Autoridades del Condado de Los Ángeles y senadores estatales declararon la guerra al tráfico sexual de menores de edad con un nuevo paquete de proyectos de ley dirigidos en contra de quienes prostituyen a niñas y compradores de sexo, en una industria ilícita que genera $9,500 millones de dólares anuales en Estados Unidos
De ser aprobadas, las iniciativas SB 1338 del senador Ted Lieu (D-Redondo Beach) y la SB 982 del republicano Bob Huff (R-Diamond Bar) aumentarían el apoyo y consejería para las víctimas de explotación sexual, además de imponer sanciones más severas para cualquier persona que solicite un acto sexual a un menor de 18 años de edad.
El proyecto SB 1388 de Ted Lieu señala que una persona que “compre” un acto de sexo, seria culpable de cometer un delito menor, prisión por 48 horas, pero no más de seis meses y una multa entre $1,000 y $50,000 dólares. El dinero sería depositado en la Fundación de Asistencia a Víctimas y Testigos.
“Ayudar a las víctimas de los acusados de ser proxenetas o solicitar que un menor de edad se involucre en sexo debe ser la más alta prioridad para asegurar la seguridad pública”, dijo el senador Lieu a UNIDOS. “Este esfuerzo no solamente aumentaría las penalidades contra los compradores de sexo”.
Lieu, Huff, el supervisor del condado de Los Ángeles, Don Knabe y Daphne Phung, directora ejecutiva de la organización California Against Slavery dieron a conocer el inicio de una campaña de sensibilización mediante rótulos y carteles gigantescos que serán colocados en autobuses de Metro y en las autopistas.
Las leyes actuales disponen que una persona que solicite o acuerde involucrarse en cualquier acto de prostitución es culpable de conducta desordenada, lo cual es calificado como un delito menor y se castiga con prisión en una cárcel del condado no más de seis meses.
Sin embargo, las multas económicas que se aplican a los solicitantes de sexo con menores de edad no exceden los $1,000 dólares.
“Este paquete legislativo en la ‘Guerra contra el Tráfico Sexual’ cambiará la forma en que se procesa y se castiga a compradores de sexo”, valoró Knabe. “Creo firmemente que los degenerados responsables de la violación y tortura de las niñas tan jóvenes como de 10 años para su beneficio personal deben ser castigados con todo el peso de la ley en un tribunal. Este paquete de proyectos de ley se inicia en ese camino”.
La iniciativa SB 982 de Huff enmendaría el código penal relativo a los delitos sexuales busca que una persona que solicita o acepta participar o participa por primera vez en cualquier acto de prostitución con una menor de edad de 18 años de edad sea punible con un delito menor o delito grave, cárcel por 16 meses o de 2 a 3 años.
“Las torturas y trauma indecible que estos niños experimentan a diario en las manos de los traficantes de sexo resulta en daños psicológicos, emocionales y físicos para el resto de sus vidas”, expresó el senador Huff. “Sin embargo, la ley actual es demasiado blanda con los compradores de sexo con niños. Mi proyecto de ley está diseñado para proporcionar una herramienta importante para que los fiscales busquen condenas por felonía contra cualquier persona que solicita un acto sexual de un menor de 18 años”.
Una de esas víctimas de explotación sexual con fines de prostitución fue Jessica Midkiff. Desde los 11 años de edad un proxeneta la obligaba a vender su cuerpo.
“Fui arrestada muchas veces en diversas partes de Estados Unidos, antes de cumplir los 21 años de edad”, reveló Jessica. “Como muchas otras jóvenes fui considerada como criminal. Me pusieron muchos nombres y, sin embargo, los hombres que compraron y me vendieron a tantas otras chicas jóvenes, con demasiada frecuencia nunca tuvieron ninguna sanción”.
Como sobreviviente y víctima, en la actualidad, Jessica se ha convertido ahora en defensora de chicas jóvenes que no tienen voz o protección contra quienes les explotan sexualmente.
Cheryl Burnett, portavoz de la oficina del supervisor Don Knabe, tan solo en 2013 un total de 148 casos de prostitución infantil fueron investigados por las autoridades en el Condado, particularmente en las ciudades de Long Beach, Compton, Sur-Centro de Los Ángeles, Pomona y Van Nuys.
Según el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, del Departamento de Justicia de Estados Unidos, esta industria ilegal produce unos $9,500 millones de dólares al año a los traficantes de sexo con menores de edad y aproximadamente, 300 mil niños están en riesgo de ser prostituidos.
Además de Los Ángeles, la compra-venta de sexo que involucra a menores de 18 años de edad, también es fuerte en San Francisco y San Diego, además de Seattle, Las Vegas, Phoenix, El Paso, Houston, Nueva Orleáns, Atlanta, St. Louis, Chicago, Tampa, Miami, Charlotte, Richmond, Washington, D.C., Filadelfia, Long Island y Nueva York.
“Si vamos a actuar en serio para detener esta esclavitud sexual, debemos terminar con la fuente de [done proviene] el dinero”, manifestó Daphne Pung, directora ejecutiva de California Against Slavery (California en Contra de la Esclavitud), durante una rueda de prensa, el viernes 11 de abril, en las escalinatas del edificio Kenneth Hall. “Los compradores de sexo están rellenando los bolsillos de los traficantes y proxenetas a cambio de las víctimas para satisfacer su perversión.
Las víctimas a menudo sufren tanto la violencia de los compradores de sexo, ya que son parte de los traficantes y no podemos hacernos de la vista gorda o poner excusas para no atacar este problema”.
