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WASHINGTON.- Una comisión del Senado rechazó el miércoles la solicitud del presidente Barack Obama de destinar 50 millones de dólares para pagar ayuda legal a niños que llegaron a Estados Unidos sin acompañantes desde Centroamérica.

Richard Shelby, senador republicano por Alabama, es el responsable de la acción. Es el autor principal de una ley de gastos del Departamento de Justicia.

La medida logró la aprobación inicial el miércoles pero le falta mucho antes de convertirse en ley.

El número de niños que escapa de la violencia de pandillas y otros peligros en Guatemala, Honduras y El Salvador rumbo a Estados Unidos se ha reducido de manera significativa en comparación con el año anterior, cuando el flujo provocó una crisis humanitaria en estados de la frontera entre México y Estados Unidos y de la cual permanecen rezagos.

Es muy probable que, de no contar con abogados, esos niños sean devueltos a sus países de origen. Según la ley federal, los niños inmigrantes tienen dos opciones para buscar legalizar su situación, incluido el solicitar asilo por temor a regresar para enfrentar la violencia de las pandillas. Sin la ayuda legal, la complejidad del sistema dificulta su situación.

Los republicanos opuestos a las personas que residen en el país sin autorización tienen mayores prioridades en el proyecto de 51.000 millones de dólares, que también financia el Departamento de Comercio y agencias científicas como la NASA. Ésta y el FBI reciben un ligero incremento de presupuesto, pero la medida afecta la financiación de la Oficina del Censo y la solicitud de Obama de adquirir nuevos satélites climatológicos polares.

La medida es uno de los 12 proyectos de ley anuales que cubren las operaciones diarias de las agencias gubernamentales. Los gastos discrecionales son revisados y financiados anualmente en contraste con los programas obligatorios como el seguro de salud Medicare, los fondos del Seguro Social y los cupones de alimentos.

Los 12 proyectos de gastos están en el centro de la lucha entre Obama y los republicanos, que han entregado al Pentágono casi 40.000 millones de dólares en alivio a los recortes automáticos de gastos pero se resisten a las exigencias del presidente de otorgar igual tratamiento a las agencias nacionales que enfrentan una congelación de fondos.

Los recortes automáticos, que datan de un criticado presupuesto y pacto de deuda de 2011 y se les conoce como “secuestro”, vuelven luego de dos años de alivio tras el pacto presupuestario de 2013 diseñado por el representante republicano de Wisconsin, Paul Ryan, y la senadora demócrata de Washington, Patty Murray, potencial candidata a tomar el control en caso de una segunda ronda de negociaciones a fin de año.

“Realmente no hay motivos para esperar. La situación no será distinta dentro de tres meses; simplemente nos habremos acercado tres meses más a una crisis, y tendremos tres meses de retraso con respecto a la labor bipartidista que deberíamos estar haciendo ahora”, señaló Murray el miércoles.

La batalla es particularmente encrespada en la Cámara de Representantes. Los republicanos promovieron el miércoles proyectos para aplicar cortes mayores a las agencias que les desagradan, en especial el Servicio Interno de Impuestos y la Agencia de Protección Ambiental.

Las medidas de la cámara baja contienen numerosas disposiciones destinadas a bloquear varias políticas de Obama, incluida la implementación de la Ley de Cuidado de Salud Asequible del Servicio Interno de Impuestos y regulaciones ambientales, entre las que se incluyen protecciones potenciales para el sabio urogallo, misma a la que se oponen los intereses energéticos occidentales.