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  • De izquierda a derecha, Marilyn Montano, directora del programa Barrio...

    De izquierda a derecha, Marilyn Montano, directora del programa Barrio Writers del Colegio Comunitario de Santa Ana, Rida Hamida, y Benjamin Vazquez, de "Adventures of Al-Andalus".

  • La fundadora de Barrio Writers, Sarah Rafael Garcia (centro) habla...

    La fundadora de Barrio Writers, Sarah Rafael Garcia (centro) habla con sus estudianets mientras estos disfrutan de comida árabe durante la presentación del programa "Adventures of Al-Andalus."

  • De izquierda a derecha: Emily Lazos, de 17 años,eft, Adrian...

    De izquierda a derecha: Emily Lazos, de 17 años,eft, Adrian Martinez, de 14, yd Jose Morales, de17, fueron parte de un proyecto de unidad entre latinos y musulmanes en el Colegio comunitario de Santa Ana.

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Vistiendo un velo islámico color rosa que cubre su cabeza, Rida Hamida les preguntó a más de una docena de escritores latinos adolescentes cómo son representados los musulmanes y los musulmanes-estadounidenses por los medios de comunicación.

“Terroristas”, dijo uno de los miembros del grupo.

Hamida preguntó nuevamente: “¿Qué dice Donald Trump de los latinos y los mexicanos”?

“Criminales”, respondió otro joven escritor. “Y violadores”, añadió un compañero de clase.

“¿Pero quiénes son los latinos, realmente?”, preguntó Hamida. La mayoría respondió: maestros, abogados, funcionarios públicos, activistas, empresarios, soldados.

“Quiero que vean lo mismo para los musulmanes”, dijo Hamida, de 38 años. “Somos doctores, abogados, empresarios”.

Y los elementos comunes no empezaron allí, les dijo Hamida durante el tercer evento de su proyecto Adventures of Al-Andalus, la semana pasada en la Universidad Comunitaria de Santa Ana.

Desde el año 711 hasta 1492, les dijo al grupo, los musulmanes ocuparon la mayor parte de lo que hoy es España y Portugal, conocido en ese entonces como Al-Andalus y las dos culturas formaron una comunidad.

Durante ese período, los nativos prestaron 4,000 palabras del lenguaje árabe, compartieron espacios y se casaron entre sí, que es la razón por la cual muchos apellidos latinos terminan en “-ez”, comentó Hamida, quien inició el proyecto de Al-Andalus hace seis meses.

Comparten cultura y espacio

En el Condado de Orange, los latinos representan a la mayor parte de la población de Santa Ana y son vecinos con los musulmanes-estadounidenses en la Pequeña Arabia de Anaheim. El proyecto es un movimiento comunitario para unir a las dos culturas y reescribir su identidad desafiando estereotipos como los perfiles raciales.

“Estoy acostumbrado a que me vean de cierta manera cuando camino por la calle”, comentó Benjamín Vázquez, socio del proyecto y maestro de historia y estudios étnicos en la Preparatoria Valley.

“Él tiene grandes ojos marrones y cabello grueso como los musulmanes”, dijo Hamida. “Cuando camino por la calle, con su barba, recibo miradas. ¡La gente está asustada! Es verdadero. Es algo así como, ‘Wow’”.

Los adolescentes rieron. Todos los 17 asistentes eran parte del programa ‘Barrios Writers’ dirigido a potenciar a la juventud a través de la escritura creativa, talleres de nivel universitario y artes culturales.

Permanecieron interesados en el tema tras escuchar un elemento en común tras otro – incluyendo que los musulmanes también temen ser deportados cuando sus visas expiran.

Pero tal vez la comida fue la forma más rápida de llegar a sus mentes y corazones.

Hamida llevó varios platos llenos de comida árabe y señaló la cocina compartida: garbanzos, cilantro, jalapeños, aceitunas, arroz, salsa, incluso pan redondo.

Los adolescentes llenaron sus platos con artículos familiares y kebab de carne y pollo, pero pocos tocaron el humus, así que Hamida les sirvió un poco y les explicó que era una simple mezcla de garbanzos.

“Sólo pruébalo, hombre, es bastante bueno. Es como los frijoles fritos que comes”, le dijo Christian Sida, de 17 años y estudiante de último año en la Preparatoria Valley, a Adrián Martínez, de 14 años y quien no quería humus en su plato.

Martínez lo pensó dos veces, pero probó la mezcla con la carne.

“No sé, se ve raro”, comentó el estudiante de noveno grado de la Escuela de las Artes del Condado de Orange. “Pero estaba bastante bueno”.

Escritores

Con sus estómagos llenos, los adolescentes trabajaron en su asignación, escribiendo poemas sobre cómo su comunidad había cruzado fronteras, emulando el estilo del fallecido poeta palestino Mahmound Darwish, a quien habían estudiado anteriormente.

“I will do it all for mi familia, for mi gente para que vean que estamos presente”, dijo, mezclando el inglés y el español, Mario Reyna, de 17 años y estudiante de último año en la Escuela Preparatoria Fundamental Godínez, leyendo lo que había escrito.

Sarah Rafael García, fundadora de ‘Barrios Writers’, elogió la poesía de Reyna.

“Es como el poema de Darwish – muy relajante pero aún expresa cierta decepción”, comentó.

Al final de la sesión, algunos de los escritores se encargaron de la comida que había sobrado. Ya que no había más platos, Patricia Morales, de 15 años y estudiante de segundo año en la Escuela Preparatoria Century, puso arroz, un kebab de pollo, ensalada fattoush y salsa en un pan khubz y lo enrolló para crear “un burrito árabe”.

“Se siente como en casa”, comentó su hermana Diana Morales, de 19 años y estudiante de segundo año en la UC Santa Cruz, siguiendo su ejemplo y tomando un bocadillo.

Probablemente no es la última vez que los adolescentes van a interactuar con Hamida y otros activistas musulmanes-estadounidenses y su cultura.

Unidos contra Trump

Así como Hamida invitó a García a un viaje culinario por la pequeña Arabia – el segundo evento del proyecto – y García a su vez invitó a Hamida y Vázquez a hablar a su clase, Hamida piensa invitar a ‘Barrios Writers” a un cuarto evento planificado para el otoño, una actividad para “salir y votar en contra de Donald Trump”.

“Es para que los muchachos voten como un solo bloque – latinos y musulmanes”, comentó Hamida, “porque la retórica de odio va en contra de los dos”.

El Condado de Orange cuenta con más de 62,000 musulmanes que votaron en el 2012, dijo Hamida, quien también trabaja como enlace comunitario para la representante Loretta Sánchez, demócrata por Orange. Santa Ana, por sí sola, cuenta con más de 253,000 latinos, de acuerdo a las estadísticas de la ciudad.

Reyna dijo que desde ya sabía que los musulmanes eran a menudo representados de una manera falsa por los medios de comunicación, pero comentó que no sabía lo mucho que tenían en común con los latinos.

“Creo que el hecho que no sabía eso antes dice mucho sobre lo mucho que no sabemos”, dijo. “Estamos oprimidos de la misma manera y eso nos une más como personas”.