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 Valentina López, maestra de Head Start, habla con los niños durante el almuerzo en el Programa Head Start de la Escuela Primaria Arlanza en Riverside el jueves, 21 de mayo 2015.
Valentina López, maestra de Head Start, habla con los niños durante el almuerzo en el Programa Head Start de la Escuela Primaria Arlanza en Riverside el jueves, 21 de mayo 2015.
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A la edad de cuatro años Alexandria Flores Burrell cruzó la frontera con México sin hablar una palabra de inglés.

Pero en cuestión de meses, aprendió el idioma escuchando historias, cantando canciones y haciendo proyectos de arte que le enseñaron los colores y los números.

Su educación temprana fue cortesía de Head Start, un programa que ella dijo le proporcionó una fuerte fundación académica y la llevó a convertirse en una profesional exitosa.

“Estaba preparada una vez que empecé kindergarten”, comentó Flores Burrell, de 54 años y residente de Corona quien posteriormente se convirtió en ciudadana estadounidense y ahora trabaja como terapeuta familiar matrimonial registrada. “Me di cuenta de que tan importante era la educación para mí”.

Flores Burrell asistió a Head Start en 1965, el año en que el presidente Lyndon B. Johnson inició el programa en el Rose Garden de la Casa Blanca como parte de su política de guerra contra la pobreza.

El programa que utiliza fondos federales ofrece educación preescolar y otros servicios para preparar a niños de bajos recursos y necesidades especiales para el kindergarten.

Éste ha beneficiado a 32 millones de niños en todo el país, incluyendo a decenas de miles en el área del Inland, desde su inicio, según funcionarios.

Un programa que le acompaña, Early Head Start, ayuda a mujeres embarazadas y niños de hasta tres años que cumplen con requerimientos de ingresos.

“Para millones de familias, Head Start ha sido una línea de vida”, comentó el presidente Barack Obama en un comunicado presentado el 18 de mayo, para el 50 aniversario del programa. “Para millones de niños, es el inicio de una vida mejor”.

Eliminando barreras

En los Condados de Riverside y San Bernardino, la inscripción en el programa Head Start ha subido y bajado durante la última década.

Siguiendo patrones nacionales, la cifra aumentó con la aprobación del estímulo económico en el 2009 y se redujo cuando el cierre del gobierno federal llevó a recortes presupuestarios cuatro años más tarde. Los fondos fueron posteriormente restaurados y la matriculación aumentó nuevamente.

Aunque muchos dicen que el programa Head Start ayuda a los niños en la escuela y aumenta las tasas de graduación, algunos estudios han cuestionado la efectividad del mismo conforme los niños crecen.

Un informe del Departamento de Servicios Humanos y de Salud del 2012 determinó que Head Start mejora moderadamente la experiencia en las preprimarias y la preparación escolar en ciertas áreas. Algunas ventajas continúan a través del primer grado, pero pocas duran hasta el tercer año, según el informe.

“Los efectos académicos podrían desaparecer si los niños no reciben oportunidades adicionales”, comentó Rollanda O’Connor, profesora en la Facultad de Educación de UC Riverside.

Ella señaló, sin embargo, que los niños de Head Start generalmente sufren menos problemas de salud como obesidad y no presentan problemas mayores de comportamiento al avanzar en la escuela.

“Incluso una reducción en la actividad criminal entre los jóvenes adultos ha sido ligada a Head Start”, comentó. “En general, los jóvenes que asisten a Head Start tienen ‘claras ventajas académicas’ cuando ingresan al kindergarten, agregó.

Los niños que de otra forma estarían en casa viendo televisión, están aprendiendo colores, números, tamaños y formas. Ellos aprenden modales, como llevarse bien con otros niños, como seguir instrucciones y otras habilidades necesarias, según líderes locales del programa.

Además de la instrucción académica, los niños reciben alimento gratuito y un conjunto de servicios.

Los niños reciben pruebas de vista y oído. Dentistas visitan salones de clase de Head Start para revisar los dientes de los niños y los envían a clínicas que ofrecen servicios gratuitos o de bajo costo. Dietistas profesionales les enseñan las familias como preparar alimentos saludables. Especialistas trabajan con los padres para ayudar a los niños con desórdenes de aprendizaje y otras discapacidades.

“Queremos eliminar cualquier barrera que podría interponerse en el camino del aprendizaje”, comentó Esmirna Valencia, directora ejecutiva de Servicios Infantiles y Familiares para la Oficina de Educación del Condado de Riverside.

