Va a ser algo difícil para que gane la costa Oeste en el juego All-Star, el domingo 17 de febrero, ya que Kobe Bryant afirmó que probablemente ni siquiera volteará a ver a sus compañeros de equipo Chris Paul y Blake Griffin, de los Clippers.
Y, ¿quién lo puede culpar? Después de la paliza que sufrieron ante los Clippers, el jueves por la noche, nadie. Fue un juego que de nuevo volvió a sacar a relucir las claras deficiencias que siguen teniendo el morado y amarillo.
“No estoy muy contento ahorita”, dijo un Bryant frustrado. “Hemos estado jugando mucho mejor, esta noche definitivamente no es un ejemplo de ello”.
Palabras jamás antes probando ser tan ciertas.
Antes de su juego contra los Clippers, los Lakers habían ganado siete de sus últimos 10 partidos, pero ¿quién mejor para bajarles los ánimos que sus compañeros de casa? Y qué manera de hacerlo: lloviendo tres, 16 canastas de tres puntos, es decir.
“Creo que es algo desafortunado y decepcionante”, dijo Steve Nash ante la derrota. “Ha sido extremadamente frustrante”.
“Ha sido difícil. (Necesitamos) hallar la forma de unirnos”, continuó Nash. “No hemos encontrado la identidad con que hacerlo”.
En medio de un ambiente sombreo lleno de caras apachurradas, algunos lograron (aunque sea de dientes para fuera), decir algo alentador.
“Es un paso hacia atrás. Necesitamos reagruparnos”, dijo Bryant. “No es un sentimiento bueno cuando las cosas se ponen difícil (pero) tenemos que seguir hacia adelante y estar listos para el reto”.
Dwight Howard estuvo de acuerdo.
“(Tenemos que) seguir jugando juntos, tenernos confianza una al otro y continuar teniendo fe”.
