Skip to content
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Dos familias se unen después de que un intercambio de donantes de riñón ofrece a sus seres queridos los trasplantes que habían estado esperando durante años

 

Nina Sánchez, de 27 años de edad, estaba embarazada de 13 semanas cuando los doctores le dieron la devastadora noticia de que padecía insuficiencia renal. En un momento en que la mayoría de las madres están ansiosas esperando la llegada de sus bebés, Sánchez luchaba con un angustiante diagnóstico. Ahora, su nueva prioridad no era solo su propia salud, sino mantener a su bebé vivo y saludable. Durante el séptimo mes de embarazo, se sometió a diálisis. Poco tiempo después, a pesar de que el parto se adelantó seis semanas, nació su bebé, afortunadamente, saludable.

Ahora que había nacido su hija de manera segura, se abría la serie de opciones terapéuticas para Sánchez. El equipo de especialistas en trasplantes de Northwestern Medicine decidió que iba a necesitar un trasplante de riñón o tendría que hacerse diálisis el resto de su vida. Fue ahí que comenzó la búsqueda de un donante vivo compatible. El hermano de Sánchez, Sam Vega, se hizo la prueba y pero no era un donante compatible.  Justo cuando parecía que nunca iba a conseguir el trasplante que necesitaba con desesperación, Sánchez recibió un llamado del programa de trasplantes de Northwestern donde le avisaban que se había identificado a un candidato compatible a través de lo que se conoce como trasplante de intercambio de donantes. Con esta herramienta, se hace coincidir a una pareja incompatible de donante-receptor con otra, para poder hacer el intercambio de órganos.  

“Cuando mi doctor me dijo que habían encontrado un riñón para mí, me sentí muy aliviada. Tenía miedo de no poder estar para criar a mi hija”, dijo Sánchez.

Sin saberlo hasta ese momento, Sánchez y su hermano coincidieron con una pareja de padre e hija en términos de compatibilidad. Al igual que Sánchez, Lino Martínez, de 69 años de edad y padre de siete hijos, padecía insuficiencia renal. Su hija, María Ortega, fue su donante, pero no era compatible. Cuando los doctores sugirieron que participaran en un intercambio de donantes, dijo que la opción fue fácil.  “Haría cualquier cosa por mi padre”, dijo Ortega. “Esto fue una pequeña obra que pude hacer para darle una segunda oportunidad de vida”.

Y al igual que Ortega, cuando le ofrecieron a Vega la posibilidad de dar su riñón a un completo desconocido para que su hermana pudiera recibir uno, dijo que no tenía ninguna duda al respecto. “Estaba agradecido de dar vida a otra persona para que mi hermana pudiera tener también una segunda oportunidad”.

Martínez recibió el riñón de Vega y Ortega donó el suyo a Sánchez. Después de realizarse los trasplantes tan esperados, las dos familias manifestaron que había forjado una unión que duraría para toda la vida.

Martínez y Sánchez estuvieron de acuerdo con que después de años de estar enfermos y hacerse diálisis, tenían una nueva perspectiva de la vida. “Esta experiencia ha cambiado todo para mí”, dijo Sánchez. “Ahora puedo vivir una vida saludable y plena y ser la madre que mi hija merece”.

Para obtener más información acerca del Programa de Trasplantes para Hispanos del Northwestern Memorial, visite el sitio http://trasplante.nmh.org, o para comunicarse con un operador bilingüe, llame al 312-695-0828.


Vocabulario

1. Kidney failure: Insuficiencia renal

2. Therapeutic: Terapéuticas

3. Paired exchange transplant: Pareja incompatible de donante-receptor

4. Matched: Coincidieron

5. Forged: Forjado


Young Mother, Beloved Father Share Special Bond

Two families unite after kidney paired exchange gives loved ones long-awaited transplants

When 27-year-old Nina Sanchez was 13 weeks pregnant, doctors gave her the devastating news that she had kidney failure. At a time when most mothers are eagerly awaiting the journey of pregnancy, Sanchez was grappling with a distressing diagnosis. Her new priority was now, not only her own health, but keeping her baby alive and healthy. During her seventh month of pregnancy, she went on dialysis. Shortly thereafter, she delivered a, thankfully, healthy baby girl, although six weeks early.

Now that her daughter had safely arrived, it opened the realm of therapeutic options for Sanchez. Her team of transplant specialists at Northwestern Medicine determined she would need a kidney transplant or face dialysis for the rest of her life. The search for a living-donor match began. Sanchez’s brother, Sam Vega, was tested and found to be an incompatible donor. Just when it seemed she would never get the transplant she so desperately needed, Sanchez received a call from Northwestern’s transplant program with news that a match had been identified through what’s known as a paired exchange transplant, which matches one incompatible donor-recipient pair to another enabling an organ exchange. 

“When my doctor told me he found a kidney for me, I was so relieved,” said Sanchez. “I was scared that I wasn’t going to be around to raise my daughter.”

Unbeknownst to them at the time, Sanchez and her brother were matched to a father-daughter twosome. Like Sanchez, Lino Martinez, a 69-year-old father of seven, suffered from kidney failure. His daughter, Maria Ortega, was his donor, but wasn’t compatible. When doctors suggested they participate in a paired exchange, she said the choice was easy.  “I would do anything for my father,” said Ortega. “It was a small thing I could do to give him a second chance at life.”

And like Ortega, when Vega was offered an opportunity to give his kidney to a complete stranger so his sister could receive a kidney, he said he didn’t think twice. “I was honored to give life to someone else so my sister could have a chance too.”

Martinez received Vega’s kidney and Ortega donated to Sanchez. Following their much-awaited transplants, the two families say they have forged a bond that will last forever.

Martinez and Sanchez agreed that after years of being sick and on dialysis, they have a new outlook on life. “It has changed everything for me,” said Sanchez. “I can now live a healthy and fulfilling life and be the mother my daughter deserves.”

For more information about Northwestern’s Hispanic transplant program, visit trasplante.nmh.org, or to speak with an operator, please call 312-695-0828.