Raymundo Gutiérrez Pereda, un hombre sospechoso de un asesinato en 1995 y que eludió a la policía de Placentia durante años, se declaró no culpable el viernes.
Los investigadores habían buscado Pereda casi inmediatamente después de que el cuerpo de Mary Ann O’Neil fue encontrado el 17 de noviembre de 1995, en el maletero de su Infiniti 1992 frente a un restaurante mexicano en Placentia.
La policía dijo que había sido asesinada de un golpe en la cabeza.
Después de que el cuerpo fue encontrado, Pereda dejó Placentia y estuvo adelante de los investigadores, que lo siguieron a su natal México y luego a Las Vegas, donde había abandonado su camioneta, dijeron las autoridades. Sin embargo, evadió la captura porque asumió el nombre y el número de Seguro Social de otro hombre, viviendo durante años en el sur de Nevada y trabajando como carpintero, agregaron.
Allí, Pereda, con su nombre falso, fue arrestado bajo sospecha de conducir bajo la influencia del alcohol hace unos años. La policía comparó su huella digital parcial en su licencia de conducir de California durante su detención.
Eso, según los investigadores, finalmente permitió a Placentia una pista para que Pereda cayera y lo detuvieron bajo sospecha de homicidio a finales de octubre.
La policía de Placentia no ha dado a conocer las pruebas que vinculan directamente a Pereda, quien alguna vez vivió con la víctima, con el crimen.
Él se encontraba detenido en la Cárcel del Condado de Orange sin derecho a fianza, debido a una retención de inmigración federal.
El viernes, se declaró no culpable de un cargo de asesinato. Una audiencia preliminar está programada para el nueve de marzo de 2012.
El reportero Salvador Hernández contribuyó con esta nota.
