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Hilda Pacheco-Taylor, de Irvine, es la presidenta de Corazón de Vida.
Hilda Pacheco-Taylor, de Irvine, es la presidenta de Corazón de Vida.
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Hilda Pacheco-Taylor ya no puede cuidar de sus hermanos como lo hizo cuando era niña, pero ella ha asumido la responsabilidad de cuidar a los cientos de otros niños que viven en orfanatos de México.

La residente de Irvine de 49 años de edad, es fundadora y presidente de Corazón de Vida, una organización sin fines de lucro que apoya a más de una docena de orfanatos en Baja California, México.

Su objetivo es ayudar a los niños a vivir con el mismo calor y la seguridad que ella tuvo cuando su madre la envió junto a sus hermanos a Puerta de Fe, un orfanato en La Misión.

A los ocho años, Pacheco-Taylor encontró que su nuevo hogar era una especie de refugio. A pesar de que fue separada de su madre (que trabajaba demasiado como para poder ver a los niños) y sus hermanos (que pasaron un año en un orfanato diferente), Pacheco-Taylor estaba feliz de tener tres comidas calientes al día y de que ya no era responsable de sus hermanos.

Los ocho años que pasó en el albergue junto con sus hermanos, fueron buenos.

Pero en una visita 14 años más tarde, ella encontró que el orfanato era sólo un esqueleto de lo que había sido.

“Parece un pueblo fantasma”, dijo. “Los frijoles y las papas fritas eran la comida del día”.

Ella dijo que el hogar que una vez albergó a cerca de 100 niños, ahora tiene cerca de 30. Sólo unos cuantos miembros del personal habían recibido su pago y estaban luchando por pagar el recibo de luz.

Ella dijo que México no tiene un sistema de crianza o bienestar al que las familias puedan recurrir. El dinero para apoyar a los niños huérfanos o abandonados proviene de la iglesia y de donantes privados.

Pacheco-Taylor sintió de inmediato un llamado a la acción.

“Mi primer pensamiento fue que tenía que conseguir patrocinadores”, dijo. “No tenía idea de cómo empezar una fundación”.

Cuando regresó a Irvine comenzó a pedir ayuda entre sus personas más allegadas. Sus empleadores en lo que ahora se llama Supplier Excellence Alliance, no sólo accedieron a patrocinar el orfanato, sino que también le ayudaron a empezar con Corazón de Vida, y siguen siendo una parte importante de la organización.

Actualmente, Pacheco-Taylor es presidente de Corazón de Vida, que se compromete a ayudar de 16 a 50 huérfanos en Baja California.

El grupo también ayuda a Maribel Guillén Lane, de 19 años de edad, quien ha vivido en el orfanato de El Faro en Tijuana y Rancho El Faro de Ensenada.

Guillén ha sido la primera del orfanato en graduarse de la escuela secundaria e ir a la preparatoria. El dos de enero se montó en el Kit Kat Clocks del torneo del Desfile de las Rosas 2012.

Corazón de Vida se enfoca en proporcionar lo básico a los orfanatos que patrocinan. Pacheco-Taylor dijo que las necesidades de los orfanatos costarían alrededor de 1 millón de dólares por año; Corazón de Vida recibe alrededor de 600,000 a través de patrocinadores.

El grupo patrocina una excursión mensual a Baja California, durante la cual los miembros visitan los orfanatos. Ella dijo que esto permite a los donantes ver a dónde va su dinero.

Los viajes suelen incluir a unos 40 o 50 voluntarios. El grupo cuenta con unos 3,000 voluntarios en total.

Laura Anderson comenzó como voluntaria en la organización, como parte de su trabajo en Street Surfing de Irvine. El negocio es un patrocinador y ella colabora a menudo con las obras a beneficio de Corazón de Vida.

“Soy muy cuidadosa de a quién doy mi dinero y mi tiempo”, dijo.

Anderson dijo que el grupo se enfoca en conseguir las necesidades de los niños, pero ha comenzado a centrarse también en el fomento a su permanencia en la escuela secundaria y considerar la universidad, algo que muchos no pueden experimentar.

De acuerdo con Anderson, toma cerca de dos años lograr que un niño vuelva a la escuela después de haber estado en un orfanato.

Es raro para estos niños ir a la universidad y muchos ni siquiera pueden terminar la escuela secundaria, de acuerdo con Pacheco-Taylor, pero ella dice que estudiantes como Guillén Lane inspiran a todos.

Anderson dijo que ellos tratan de ayudar a los estudiantes que han salido de los orfanatos en la enseñanza de las cuentas bancarias y otras tareas del hogar, pero con recursos limitados y no es mucho lo que pueden hacer.

“Los apoyamos en la universidad, los ayudamos con herramientas para la vida”, dijo, “pero necesitan tener los fundamentos primero”.

Para más información acerca de Corazón de Vida, visite www.corazondevida.org