas con su hijo Adrián. “Yo conozco a sus amigos y siempre busco que en su tiempo libre, él se dedique a hacer deportes y a cumplir sus responsabilidades en casa…pasamos mucho tiempo juntos y siempre cenamos en familia”.

¿Qué hacer si su hijo es pandillero?

• Si descubre que su hijo/a forma parte de una pandilla, lo mejor que se puede hacer es no enfrentarlo/a directamente, ya que podría tomar esto como una agresión.

• Hable con él/ella sobre las consecuencias negativas que tiene ser parte de un grupo delincuencial como problemas de drogas, alcoholismo y cárcel.

• Si el adolescente comprendió lo negativo de las pandillas, se les puede motivar a asistir a grupos deportivos, académicos o culturales que le permitan socializar de forma sana, evitando así el aislamiento o su creencia de que no es aceptado.

• Generalmente los chicos que buscan el aislamiento son las personas que se convierten en blanco fácil para los grupos pandilleros.

• Apoyar al joven a canalizar su energía, creatividad e inteligencia en algo constructivo, porque si le gusta dibujar y pintar paredes, podría inscribírsele en un curso de artes plásticas y pintura.