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Washington.- El Departamento de Justicia (DOJ, en inglés) y el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) anunciaron que perseguirán a las empresas con una proporción alta de trabajadores extranjeros, para evitar fraudes en los visados.

En un comunicado, el USCIS aseguró que adoptará “un enfoque más específico” en el control a los solicitantes del visado H-1B, también de los que trabajen en una compañía distinta a la registrada para el permiso o cuando no se pueda validar la información comercial básica del empleador a través de datos disponibles.

El Gobierno ha realizado este anuncio en el día en el que comienza a aceptar peticiones para el visado H-1B para el año fiscal 2018 (del 1 de octubre de 2017 al 30 de septiembre de 2018), envuelto en la polémica suspensión temporal del proceso exprés para acceder a este tipo de visado.

El ejecutivo anuló, por un periodo de hasta seis meses, el proceso exprés para acceder al visado H-1B, que permitía a los posibles beneficiarios tramitar su permiso de trabajo en 15 días hábiles a cambio del pago adicional de 1.225 dólares.

Este programa de visados H-1B permite a las compañías nacionales contratar temporalmente a trabajadores extranjeros en puestos de alta cualificación y relacionados con ciencias, ingeniería y tecnología, razón por la que es uno de los más frecuentes en las empresas de Silicon Valley.

El límite numérico, establecido por el Congreso, es de 65.000 visados H-1B por año fiscal, aunque existe un número extra de 20.000 disponibles para aquellos que han terminado un máster o un grado en el universidades del país (lo que se conoce popularmente como “exención por grado avanzado”).

“Demasiados trabajadores estadounidenses que están tan cualificados y dispuestos (como los extranjeros) y que merecen trabajar en estos campos han sido ignorados o injustamente perjudicados”, afirmó el USCIS en un comunicado.

“La protección de los trabajadores estadounidenses mediante la lucha contra el fraude en nuestros programas de inmigración basados en el empleo es una prioridad para el USCIS”, agregó.

A partir de ahora, las visitas del servicio de inmigración a los centros de trabajo serán “más probables” con el objetivo de “determinar si los empleadores dependientes de H-1B están evadiendo su obligación de hacer un esfuerzo de buena fe para reclutar trabajadores estadounidenses”.

El USCIS comunicó que continuará las visitas aleatorias y no anunciadas en todo el país que empezaron en 2009 dirigidas a identificar a los empleadores que “abusan del sistema”.

“Los empleadores que abusan del programa de visados H-1B afectan negativamente a los trabajadores de EE.UU., disminuyendo los salarios y las oportunidades de trabajo al importar más trabajadores extranjeros”, añadió el USCIS en el comunicado.

Por ello, han abierto una dirección de correo electrónico para recibir información que será investigada y remitida a los organismos competentes para “disuadir y detectar el abuso”.