Skip to content
  • Solicitantes de Mi Familia Vota, María Torres, de 18 años...

    Solicitantes de Mi Familia Vota, María Torres, de 18 años de Perris, y Lizeth Cortez, de 19 años de Riverside, hablan con Javier Garay de Riverside sobre las próximas elecciones.

  • Solicitantes de votos de Mi Familia Vota, desde la izquierda,...

    Solicitantes de votos de Mi Familia Vota, desde la izquierda, María Torres y Lizeth Cortez, revisan sus iPhones para el siguiente votante inscrito que intenta solicitar un recordatorio para votar en las elecciones de noviembre durante una campaña reciente de inscripción de votantes.

  • Mi Familia Vota tiene una reunión de capacitación para los...

    Mi Familia Vota tiene una reunión de capacitación para los nuevos agentes electorales en su oficina en la Calle Tercera miércoles en Riverside, California 17 de septiembre 2014.

of

Expand
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Después que un número récord de latinos acudieron a las urnas en noviembre del 2012, y se les dio crédito por la influencia en candidaturas claves en California y en todo el país, los políticos y expertos tomaron nota.

Republicanos y demócratas por igual empezaron a hablar de la necesidad urgente de una reforma migratoria. Los dirigentes locales y nacionales del Partido Republicano, escarmentados por el apoyo unilateral que los latinos dieron a los candidatos demócratas, indicaron que el partido necesitaba atraer a más hispanos para permanecer electoralmente competitivo.

Pero la reacción de la base conservadora en contra de las propuestas del Congreso para ofrecer un camino a la ciudadanía para millones de personas indocumentadas en el país — junto con un tradicional menor número de votantes latinos en las elecciones no presidenciales — ayudó a reajustar los cálculos políticos.

A tres semanas de las elecciones, los estrategas republicanos en todo el país se están concentrando más en la participación en las urnas de la base conservadora del partido que en atraer a nuevos votantes latinos. La reforma migratoria está prácticamente muerta.

En agosto, todos, menos 11 republicanos de la Cámara, votaron a favor de poner fin a un programa de la administración Obama que protege a cientos de miles de jóvenes inmigrantes indocumentados de la deportación.

El mes pasado, el presidente Barack Obama, a quien los latinos apoyaron abrumadoramente en las elecciones del 2012, retrasó su plan para ofrecer protección contra la deportación a potencialmente otros millones de inmigrantes indocumentados, en una acción que los analistas políticos indicaron que estaba arraigada en la creencia de que los votantes conservadores y moderados son más importantes que los latinos en las campañas claves del Senado en este año.

Algunos activistas latinos temen que las esperanzas frustradas de los hispanos sobre la inmigración, la economía, la educación y otros temas, además de la desilusión con Obama y los políticos en general, podrían alejar a muchos votantes latinos de las urnas — debilitando aún más su influencia política.

“La comunidad latina es siempre vista como un probable agente de cambio. Pero ese potencial nunca se cristaliza”, dijo Francisco Solá, presidente del Proyecto de Inscripción de Votantes Latinos con sede en Riverside, quien predice una apatía generalizada entre los latinos en este año electoral.

NÚMEROS ENGAÑOSOS

Incluso las elecciones de noviembre del 2012 ilustran el potencial sin explotar del voto latino. A nivel nacional y en el Inland Empire, votaron más latinos que nunca. Pero eso es sólo a causa de un aumento en el número de latinos elegibles para votar. En realidad, un porcentaje menor llevó sus votos a las urnas en el 2012 que en las elecciones presidenciales del 2008.

En los condados de Riverside y San Bernardino, la participación de los votantes latinos inscritos cayó casi 10 puntos porcentuales, pasando de casi 67 por ciento en el 2008, a menos del 57 por ciento en el 2012, según Statewide Database, la cual aproxima el número de votantes latinos contando apellidos hispanos en la lista de votantes inscritos.

El número de votantes latinos — y su influencia — es particularmente baja en un año como éste en el que no hay elecciones presidenciales. La participación disminuye entre todos los votantes en años donde no se elige presidente, pero aún más entre los latinos. En el 2010, el número de votantes latinos en el condado de Riverside era sólo el 42 por ciento —en comparación con el 56 por ciento de los votantes en general.

