Pese a que la Iglesia Católica rechaza el culto a la Santa Muerte, su popularidad sigue en aumento
Julio Hernández, de 29 años, es un fiel creyente de la “Santa Muerte”. Recientemente le trajo una planta de trébol que colocó como ofrenda al pie de su imagen dentro de la Botánica ‘Bóveda de la Santa Muerte’ en San Bernardino.
Llegó a ese lugar -relata- porque estaba deprimido y con problemas maritales.
“Tenía una desesperación por mirar a mi mujer. Ella me había sido infiel y resulta que tenía un hechizo, ella no quería que estuviera con otra,” asegura este creyente. “Vengo una vez al mes, le traigo dulces y dinero para que me lo siga multiplicando,” dijo.
“Religión” para muchos, “brujería” para otros, el culto a la Santa Muerte ha estado por generaciones presente en México y ahora también en el Sur de California pese al rechazo a esta práctica por parte de la Iglesia Católica.
El fenómeno se ha extendido de tal manera, que el pasado mes de abril la cadena CNN transmitió el episodio ‘Santa Muerte en la ciudad de México’ como parte de la serie ‘Believer’ que conduce el experto en religión, Reza Aslan, quien afirmó que la “Santa Muerte” tiene 5 millones de seguidores.
RECHAZO
John Andrews, vocero de la Diócesis Católica de San Bernardino, mencionó que la visión, prácticas y principios de la iglesia Católica, Apostólica y Romana no apoyan a la Santa Muerte.
“Entiendo que existen rituales del catolicismo que se aplican a la Santa Muerte, pero eso no está bien. No es aceptable para nuestra iglesia que personas con antecedentes católicos, estén involucrados con la Santa Muerte,” dijo.
Andrews además indicó que “sabemos que existen rituales a la Santa Muerte, pero tú no puedes tener dos maestros”.
Sin embargo, eso no detiene a Julio Hernández, quien empezó a frecuentar ese lugar el año pasado. Le tocó esperar horas para obtener una consulta, esboza.
“Siempre me ha gustado la Santa Muerte, pero ahora soy su devoto. Ella me ha dado salud y trabajo,” confesó este joven originario de Hidalgo.
EL PROFESOR
El Profesor Alfredo Pompa, es el encargado de la Bóveda de la Santa Muerte, tiene 49 años que no aparenta. “Los que trabajamos con la Santa Muerte nos rejuvenecemos,” dijo.
Originario de Zacatecas tiene 30 años en Estados Unidos.
“Los que vienen aquí piden primero por salud, muchos por favores legales y también hago muchísimos trabajos de amor y endulzamientos,” señaló.
En este establecimiento ubicado en la Avenida Waterman, muy cerca de la cárcel, hay dos altares: uno a la entrada, donde se observa la inmensa imagen de la Santa Muerte con un traje de billetes de dólares estampados.
“Yo escogí esta vestimenta porque mucha gente viene a que la ayude con dinero,” expresó.
En el Sur de California existen varios templos en Huntington Park, Lynwood y Los Ángeles.
“Ella es la sanadora, la que escucha y quita todo lo malo… yo hago lo que viene siendo tarot, numerología, endulzamiento, amarres, todo lo referente a la magia. Le decimos profesor, para no llamarlo brujo,” dice Pompa.
Explica que muchas personas son devotas de diferentes santos, como Jesús Valverde, o le rezan al Santo Niño de Atoche o a la Caridad del Cobre.
“Yo me identifico con la Santa Muerte por lo que ha hecho por mí, y lo que he visto hacer en otras personas,” mencionó.
VIENE DE TODO
“Tengo clientes de España, México, Suiza, muy poco centroamericanos, porque ellos creen en San Simón,” explicó.
Entre sus clientes hay agentes de inmigración estadounidenses, quienes le piden amuletos de protección de la Santa Muerte, asegura.
A la Santa Muerte le dan donativos, que pueden ir desde los $200, dependiendo de la petición.
Aquellos que salen de la cárcel, llegan a ese establecimiento, se hincan ante la inmensa Santa Muerte y les dejan un dólar.