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 Los miembros de la audiencia recibieron 30 segundos para expresar sus opiniones.
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ANAHEIM – Cerca de 600 partidarios y opositores de un propuesto albergue para indigentes se reunieron el miércoles por la noche para expresar preocupaciones que iban desde una potencial alza en la delincuencia en los vecindarios aledaños hasta lo que pasaría con las personas necesitadas si la instalación de 200 camas no abre sus puertas.

Representantes del Condado de Orange y las Ciudades de Anaheim y Fullerton explicaron como el propuesto albergue operaría y sería asegurado si abre sus puertas en una bodega vacante en el bloque 1000 de N. Kraemer Place, en una zona industrial conocida como Anaheim Canyon.

“Es hora de que ayudemos a los veteranos”, señaló Curtis Gamble, veterano de la Marina que ha sido indigente por seis años, dirigiéndose a las personas reunidas en el foro en la Iglesia Eastside.

“Servimos al país, protegimos sus intereses”, dijo Gamble. “Es hora de que ustedes nos protejan a nosotros”.

La mayoría de los partidarios del refugio fueron parte de grupos defensores de los indigentes, caridades e iglesias que proveen servicios para ellos. Sus opositores incluyeron a propietarios de negocios y residentes que dijeron que el propuesto albergue estaba demasiado cerca.

“Van a caminar por las aceras y no va a ser seguro para mis trabajadores”, dijo George Schaffer, propietario de UDC Corp., que se encuentra en el mismo bloque que el sitio del albergue.

“No estoy en contra de los refugios para indigentes, pero ese no es el lugar indicado”.

Angie Armenta, una maestra jubilada de Anaheim, dijo que no quería que sus nietos “fueran expuestos al peligro y a una sensación al estilo (de la icónica calle para indigentes de Los Angeles) Skid Row en el Parque Rio Vista”, ubicado a una milla y media del propuesto albergue.

Caroline Alatorre les dijo a los opositores que cualquier persona podía llegar a ser indigente, y que ella estaba “indignada que les importara más el valor de su propiedad que el valor de la vida humana”.

El Concejo de Supervisores del Condado de Orange podría decidir tan pronto como noviembre si transforma a la bodega Kraemer en un refugio para indigentes, equipado con un centro de servicios múltiples que brindaría a sus ocupantes servicios de salud, empleo, vivienda y otros. Funcionarios del condado esperan culminar la compra de 4.2 millones de dólares del sitio de 1.87 acres para el fin de mes.

Las personas indigentes que quieran permanecer en el refugio deben de reservar un espacio y ser sometidos a una investigación de antecedentes para evitar que delincuentes sexuales registrados y criminales buscados ingresen al lugar, según Karen Roper, directora de Servicios Comunitarios del Condado de Orange.

Personas sin reserva no serán admitidas, pero hasta el 10 por ciento de las camas del refugio serán designadas para personas enviadas al lugar por agencias de cumplimiento de ley. Guardias de seguridad privados y sin armas patrullarán la propiedad, la cual también estaría equipada con detectores de metales, cámaras e iluminación exterior.

Hubo 11,962 llamadas de policía involucrando a indigentes en Anaheim durante el ciclo fiscal del 2014-15, según el jefe de Policía de Anaheim, Raúl Quezada. Si el refugio abre sus puertas, Quezada dijo que oficiales de policía adicionales serían colocados en el Equipo de Alcance a Indigentes del Departamento de Policía, establecido hace dos años para construir una relación con el creciente número de indigentes que vive en la ciudad más poblada del Condado de Orange.

Más de 4,400 fueron catalogados como indigentes durante un conteo nocturno realizado en el Condado de Orange a principios de este año, un aumento del 5 por ciento con relación al 2013, de acuerdo a la Comisión para Poner Fin a la Indigencia del condado.

Pero antes de la reunión comunitaria, Judd Estrada se sentó con un grupo de 10 indigentes en el Parque La Palma de Anaheim. Todos dijeron que se beneficiarían del refugio.

“La gente que se opone siempre estará opuesta a un refugio”, dijo Estrada. “Pero ellos deberían vivir un día como lo hacemos nosotros”.