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COMUNIDAD: Familia de Rialto gana concurso ‘Despierta América en Tu Nuevo Hogar’, patrocinado por la mueblería Aaron’s y Univisión.

  • La familia Guerrero, residentes de Rialto, ganó muebles por medio...

    La familia Guerrero, residentes de Rialto, ganó muebles por medio de “Despierta América en Tu Nuevo Hogar”, patrocinado por la mueblería Aaron’s y Univisión.

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    El premio mayor fue para María Sahagún Guerrero, 34 (blusa naranja). El valor de los muebles es de $24,000.

  • Margarita Guerrero, madre de María Sahagún Guerrero, recibe los mueblos...

    Margarita Guerrero, madre de María Sahagún Guerrero, recibe los mueblos regalados por la mueblería Aaron’s el viernes, 20 de noviembre 2015.

  • La mueblería Aaron’s donó recámaras, comedor, lámparas y más, el...

    La mueblería Aaron’s donó recámaras, comedor, lámparas y más, el viernes, 20 de noviembre 2015.

  • La mueblería Aaron’s donó recámaras, comedor, lámparas y más, el...

    La mueblería Aaron’s donó recámaras, comedor, lámparas y más, el viernes, 20 de noviembre 2015.

  • La familia Guerrero ganó muebles por medio de “Despierta América...

    La familia Guerrero ganó muebles por medio de “Despierta América en Tu Nuevo Hogar”, patrocinado por la mueblería Aaron’s y Univisión, el viernes, 20 de noviembre 2015.

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María Sahagún Guerrero, residente de Rialto, nunca renunció a la vida – ni en el borde del abismo. En vez, la ha vivido con bondad, gratitud y mucha fe.

La mujer por años vivió una vida tormentosa al lado de un marido abusivo y perdió todo: hogar, trabajo, y ahorros debido a una situación de salud. Terminó literalmente en la calle.

Guerrero, de 34 años de edad y oriunda de Ocotlán, Jalisco, México, fue la afortunada ganadora del premio mayor del concurso “Despierta América en Tu Nuevo Hogar”, patrocinado por la mueblería Aaron’s y Univisión.

La madre soltera de tres hijos – dos jovencitas y un niño que sufre de autismo y otros trastornos de conducta infantil – recibió el premio mayor el viernes, 20 de noviembre, incluyendo juegos de sala, comedor, cocina, recámaras, lavandería y artículos electrodomésticos tales como una televisión de 65 pulgadas y dos de 20 pulgadas para los cuartos, así como un sistema de sonido.

El premio está valorado en $24,000.

“Es una bendición. Me parece increíble lo que está ocurriendo. Dios es muy bueno con todos, muy bueno, por eso nunca hay que dudar de él. Cuando estuve en la peor situación de mi vida pusé mi alma y la de mis hijos en él. Él me dio la fuerza para seguir de pie, para levantarme en los momentos difíciles y para luchar día tras días”, comentó Guerrero, mientras los técnicos de Aaron’s instalaban los juegos de recámaras en tres cuartos.

Según Ashley Keyes, gerente de relaciones públicas de la mueblería Aaron’s, con sede en Atlanta, Georgia, Guerrero fue una de 50,400 personas de toda la nación que sometieron un ensayo explicando por qué se merecían el premio mayor. Keyes añadió que la carta de Guerrero conmovió al jurado por la honestidad de sus palabras.

“Ha sufrido mucho y merece ser recompensada por su esfuerzo. Estamos contentos de poder ayudar”, dijo Keyes. “Tuvimos también tres ganadores que recibieron mil dólares cada uno para muebles. Uno de los finalistas quería sorprender a su esposa en su aniversario pero no tenía como hacerlo, pero la historia de María no se compara con las demás, es única y merecía el premio”.

Hace cinco años Guerrero puso fin a un matrimonio tumuluoso y se vio obligada a trabajar hasta en dos empleos para mantener a sus hijos. Tres años después, Guerrero perdió todo debido a una operación de emergencia para extirparle un absceso en la espalda. Sin cobertura médica, sin documentos legales, y una recuperación extensa, Guerrero se atrasó en el pago de su casa en Fontana. También se quedó sin empleo.

Con la casa embargada, vendió sus muebles y alquiló un departamento en Rialto.

Para sobrevivir, la joven madre que alberga tambien a su propia madre, Margarita Guerrero, de 76 años de edad, preparaba comida mexicana y la vendía bajo encargo o en las calles. Para no desperdiciar la comida que no se vendía, Guerrero acudía a zonas donde se congregan personas desamparadas para alimentarlas.

“Hay gente que en realidad no tienen nada. Yo por lo menos tenía el apoyo de amigos y familia”, añadió Guerrero. “Mis padres me enseñaron a ser fuerte y a siempre dar, a siempre ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio”.

Hoy la vida de Guerrero tiene un nuevo brillo. Gracias al abogado Alex Gálvez su situación migratoria y la de sus hijas cambiarán en las próximas semanas. El abogado Gálvez pudo obtener para Guerrero un permiso de trabajo y residencia para sus dos hijas, todo de manera gratuita.

Su sonrisa, la cual la acompañó hasta en los momentos más cruciales, alumbra su hogar, ahora decorado con coloridos tapetes, mesas de centro, lámparas, y un comedor de madera moderno con cuatro sillas y una banca que seguramente será el centro de reunión.

“La fe mueve montañas y [Dios] lo puede todo. Dicen que el que da recibe, y ahora quiero dar más. Quiero ser una paralegal para poder ayudar a otras mujeres. Primero Dios mi sueño se hará realidad”, concluyó Guerrero.