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Nelly Terrones, presidenta de la Asociación de Padres de Familia (PTA) de la preparatoria Sadleback de Santa Ana dice que el temor al rechazo impide que más padres de familia se involucren en la educación e sus hijos.
Nelly Terrones, presidenta de la Asociación de Padres de Familia (PTA) de la preparatoria Sadleback de Santa Ana dice que el temor al rechazo impide que más padres de familia se involucren en la educación e sus hijos.
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El desinterés o desconocimiento por acceder y adaptarse a la tecnología, la barrera del idioma inglés y hasta y tener pensamientos de que habría rechazo por exigir sus derechos son algunas razones que inciden en la escasa participación de los padres de familia en la educación de sus hijos dentro de Distrito Escolar Unificado de Santa Ana.

“Como muchos venimos llegando pensamos que nos van a rechazar y no nos aventamos a participar”, dijo Nelly Terrones, presidenta de la Asociación de Padres de Familia (PTA) de la preparatoria Saddleback. “También pienso que el idioma va a ser un obstáculo”.

Terrones asegura que siempre ha pugnado porque el SAUSD proporcione información en inglés y español a todos los padres de familia.

Y, aunque es difícil de cuantificar el número de progenitores involucrados en las 57 escuelas del distrito, siempre se les anima a participar en el salón de sus hijos/as como voluntarios o con la escuela directamente.

De hecho, hay centros para madres en muchas de las escuelas del SAUSD, donde se les proporcionan programas y clases de inglés como segundo idioma, y se les invita a utilizar la tecnología.

“Pero en las presentaciones que hacen, dan la información en letra muy pequeña y todo tiene que ser más claro, pero en los dos idiomas”, se quejó Nelly Terrones. “Cuando no la tienen, nos dicen, para la próxima vez se las traemos”.

Otra madre de familia, Martha Saavedra, valora el hecho de estar a la expectativa del rendimiento académico de su hija, y consideró que podría tener una intervención más directa y personalizada, si no fuera por la presencia de pandilleros afuera de las escuelas.

“Ese es un grave problema; a mí me ha tocado cuando venden las drogas y por eso me preocupa mucho la seguridad”, comentó Saavedra, luego del taller informativo para padres de familia, respecto de los requisitos que se deben cumplir para que los jóvenes vayan a la universidad.

“Hay algunas escuelas que sí tienen guardias, pero a donde va mi hija, aún con el ‘security’ de todos modos se vende la droga”, agregó. Por razones de seguridad y privacidad se omitió el nombre de la estudiante.

Sin embargo, ella identificó dos escuelas donde ha presenciado la venta de estupefacientes: César E. Chávez High School, ubicada en el 2128 de la Avenida Cypress y Lorin Griset Academy, del 1915 W de la Avenida McFadden.

Ni en Facebook

Si lo anterior no fuera suficiente, la página de Facebook del SAUSD con información en español para cortejar la participación de los padres de familia solamente estuvo habilitada por un año. Fue eliminada porque tenía pocos seguidores.

“Lo que encontramos fue que la gente publicaría en español a nuestro Facebook en Ingles”, dijo Deidra Powell, portavoz del SAUSD. “Todavía lo siguen haciendo”.

La vicepresidenta de la Junta Escolar del SAUSD, Valerie Amezcua dijo que en seis meses se volvería a abrirse la página y se incrementaría el uso de las redes sociales para despertar el interés de las familias en la educación de los casi 52,000 estudiantes del séptimo distrito más grande de California.

Amezcua consideró que una década atrás el involucramiento de los padres de familia era bajo, como consecuencia de la “poca tolerancia” de la Junta Escolar.

“No querían que se les hicieran preguntas ni tampoco querían decir a la gente qué hacían”, declaró Amezcua. “En la actualidad, comenzamos a trabajar con una trasparencia total y la comunidad ha respondido; para mí la participación de los padres es un asunto crítico para que los niños tengan éxito académico”.

Por su parte, Cecilia “Ceci” Iglesias, fiduciaria del distrito escolar expresó que en el uso de la tecnología moderna y en la forma de involucrar a las familias, “debemos ser más inclusivos y tener un sentido de urgencia para lograrlo, porque a veces no lo hacemos”.