A días de que el presidente de México Enrique Peña Nieto anunciara nuevas medidas para “mejorar la seguridad, la justicia y el Estado de Derecho” en el país, la presión por resolver la desaparición de 43 normalistas del estado de Guerrero continúan, van en aumento e incluso cruzan fronteras.
Y es que el clamo popular de “Vivos se los llevaron, Vivos los queremos”, se pudo escuchar el miércoles, 3 de diciembre en el plantel universitario de La Verne de la misma ciudad donde alrededor de 50 estudiantes exigieron justicia y una investigación internacional en el caso.
“Esos jóvenes desaparecidos tienen nuestras edades, esto nos pudo pasar a nosotros. Exigimos que el gobierno de México esclarezca lo sucedido y para eso debe haber una investigación internacional. Ya estamos cansados de tanta injusticia”, comentó Abril Camarena, de 20 años de edad.
La impotencia, el dolor y rabia se reflejó en el rostro de Camarena, mientras que la frustración con el sistema de gobierno mexicano por momentos le impedían hablar. En su mejilla llevaba marcado el número 43, número exacto de las sillas que fueron colocadas en el parque Sneaky del plantel universitario como apoyo a los jóvenes desaparecidos.
En un acto simbólico, Camarena nombró cada uno de los 43 nombres de los jóvenes desaparecidos en Iguala, Guerrero, México el pasado 26 de septiembre – todos ellos estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
Ahora se sabe que los jóvenes se dirigían a una manifestación en la Ciudad de México en conmemoración de la matanza de Tlatelolco cuando fueron interceptados por elementos del orden de Iguala y Cocula y eventualmente entregados al grupo delictivo Guerreros Unidos. Hasta el momento se desconoce su paradero.
Se sabe que la orden de detención fue dada por el ex alcalde José Luis Abarca quien supuestamente tiene nexos con el crimen organizado. Abarca fue arrestado junto a su esposa María de los Ángeles Pineda el pasado 4 de noviembre. Ambos fueron recluidos en un penal federal.
Para la presidenta del plantel universitario, Devorah Lieberman, estos actos son inconcebibles y recuerdan porque la educación y la responsabilidad cívica van de la mano cuando se desea un cambio positivo en la sociedad.
“La Universidad de La Verne comparte el dolor por los estudiantes desaparecidos con las familias. Nos unimos en la lucha por la justicia. No descansaremos hasta que nuestras voces sean escuchadas”, comentó Lieberman.
La protesta conto con la participación del profesor emérito José Calderón, quien aplaudió los esfuerzos del estudiantado local e instó a los jóvenes en general a levantar la voz en pos de la justicia.
Antes de concluir, los estudiantes postraron una veladora en cada silla vacía que tenía el rostro y nombre de cada uno de los jóvenes desaparecidos en señal de esperanza por su pronto regreso a casa.
Los estudiantes se unieron así a residentes de la ciudad de Pomona, en donde el Concejo aprobó la noche del lunes, 1 de diciembre, una resolución que exige una investigación internacional para esclarecer el caso.
Así mismo se unieron a las voces de cientos de miles de personas en México y alrededor del mundo que claman justicia y la renuncia de Peña Nieto.
