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DES MOINES, Iowa, EE.UU.-  Durante meses, las turbulentas primarias republicanas han hecho pasar a segundo plano un incipiente debate interno de los demócratas sobre su propio futuro como partido.

Y ahora que los avances de Bernie Sanders en las encuestas ponen en aprietos una candidatura de Hillary Clinton que se daba por segura, las diferencias entre ambos están saliendo a la luz a medida que se acercan las primarias de Iowa, el primer estado donde habrá elecciones internas.

En el fondo, las diferencias entre Clinton y Sanders giran en torno a hasta qué punto cambiar los actuales sistemas económicos, de salud y educación, y qué papel deberá desempeñar el gobierno en esos sectores. Los candidatos a menudo tienen los mismos objetivos, pero distintas formas de alcanzarlos.

Sanders, un independiente que trabaja con los demócratas en el Congreso, postula lisa y llanamente una “revolución política” y ha generado enorme entusiasmo con su llamado a encaminar al país en una “nueva dirección”. Refleja la visión del ala más liberal del partido Demócrata y considera al gobierno un vehículo para ofrecer a la población las herramientas básicas para lograr seguridad económica.

Sanders considera que si la salud es un derecho básico, le corresponde al gobierno ofrecerla a través de un sistema universal, incluso si esto implica aumentar los impuestos. Si la educación universitaria es un requisito para conseguir trabajo en el mundo moderno, Sanders dice que el gobierno debe garantizar matrículas gratis en las instituciones de enseñanza pública.

El senador de Vermont habló de la educación esta semana desde la perspectiva de un o una joven que quiere ser el primero de su familia en ir a la universidad.

“Si ese chico estudia duro y le va bien en la escuela, debería tener acceso a una educación al margen del nivel de ingresos de su familia”, sostuvo Sanders. “Eso es revolucionario”.

Clinton, exsenadora y exsecretaria de estado, prefiera hablar de objetivos “que se pueden conseguir” y recuerda a cada rato al electorado lo difícil que es lograr que se haga algo. A medida que Sanders sube en las encuestas, ella comenzó a hablar de las propuestas específicas de su rival, acotando que es imposible hacerlas realidad.

“Yo considero que mi manera de ver las cosas, de una forma profunda, paciente y persistente, es la mejor”, expresó Clinton el lunes.

Igual que Sanders, Clinton cree en un sistema de salud universal y en facilitar el acceso a los estudios universitarios. Pero mientras que para Sanders esos son derechos fundamentales que el gobierno debería ofrecer, Clinton se enfoca más en cómo dar una mano a la gente de bajos recursos.

Muy golpeada por su fallido esfuerzo por sacar adelante una reforma al sistema de salud en la década de 1990, Clinton no quiere embarcarse en otro debate legislativo ahora que el presidente Barack Obama impuso un nuevo plan de salud más abarcador que el anterior. En su lugar, propone mejorar lo que hay en estos momentos y buscar la forma de reducir sus costos, que siguen siendo altos para mucha gente.

Cuando se le preguntó sobre la propuesta de Sanders de hacer que la educación terciaria sea gratis, Clinton habló de cómo se podría abusar de ese sistema.

“No creo que sea correcto que nos den a mí y a mi marido matrícula gratis para los estudios de nuestra hija. Si uno puede pagar, debe pagar”, declaró el lunes. “Pero el mismo tiempo considero que es un incentivo para que las universidades sigan subiendo sus costos”.

La campaña de Clinton gira en buena medida en torno a la teoría de que los votantes demócratas que apoyaron el mensaje de cambio y esperanza de Obama quieran propuestas más pragmáticas después de ocho años de paralización en Washington. De hecho, tiene amplio apoyo de las estructuras partidarias y está por encima de Sanders en las encuestas a nivel nacional.

Pero no en los estados donde tendrán lugar las primeras primarias. A pocos días de la votación en Iowa, el mensaje de Sanders es el que genera fervor . Sanders atrae el doble o el triple de gente que Clinton en sus actos y ha movilizado a mucha gente con su llamado a romper la hegemonía de los bancos de Wall Street.

En ese sector las diferencias entre los dos son también amplias. Si bien ambos están en contra de que se permita que los bancos sean tan grandes que su derrumbe pueda afectar la economía estadounidense, Sanders opina que las instituciones financieras son uno de los principales responsables de la desigualdad económica, en tanto que Clinton no llega tan lejos.

Sanders cuestiona asimismo las suculentas sumas que Clinton ha aceptado por disertar para Goldman Sachs, lo que derivó en algunos de los momentos más álgidos de la contienda.

A medida que la puja se hace más intensa, no obstante, los demócratas dicen sentirse alentados por el hecho de que el debate ha sido sobre temas sustanciales, dándole a la primaria una seriedad que creen puede facilitar la unidad en las elecciones generales.