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Una foto de Doris Day, una burrita salvaje que hace poco fue rescatada del vertedero del Cañón de San Timoteo en Redlands. Ahora se la mima como a una monarca en el refugio llamado DonkeyLand en el Condado de Riverside.
Una foto de Doris Day, una burrita salvaje que hace poco fue rescatada del vertedero del Cañón de San Timoteo en Redlands. Ahora se la mima como a una monarca en el refugio llamado DonkeyLand en el Condado de Riverside.
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Doris Day es pequeña, tiene mucho pelo y al tocarla se siente muy suave. Parece de algodón, su hocico blanco y sus orejas son largas. Es una burrita silvestre y juguetona a la que la gustan los osos de peluche.

Fue rescatada recientemente del vertedero del Cañón de San Timoteo en Redlands y ahora recibe mimos como si fuese una reina en DonkeyLand, un refugio fundado hace seis años en Moreno Valley.

Los voluntarios del refugio se dedican a rehabilitar a burros heridos y a criar a borreguitos como Doris que se han quedado huérfanos.

Los asnos silvestres son animales protegidos bajo las leyes federales del país por lo que es ilegal matarles, alimentarles, hurtarles, dispararles o lazarles.

Por eso organizaciones como estas piden recordarle a la gente la importancia de respetar el espacio de estos animales silvestres y no complicar su habitat en medio de campos que muchas veces están cercanos a carreteras.

De acuerdo con la Administración Pública de Manejo de Terrenos (BLM), que rige todas las comarcas federales del país, se contaron 3.657 burros salvajes en el estado en 2017. Solamente el estado de Arizona cuenta con más burros (6.241) que California.

Últimamente las autoridades locales han visto la necesidad de imponer ordenanzas para evitar que las personas les den de comer o maltraten. A partir del verano 2017, el Condado de Riverside impodrá multas de 100 a 500 dólares.

El portavoz del Departamento de Servicios Animales del Condado de Riverside, John Welsh, ha expresado que esto es necesario dado que protegerá a las manadas silvestres.

“Queremos asegurarnos que la gente no les dé de comer a los burros”, dijo Welsh en una entrevista reciente con la Radio Pública del Sur de California (SCPR).

Tierra de burros silvestres

No se sabe con exactitud cómo han llegado las manadas de burros silvestres a los campos abiertos que se encuentran rodeadas por las autopistas 215, 60 y 10.

Algunos dicen que han estado en esta zona, moviéndose a su antojo, desde el siglo XIX. Otros dicen que en los años 50 un ganadero trajo del Valle de la Muerte californiano una docena de estos y, desde entonces, se siguen reproduciendo.

También se dice que fueron traídos desde España al desierto suroeste de los Estados Unidos en el siglo XVI.

De acuerdo a la web de Burrolandia, una organización protectora animal sin fines de lucro en Madrid (España), hace más de 6,000 años el burro fue domesticado, usándosele como bestia de carga.

Y a pesar de que en varias partes del mundo se habla de burros salvajes, Burrolandia dice que son domésticos, que fueron abandonados o que se escaparon de sus amos y que se reprodujeron en libertad.

Hoy en día, las manadas de burros salvajes del Inland han sobrevivido en la región gracias a la abundancia de agua natural y vegetación.

A pesar de esto, se siguen enfrentado a peligros como la sequía, los fuegos y la urbanización.

Cuando las manadas se alejan de su territorio campestre y se acercan a las ciudades, algunos desaparecen misteriosamente porque hay gente que les caza furtivamente, se los roban o los atropellan. Algunos residentes también se han quejado porque pueden ser una molestia.

Según los protectores de animales de DonkeyLand, lo que más les perjudica somos nosotros, los humanos. Hay personas con buenas intenciones que, por ejemplo, les ofrecen bolsas de manzanas o zanahorias para darles de comer.

Por esta misma razón creen que los burros silvestres hayan perdido el miedo de acercarse a las personas y a los coches. A consecuencia de esto, se quedan esperando que un vehículo vaya a parar, lo cual no sucede siempre y resulta en un accidente.

“La mayoría de los habitantes aman a los burros silvestres pero se trata de poder convivir juntos (animales y humanos)”, le dijo Amber Le-Vonne Koko, encargada de DonkeyLand a un reportero de The Press-Enterprise. “Los burros hacen su parte y ahora nosotros tenemos que hacer la nuestra”.

El reportero Mark Muckenfuss de The Press-Enterprise contribuyó a este reportaje.

Lo que debe hacer si chocas con un burro:

1) Para el carro. Estaciónalo a una orilla de la carretera y prende las luces intermitentes.

2) Pide ayuda. Puedes marcar el 911 o llamar a la agencia de control de animales. Nunca huyas del lugar del accidente.

3) Espera a que lleguen las autoridades locales. Si se puede salvar al burro, ellas llamarán a DonkeyLand.

4) No te acerques al burro herido ya que este que puede asustarse, fugarse o puede que te muerda o patee.

5) En el caso que se haya muerto el burro, las autoridades se encargarán de removerlo.

Para reportar a un burro silvestre puede llamar a la agencia que le corresponde:

Departamento de Servicios Animales del Condado de Riverside: (951) 358-7387

Control de Animales de Moreno Valley: (951) 413-3790

Control de Animales de Redlands: (909) 798-7644

Fuente: Página de Facebook de DonkeyLand