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"Saltaban de alegría cuando nos mudábamos, era tan emocionante", dijo Candelaria sobre sus hijas, de 18 y 15 años, cuando mostró su nuevo apartamento. "Ahora estamos conociendo a nuestros vecinos, y se siente tan diferente. Es una verdadera bendición". Watchara Phomicinda/The Press-Enterprise/SCNG
“Saltaban de alegría cuando nos mudábamos, era tan emocionante”, dijo Candelaria sobre sus hijas, de 18 y 15 años, cuando mostró su nuevo apartamento. “Ahora estamos conociendo a nuestros vecinos, y se siente tan diferente. Es una verdadera bendición”. Watchara Phomicinda/The Press-Enterprise/SCNG
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SAN BERNARDINO >> Omekia Candelaria tuvo miedo de dejar a sus hijos fuera de su vista, durante los 15 años que vivió en Waterman Gardens.

Las drogas y otros delitos eran endémicos en el complejo de viviendas de 252 unidades. Y aunque ella estaba agradecida por el relativamente buen estado de su apartamento, que fue construido en 1943 y que mostraba su antigüedad.

Todo eso ha cambiado ahora para ella y para los residentes de otras 61 unidades de apartamentos en Olive Street, al sureste de las avenidas Base Line y Waterman.

Los nuevos apartamentos fueron inaugurados el viernes pasado, y son los primeros construidos en el sitio de Waterman Gardens, como parte de un proyecto que finalmente transformará el sitio en 411 nuevas unidades, centros comunitarios y servicios de apoyo diseñados para poner fin al ciclo de la pobreza.

El cambio es evidente dentro del apartamento escrupulosamente limpio de Candelaria, donde su familia ha vivido desde el 17 de agosto.

“Saltaban de alegría cuando nos mudábamos, era tan emocionante”, dijo Candelaria sobre sus hijas, de 18 y 15 años, cuando mostró su nuevo apartamento. “Ahora estamos conociendo a nuestros vecinos, y se siente tan diferente. Es una verdadera bendición”.

El corte del listón, del jueves pasado, ocurrió un año después de que los trabajadores derribaron el primer edificio para la fase, conocida como Olive Meadow en Arrowhead Grove.

Arrowhead Grove es el nuevo nombre que los desarrolladores están usando para el complejo conocido como Waterman Gardens, desde que la Autoridad de Vivienda del Condado de San Bernardino lo construyó hace 74 años. El nuevo proyecto también incluye 76 unidades, fuera del complejo, en la esquina noroeste de la avenida Valencia y la calle Ninth, que fueron inauguradas en diciembre.

El impacto no está destinado a acabar en los límites del proyecto, dijo Steve PonTell, presidente y CEO de National CORE, el grupo sin fines de lucro con sede en Rancho Cucamonga que lidera el esfuerzo de revitalización de múltiples agencias.

“La transformación que está ocurriendo en Arrowhead Grove es un gran ejemplo del poder del impacto colectivo y cómo una comunidad de viviendas bien planeada, bien diseñada y bien administrada, puede ser un catalizador para el cambio para toda una comunidad”, dijo PonTell.

La vivienda puede ayudar en muchas otras áreas, tales como el éxito académico, el absentismo escolar y los problemas de conducta, dijo Josie Gonzales, Supervisora del Condado de San Bernardino.

“Este proyecto que estamos inaugurando es parte de una rehabilitación completa que afectará otras áreas”, dijo Gonzales.

Cada uno de los apartamentos de Arrowhead Grove está ocupado, y muchos de los residentes solían vivir en Waterman Gardens. Los requisitos de residencia en el nuevo complejo incluyen un ingreso entre 30 por ciento y 60 por ciento del ingreso mediano del área. El ingreso medio en el condado de San Bernardino es de $63,200, de acuerdo con la Oficina del Censo de los EE.UU.

La vivienda es necesaria en el condado de San Bernardino, lo cual requerirá otros 69,000 nuevos hogares sólo para satisfacer su crecimiento anticipado – sin contar la vivienda para cuidar de otros, como los que actualmente están sin hogar – dijo Gonzales citando a la Asociación de la Industria de la Construcción.

El apoyo a los residentes se extenderá más allá del complejo mismo para apoyar los servicios, dijo Gregory Bradbard, presidente de la Hope Through Housing Foundation.

“Vamos a seguir ayudando con los tutores, con la educación financiera, con otros servicios para ayudar a levantarlos”, dijo Bradbard. “La idea es que no se trata de una plataforma de aterrizaje, sino de una plataforma de lanzamiento. Para los niños que están aquí ahora, vamos a romper el ciclo”.