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Morgan DePalma, de siete años, hace lagartijas como parte de un programa cuyo enfoque es ayudar a niños pasados de peso. Es importante que los padres quieran hacer un cambio en las vidas de sus hijos, para que esto no les suceda a ellos. (John Moore/Getty Images)
Morgan DePalma, de siete años, hace lagartijas como parte de un programa cuyo enfoque es ayudar a niños pasados de peso. Es importante que los padres quieran hacer un cambio en las vidas de sus hijos, para que esto no les suceda a ellos. (John Moore/Getty Images)
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Sepa que puede hacer para que sus hijos cambien su estilo de vida

 

¿Su hijo tiene rollitos pero ya no es un bebé? ¿Se le sacude la pancita cuando corre? ¿Ya tiene lonjas y ni siquiera ha llegado a la pubertad?

Si alguna de estas cosas le suena familiar, lo más seguro es que su hijo tenga sobrepeso.

La obesidad infantil es una gran preocupación dentro de nuestra comunidad. Los niños andan paseándose con panzas más grandes que las de sus padres, mientras se toman un refresco de 32 onzas. Y aun así, los padres tienen miedo de admitir que tienen un problema.

Yo tengo muchos amigos con hijos que están pasados de peso. Algunos están muy preocupados, y otros simplemente no lo quieren aceptar, y ¿cuales son sus excusas?

“Mis hijos no quieren jugar deportes; y no quieren comer vegetales”. ¡Bla, bla, blah!

Me quedo pensando ¿quién es el padre aquí? Algunas personas hasta creen que el gobierno debería quitarles los hijos a los padres que les permiten estar con sobrepeso, porque la obesidad tal vez debería ser considerada una manera de abusar de sus hijos.

Los padres necesitan ver la realidad. No es una mala madre si su hijo tiene sobrepeso, pero sí es una mala madre si se rehúsa a hacer algo al respecto.

Esta generación de niños va a ser responsable de cuidarnos. Con una sociedad de niños que nunca han dejado sus videojuegos, no realizan trabajos, ni hacen ejercicio, entonces ¿qué les va a pasar cuando crezcan? Necesitamos criar hijos saludables, activos, que quieran crecer para llegar a hacer una diferencia en el mundo. La única manera en que eso va a pasar, es si los padres intervienen y se rehúsan a dejar que sus hijos coman sólo comida chatarra.

Las decisiones que toma por sus hijos los afectarán por el resto de su vida. Los padres son los que pueden cambiar esta epidemia de obesidad.

Si están listos para hacer el cambio y no saben que hacer, aquí les paso algunos consejos que tal vez les puedan ayudar:

1. Ya no deje que sus hijos coman comida rápida. Sea estricto, sea un padre y simplemente dígales que no.

2. Deje de comprar refrigerios pre-empacados. Limpie su despensa y done comida a los bancos de alimentos. Elimine toda esa comida de su dieta hoy mismo. Reemplace todas esas cosas con fruta y mucha. Si sus hijos tienen ganas de una merienda y la fruta es lo único que hay en la casa, lo más seguro es que se la van a comer.

3. Hable con sus hijos. Avíseles que está preocupado y que es porque los ama, y porque los quiere ayudar a cambiar su estilo de vida.

4. Ponga todos los videojuegos en una caja y guárdelos. Regrese sus cajas del cable y quite todas las televisiones de los dormitorios. Guarde las bicicletas eléctricas y reemplácelas con bicicletas tradicionales. Inscríbalos en un deporte, karate, baile o algo que los haga hacer mucho ejercicio físico a diario.

5. Comiencen a caminar juntos, como una familia. Después de la cena, salga y disfruten de una caminata juntos.

6. ¡Halague, halague, halague y halague! Cada cosa que su hijo haga hacia lograr ese cambio, merece halagarse. No va a ser fácil para ellos, y mientras más apoyo tengan de sus padres, más exitosos serán.