Así como los latinos ayudaron a impulsar a la victoria a varios demócratas del Inland en el 2012, la baja participación podría poner en peligro algunos demócratas del área en noviembre, dijo Jack Pitney, profesor de Política en el Claremont McKenna College y ex analista político del Partido Republicano.

“Si yo fuera uno de ellos, invertiría fuertemente en alentar la participación de los votantes”, dijo.

En junio, una encuesta a nivel nacional por la firma de encuestas políticas, Latino Decisions, presagió problemas para los demócratas.

La encuesta encontró que más de la mitad de los votantes latinos se sentían menos entusiastas acerca de respaldar a los demócratas en las elecciones de noviembre si Obama no hacia cambios en la política de inmigración antes de esa fecha. La encuesta fue realizada antes de que Obama anunciara el retraso en su acción ejecutiva prevista para ofrecer protección contra las deportaciones.

A nivel nacional, una participación pobre de los latinos en las urnas podría hacer que sea aún más difícil de cultivar el respaldo republicano a la reforma migratoria, que es indispensable a causa de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes y la posibilidad de que el partido tome el control del Senado en noviembre, indicó Pitney.

“Eso haría aún más difícil para los partidarios republicanos de la reforma migratoria sostener el argumento que se trata de un imperativo político para el partido”, dijo Pitney.

Los latinos tienen la influencia política en una serie de distritos congresionales y estatales legislativos en estados como California, pero en muchos otros estados, los hispanos aún son sólo una pequeña porción de los votantes inscritos, explicó.

NIVELES BAJOS DE INSCRIPCIÓN

Los latinos tienen más influencia en el Inland Empire que en la mayor parte del país, pero la amplitud de su influencia no coincide con su población.

Los latinos representan alrededor del 49 por ciento de la población del área del Inland —pero menos del 30 por ciento de los votantes inscritos de la región, de acuerdo con estimaciones de Statewide Database.

La brecha es en parte porque muchos latinos son o inmigrantes indocumentados o residentes permanentes legales que no han solicitado la ciudadanía estadounidense. Además, un porcentaje desproporcionadamente alto de la población latina es menor de 18 años. Sólo los ciudadanos estadounidenses mayores de 18 años pueden votar.

Pero esa no es la única razón de la diferencia. Un análisis de Statewide Database de estimaciones del censo del 2012 encontró que casi el 37 por ciento de los ciudadanos estadounidenses en edad de votar en el área del Inland son latinos, lo que significa que los latinos elegibles para votar son menos probables de inscribirse para votar que los votantes no-latinos.

Esto sigue una tendencia nacional.

Una de las razones es que los latinos son en promedio más jóvenes, tienen ingresos más bajos y niveles educativos más bajos que los no-hispanos, todos estos son factores que los estudios muestran resultan en una menor participación.

Solá dijo que esas realidades demográficas hacen más desalentadores los esfuerzos del proyecto de inscripción de votantes para persuadir a más latinos a salir a votar en las elecciones estatales, locales, de la junta escolar, además de las presidenciales.

El grupo de Solá es una de varias organizaciones nacionales, regionales y locales que están trabajando para incrementar las inscripciones y participación de votantes latinos en el Inland Empire.

Los solicitantes de votos con Mi Familia Vota, que se centran en la inscripción de votantes y la movilización en seis estados, y tiene su sede de California en Riverside, han estado tocando de puerta en puerta en los hogares latinos del Inland durante semanas.

En una reciente tarde y noche, los miembros del personal, Mariana Torres y Lizeth Cortez estaban caminando por las calles de una parte del Eastside de Riverside de mayoría latina, donde los inmigrantes viven al lado de familias que han vivido en el vecindario durante generaciones. Se enfocan en encontrar a los votantes inscritos que no votan regularmente.

VOTANTES DESILUSIONADOS

Pedro Magaña, de 29 años, se preocupa por cuestiones como la inmigración y la atención de salud. Pero él ve las decenas de millones de dólares que las grandes corporaciones gastan en cabildeo y ve el sistema tan controlado que los votantes como él no puede hacer una diferencia. Planea en no salir a votar en las elecciones de noviembre.

