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Familia de hombre desarmado que fue balaceado y asesinado por policía de Santa Ana presenta una demanda federal de derechos civiles.
Familia de hombre desarmado que fue balaceado y asesinado por policía de Santa Ana presenta una demanda federal de derechos civiles.
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SANTA ANA – La familia de un joven desarmado de 18 años de edad, que recibió disparos y fue asesinado mientras huía de los oficiales, ha presentado una demanda de derechos civiles contra la ciudad de Santa Ana.

Abogados de la familia, en una denuncia presentada en el tribunal federal de Santa Ana, afirman que el oficial David Prewett usó “fuerza excesiva y/o irracional”, disparando a Steve Salgado tres veces en la espalda.

“Esta sangrienta muerte por disparos hacia Steve Salgado ha provocado indignación en la comunidad de Santa Ana y múltiples protestas organizadas por la comunidad contra los acusados”, escribió el abogado Humberto Guizar en la demanda.

Una portavoz de la ciudad sólo dijo que la Oficina del Procurador de la Ciudad está revisando la demanda, que nombra a la ciudad, al Departamento de Policía y a Prewett como acusados.

En julio, la Oficina del Fiscal del Condado de Orange, encontró que hay “evidencia insuficiente” de que Prewett es criminalmente culpable por disparar a Salgado durante una persecución del 29 de enero, en la cuadra del número 400 de la calle South Birch.

Según un informe que describe las conclusiones de la Fiscalía, Prewett y otros cinco oficiales estaban patrullando el barrio alrededor de las 4:40 p.m. cuando vieron un vehículo ocupado estacionado en medio de un callejón, bloqueando el tráfico.

Salgado salió del asiento delantero del pasajero y corrió, según el informe, con Prewett persiguiéndolo a pie mientras otros oficiales seguían en sus vehículos.

Prewett declinó proporcionar una declaración a los investigadores de la Fiscalía. Pero otro oficial les dijo que durante la persecución, Salgado “mantuvo un objeto firme dentro del bolsillo derecho de sus pantalones cortos”.

Según el informe de la fiscalía, Prewett ordenó a Salgado que “dejara caer la pistola”. Salgado siguió corriendo, según el informe, mirando a los oficiales antes de que Prewett le disparara tres veces.