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PATERSON, New Jersey, EE.UU.-  Un hospital de New Jersey ha lanzado un programa de alternativas a los opiáceos para reducir el abuso de esas drogas que han ayudado a provocar una crisis mortífera.

El centro médico St. Joseph’s Regional en Paterson utiliza protocolos de alternativa a los opiáceos en su sala de emergencias desde enero. El jefe de medicina de emergencia en el hospital, Mark Rosenberg, dijo que el objetivo es tratar a la mayoría de los pacientes sin opiáceos antes de recurrir a ellos.

“El dolor crónico siempre empieza con dolor agudo. También sabemos que el abuso de drogas comienza con la primera dosis”, dijo Rosenberg. “Si podemos dejar de usar los opiáceos antes de la primera dosis, la gente no se volverá adicta”.

En los dos primeros meses del programa, el 75% de los 300 pacientes a los que se aplicó el programa Alternativa a los Opiáceos (ALTO, por sus siglas en inglés) no tuvieron que consumir opiáceos, dijo Rosenberg. Los médicos usan drogas no opiáceas como el acetaminofén o antiinflamatorios y métodos para bloquear las neuralgias.

En tanto, funcionarios policiales y de salud pública de todo el país se esfuerzan por doblegar la temible crisis.

Los opiáceos son drogas altamente adictivas que incluyen analgésicos de venta bajo receta como codeína y morfina, así como narcóticos ilegales como la heroína. Más de 29.000 personas murieron de consumo excesivo de opiáceos en todo el país en 2014, la cifra más alta desde que se llevan estadísticas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Los CDC dieron a conocer este mes las primeras normas nacionales para recetar opiáceos. Recomiendan a los médicos intentar primero con analgésicos no opiáceos, terapia física y otros métodos para tratar el dolor crónico.

Las salas de emergencia se encuentran en la primera línea de fuego contra la epidemia, según Andrew Kolodny, director de una organización médica promotora de recetar responsablemente los opiáceos. Tratan con gente que sufre dolor intenso, adictos que mienten sobre sus síntomas para obtener medicamentos y pacientes con sobredosis.