“Con el tiempo me he vuelto bastante cínico”, dijo.

El residente de Eastside, Edgar Barrera, de 38 años, dice que también está desilusionado. Una parte de él se pregunta si realmente importa el voto.

Obama recibió más del 70 por ciento del voto latino en el 2012, de acuerdo a las encuestas de salida. Barrera votó por él dos veces.

Pero a pesar del respaldo latino, Obama no ha hecho lo suficiente sobre la reforma migratoria, ni en la reducción de la enorme diferencia de ingresos entre los ricos y los demás estadounidenses, explicó.

Pero Barrera, un inmigrante mexicano que vivía en los Estados Unidos de manera ilegal cuando era niño y adolescente antes de convertirse en residente legal, y más tarde en ciudadano, dijo que el no votar solamente empeorará las cosas.

“Si más miembros de la comunidad latina votan, posiblemente obtengamos un mejor resultado en cuanto al tema de la inmigración”, dijo. “En cierto modo, todavía tengo fe que las cosas pueden cambiar hacia lo positivo si la personas se involucran y participan en las elecciones”.

Luz Gallegos, directora de programas comunitarios de TODEC Legal Services, un grupo de asistencia a los inmigrantes en Perris, ve una actitud diferente en el tema de salir a votar entre los latinos nacidos en los Estados Unidos y los inmigrantes.

Mientras que muchos latinos nacidos en Estados Unidos pueden expresar su desaliento con el sistema político al no votar, Gallegos cree que los inmigrantes están más motivados que nunca para inscribirse y emitir su voto.

Gallegos dice muchos inmigrantes siguen molestos con las imágenes de la protesta de julio en Murrieta en el que manifestantes anti-inmigración ilegal gritaban contra un autobús lleno con niños y sus padres o tutores.

“La gente pensaba, ‘¿por qué todas esas personas odian a nuestros niños?’”, dijo. “Entonces se dieron cuenta de que esto está sucediendo porque el Congreso no está tomando acción en el tema de la reforma migratoria”.

El director en California de Mi Familia Vota, Arnulfo De La Cruz, dijo que una manera en la que Mi Familia Vota intenta contrarrestar la desilusión, la falta de interés en las elecciones no-presidenciales y la sensación de que el voto no importa es señalar a los posibles votantes la larga lista de leyes que favorecen a los inmigrantes las cuales ya fueron aprobadas por el Congreso de California y el gobernador Jerry Brown firmó — incluyendo las medidas para crear una licencia de conducir para inmigrantes indocumentados y la limitación de la cooperación de la policía local con las autoridades federales de inmigración.

“Las victorias políticas y legislativas son el resultado de nuestra creciente influencia política”, dijo De La Cruz.

De La Cruz reconoció su preocupación por la disminución de votantes latinos. Pero dijo que las nuevas leyes estatales ilustran lo que sucede cuando los funcionarios electos entienden que no pueden ignorar las opiniones e intereses de los latinos.

“Creo que hay enojo y frustración en nuestra comunidad, y en Mi Familia Vota indicamos que hay un lugar para canalizar ese enojo, y es en las urnas electorales”, explicó.

RETRASO EN LA INSCRIPCIÓN DE VOTANTES

Casi la mitad de los latinos del área del Inland que son elegibles para votar no se inscriben, de acuerdo con una comparación de la población latina elegible para votar con los votantes inscritos con apellidos latinos.

470,036: Latinos elegibles para votar en el condado de Riverside en el 2012.

264,059: Personas con apellidos latinos inscritos para votar en el Condado de Riverside para las elecciones generales del 2012.

502,693: Latinos elegibles para votar en el condado de San Bernardino para las elecciones generales del 2012.

271,540: Personas con apellidos latinos inscritos para votar en el condado de San Bernardino para las elecciones generales del 2012.

FUENTES: Votantes elegibles: análisis del Statewide Database de las estimaciones de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Inscripción de votantes: estimado de Statewide Database de votantes inscritos con apellidos latinos. El estimado de votantes elegibles, no incluye a los ciudadanos adultos que no califican para votar debido a encarcelamiento por un delito grave, libertad condicional o la conclusión de un tribunal de incompetencia mental.