De repente, siente un dolor en el pecho. “No tiene importancia”, se dice a sí mismo. Pero el dolor regresa. No hay tiempo para estos trastornos. Se está poniendo hipocondríaco y es sólo una falsa alarma. Pero, tal vez, en el fondo, le aterroriza admitir que está sufriendo un ataque al corazón.
No hay dudas. El dolor en el pecho es algo que no se puede tomar a la ligera. Pero, lamentablemente, según datos de la Asociación Americana del Corazón (AHA), la mitad de las personas que padecen de un ataque cardiaco esperan más de dos horas antes de pedir ayuda. Aunque cada año mueren 250,000 personas antes de llegar al hospital, una acción inmediata podría evitar muchos de esos fallecimientos.
El ataque cardiaco puede ocurrir de manera súbita e instantánea. Pero también aparece sin darnos cuenta. Según la AHA, entre los síntomas indicativos de un posible ataque cardiaco figuran:
Presión, constricción, sensación de llenura o dolor incómodo en el centro del pecho. Cualquiera de esas sensaciones puede durar más de unos minutos o desaparecer y reaparecer posteriormente.
Dolor o molestia en uno o ambos brazos, espalda, cuello, mandíbula o estómago.
Falta de aire que acompaña la molestia en el pecho, o que ocurre con anterioridad a la misma.
Sudores fríos, náuseas o mareos.
No todos estos síntomas acontecen en cada ataque cardiaco, pero, si nota la presencia de algunos, debe pedir ayuda. Si piensa que está experimentando un ataque cardiaco, llame inmediatamente el 911 o a los servicios locales de emergencia. Si no tiene acceso a esa ayuda, que alguien lo lleve en automóvil al hospital. Maneje sólo si no tiene otra solución posible para llegar al hospital.
Aunque usted no puede controlar factores como una historia clínica familiar de infartos, su edad o los trastornos cardiacos preexistentes, sí hay otras formas de reducir los riesgos de padecer un ataque cardiaco. Controle su alimentación con una dieta con poca grasa saturada, colesterol y sal. Controle asiduamente su salud mediante el control del peso, los análisis médicos regulares, el monitoreo del colesterol y la presión arterial. También debe dejar de fumar y mantenerse físicamente activo mediante la práctica de ejercicios.