La oficina dirige 17 programas Head Start y supervisa 11 distritos escolares además de una organización no lucrativa que dirige sus propios programas Head Start.

También se motiva a Los padres de Head Start a participar en la educación de sus hijos.

En un Centro de Rancho Cucamonga, docenas de padres aprendieron recientemente como hacer jardines con sus hijos como parte de una lección sobre plantas y las temporadas, según la directora del programa, Julia Chukumerije. “Los padres de familia están activamente involucrados en todos los lugares, pero acá hacen aún más”, agregó. “Algo ha cambiado que hace que sea mejor de lo que vemos normalmente”.

‘Valiosa inversión’

Head Start es un programa costoso, pero sus partidarios dicen que paga dividendos a largo plazo.

Obama ha solicitado 10,100 millones de dólares para Head Start en el presupuesto del 2016, un aumento de 1,500 millones de dólares con respecto al año actual. La mayoría de esos fondos serán para expandir Head Start y convertilo en un programa de día entero, todo el año.

Los representantes Pete Aguilar, demócrata por Redlands; Ken Calvert, republicano por Corona; y Mark Takano, demócrata por Riverside, han dicho que apoyan el uso de fondos para el programa Head Start.

Los Condados de Riverside y San Bernardino, juntos, esperan invertir 70 millones de dólares en el programa este año.

“Es una inversión absolutamente valiosa por los servicios comprehensivos que podemos proveer”, comentó Diana Alexander, directora de servicios preescolares para el Condado de San Bernardino, el cual dirige 41 sitios Head Start.

“Estos niños van a la escuela con hambre, con caries, con problemas de oído y de la vista, y con problemas familiares… Aunque parezca una gran cantidad de dinero, se necesita aún más”.

Y nadie está más consciente de las necesidades de cuidado diario que Kymberly Russell, quien dirige programas Head Start en el área de Temecula con largas listas de espera.

Muchos niños en el programa provienen de familias con desventajas socioeconómicas. Algunos viven en hogares adoptivos o sus padres no terminar la preparatoria o se encuentran desempleados. Otros llegan con habilidades limitadas de inglés.

Russell dijo que no solamente aprenden a escribir sus nombres, a pronunciar palabras de cuatro sílabas o a conocer la diferencia entre un octágono y un hexágono.

Ellos aprenden a servirse su propia leche, cepillarse los dientes, lavarse las manos e ir al baño por sí mismos, agregó.

“Tenemos estudiantes que llegan sin saber cómo comer por sí mismos”, comentó Laura Martínez, directora del programa Head Start en la Escuela Primaria Arlanza en Riverside, uno de los sitios más antiguos del condado.

‘Base fundamental’

Martínez observaba en una tarde reciente mientras estudiantes de preprimaria practicaban su inglés y comían pollo al estilo tereyaki. David Vázquez, de cuatro años, sonreía al pedirle al asistente docente Boris Sánchez otra porción.

“Me gusta la comida china”, le dijo a su amigo, Damian Zarate, de cinco años. “Es muy parecida a los medallones de pollo”.

En otro salón, la maestra Valentina López felicitaba a los niños por demostrar buenos modales. “Me gusta la forma en la que estás sirviendo de la leche”, le dijo a uno de ellos. “Me gusta la forma en que estas mordiendo tu manzana”, le dijo a otro.

Alejandra Franco recuerda divertirse con sus compañeros cuando participó en Head Start.

Ella era hija de inmigrantes mexicanos, y superó una discapacidad física que culminó en una parálisis parcial de su cuerpo y también afectó su cerebro. Ahora ella se gradua el próximo mes como ‘valeditorian’ en la Escuela Preparatoria Desert Mirage en Thermal y va camino a la Universidad del Sur de California (USC) con la esperanza de convertirse en abogada.

A la edad de tres años, ella tuvo un maestro de Head Start que “le dio un impulso adicional y la atención adicional que necesitaba”.

El interactuar con otros niños en el programa la hizo sentirse mejor de sí misma, agregó.

“El ver a otros niños de mi edad caminando y hablando y aprendiendo me dio un gran deseo de ser como ellos”, dijo Franco, de 17 años y residente de Thermal. “Fue la base fundamental de mi educación”.

Información

En el condado de Riverside: Llame al (951) 826-6617 o visite www.rcoe.us

El condado San Bernardino: Llame al (909) 383-2005 o visite hss.sbcounty.gov/psd

Puede encontrar la oficina de Head Start visite el sitio: www.acf.hhs.gov