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Miembros del equipo de trabajo de la organización OCIYU, junto a los premiados en su gala anual: Jonathan Bibriesca y las abogadas Sabrina Rivera y Jennifer Lee Koh, de la Clínica de Inmigración en Western State College of Law.
Miembros del equipo de trabajo de la organización OCIYU, junto a los premiados en su gala anual: Jonathan Bibriesca y las abogadas Sabrina Rivera y Jennifer Lee Koh, de la Clínica de Inmigración en Western State College of Law.
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Integrantes de la Organización Juvenil de Inmigrantes del Condado de Orange (OCIYU) tuvieron su gala anual para premiar a otros jóvenes que, como ellos, quieren lograr cambios sociales mediante el activismo y la abogacía por los derechos de los inmigrantes indocumentados: Las abogadas Jennifer Lee Koh, Sabrina Bibriesca y el activista Jonathan Bibriesca.

En medio del ambiente festivo en el Centro de Recursos Familiares El Modena, de la ciudad de Orange, ellos reconocieron que bajo la actual administración del presidente Donald Trump, sus ataques a la comunidad inmigrante y su reciente indulto al verdugo y violador de derechos civiles de los latinos, el ex sheriff Joe Arpaio, “ser inmigrante y persona de color [en Estados Unidos] es más difícil y doloroso”.

“Ahorita hay mucho pánico, porque nadie sabe lo que va a pasar [con el presidente Donald Trump]”, dijo Fabiola Jácome, directora de programas y defensa de la deportación de OCIYU. “Nuestros padres están cada vez más preocupados y tenemos que luchar para vivir libres de explotación y persecución”.

OCIYU fue fundada en 2004 con la misión de defender a los indocumentados en el condado de Orange y organizar a los indocumentados jóvenes.

En el pasado, miembros de OCIYU desempeñaron roles importantes en las campañas estatales y federales del DREAM Act, el programa de Acción Diferida para Aquellos Llegados en la Niñez (DACA), el Acta de Confianza de California (Trust Act) y las licencias de conducir para indocumentados, así como las bases para la fundación de la Alianza para la Justicia Juvenil de Inmigrantes de California (CIYJA).

Desde aquellos esfuerzos, OCIYU ha evolucionado y este año lideraron los esfuerzos que culminaron en la liberación de todos los refugiados transgéneros que estaban en la cárcel de Santa Ana; obtuvieron (junto a otras organizaciones como Resilience OC) que el ayuntamiento declarara a esa ciudad “santuario) y concedieran una de las ordenanzas más estrictas que prohíbe la colaboración entre oficiales de policía y las autoridades migratorias. De hecho, lograron la cancelación del contrato entre los Servicios de Inmigración y Aduanas (ICE) y la ciudad.

Recientemente presionaron a los funcionarios de gobierno de Santa Ana por la creación de un sistema universal de representación legal para ayudar a la defensa de deportación de miembros de la comunidad.

Tiempos difíciles para los inmigrantes

“Creo que estamos viviendo tiempos difíciles para los inmigrantes”, dijo la abogada Jennifer Lee Koh, profesora de leyes n directora dela Clínica de Inmigración en Western State College of Law. “Yo me siento orgullosa de los organizadores de OCIYU por celebrar en estos tiempos de retos y conflictos porque pienso que habrá más detenciones y deportaciones [de inmigrantes], pero la resistencia será más fuerte”.

Sabrina Rivera, integrante del equipo legal que defendió la ordenanza de ciudad santuario en Santa Ana y la representación legal universal para inmigrantes como respaldo de OCIYU, dijo que como abogada ha colaborado para educar a la comunidad para que conozca sus derechos y los cambios a las leyes.

“Uno de los logros más importantes que hemos obtenido es la representación universal de las personas que pueden enfrentarse a un proceso de deportación y que no tienen un abogado que los defienda”, dijo Sabrina a Excélsior. “Queremos ayudar al mayor número de familias que podamos y nos vamos a concentrar en detener deportaciones”.

Por su parte, Jonathan Bibriesca, miembro de la Alianza para la Justicia Juvenil de Inmigrantes de California (CIYJA) dijo que para él y una docena de organizaciones que defienden a los inmigrantes, “en la actualidad, lo más importante es actuar en contra de los esfuerzos de colaboración de la policía con ICE”.

“Creo que a nivel local [en las ciudades] podemos hacer mucho más que a nivel federal”, indicó el joven de 32 años nacido en la ciudad de México y emigrado a los 14 años a Estados Unidos, junto con el resto de su familia para reunirse con su padre; nuestro enfoque es tener a la comunidad organizada, que es donde podemos ser más fuertes para detener las deportaciones”.

A lo anterior, coincidió Fabiola Jácome, primera mujer en la historia que dirige las riendas de OCIYU, aunque agregó que hay mucho enojo en la comunidad latina, por el perdón presidencial al ex sheriff Joe Arpaio, de 85 años, acusado de desacato civil por no cumplir la orden de acabar los patrullajes de tránsito y persecución enfocados en inmigrantes hispanos del condado Maricopa, en Arizona.

“En nuestra comunidad hay mucho dolor, y específicamente en la comunidad de Arizona”, dijo Jácome. “Al mismo tiempo tenemos que recordar que él ya no es el alguacil; lo único que se ha perdido es el tiempo que iba a estar en la cárcel, mientras que a nosotros nos esperan más luchas y más batallas y a él nadie lo va a recordar”.