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El pasado 13 de abril, voluntarios salieron a las calles desde el Centro para Jóvenes en Edad de Transición o Centro "TAY" para contar el número de menores de 25 años no acompañados en la ciudad de San Bernardino.
El pasado 13 de abril, voluntarios salieron a las calles desde el Centro para Jóvenes en Edad de Transición o Centro “TAY” para contar el número de menores de 25 años no acompañados en la ciudad de San Bernardino.
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No hay estadísticas certeras dado que la población es escurridiza

SAN BERNARDINO Salen empujados por situaciones insostenibles de violencia intrafamiliar, por el abandono de los padres, por abusos sexuales, por drogadicción, por trastornos de salud mental y, algunos quizá, por la atracción de la falsa promesa de libertad realizada por sus amigos que ya se encuentran en esa situación.

“Los menores sin techo son una población que no se deja ver”, dijo Brenda Dowry, directora del proyecto de educación de menores sin hogares del Condado de San Bernardino, “porque no quieren que nadie sepa que no tienen un hogar”.

Y añadió que había más de 35,000 estudiantes “homeless” (sin hogar) en solo el Condado de San Bernardino, es decir, menores que no cuentan con una vivienda estable, incluyendo a aquellos que viven con varias familias bajo un solo techo o que dormían en el sofá en casa de algún conocido.

El pasado 13 de abril, voluntarios salieron a las calles desde el Centro para Jóvenes en Edad de Transición o Centro “TAY” para contar el número de menores de 25 años no acompañados en la ciudad de San Bernardino.

Existen cuatro centros “TAY” en Ontario, San Bernardino, Yucaipa y Victorville para jóvenes entre 16 a 25 años de edad, que proveen servicios para aquellos menores quienes sufren de trastorno de salud mental o están a riesgo de padecerlo.

“La idea es de acercarnos a los menores que están solos para decirles que hay servicios disponibles y que pueden matricularse ellos solos en la escuela”, dijo Dowry.

El año pasado se contaron 254 menores no acompañados en la región del Condado de San Bernardino. De estos, un 46,1%, o 117, se identificaron como hispanos.

De las razones que indicaron del por qué no tenían una vivienda estable, algunas de las más citadas fueron que se habían salido o sus padres le habían echado de casa, un 39,8 %, la violencia intrafamiliar, un 29,9 %, o por otra causa (la mayoría de estas contestaciones indicaron que fueron por motivos financieros), un 47,6 %.

En el Condado de Riverside, por otra parte, se contaron 122 menores no acompañados, un aumento de un 28 % comparado con la encuesta del año pasado. Los oficiales creen que las cifras han subido dado que están poniendo más énfasis en contar a estos menores sin techo que antes.

Según School on Wheels, una organización comunitaria que presta servicios educativos gratuitos a estudiantes sin techo en los condados de Orange, Los Ángeles, Riverside, Santa Bárbara, San Bernardino y Ventura, uno de cada 20 estudiantes californianos no  cuenta con una vivienda fija.