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SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los presidentes de Haití y de República Dominicana analizaban el martes las tensiones surgidas por las restricciones comerciales impuestas por el gobierno haitiano y las políticas migratorias dominicanas.

Michel Martelly y Danilo Medina se reunieron a puertas cerradas en el aeropuerto de la localidad dominicana de Barahona, 200 kilómetros al oeste de la capital.

El encuentro fue solicitado por el gobierno de Haití, dijo el vocero de la presidencia dominicana Roberto Rodríguez.

“La República Dominicana lleva como punto de agenda la veda de los productos dominicanos” en Haití, dijo el funcionario el lunes en una conferencia de prensa convocada de último minuto para anunciar el encuentro.

La cita, a la que también asistían los cancilleres, ministros de Comercio y otros funcionarios de ambos países, se realiza luego de que comerciantes y transportistas dominicanos bloquean desde la semana anterior la frontera bilateral para impedir el paso de mercancías hacia Haití como respuesta a recientes restricciones comerciales del gobierno haitiano.

Los comerciantes protestan por la prohibición de Haití de importar por tierra 23 productos dominicanos y sólo permitir su ingreso por avión o barco para incrementar las recaudaciones arancelarias.

El gobierno y empresarios dominicanos aseguran que la medida viola acuerdos bilaterales y representa pérdidas millonarias al comercio dominicano, ya que limita los productos que equivalen a la tercera parte de las exportaciones hacia Haití. La Cancillería dominicana anunció que llevó al caso ante la Organización Mundial del Comercio.

“Esperamos que este ejercicio de diálogo que van tener ambos presidentes termine en una solución”, dijo a la prensa Circe Almánzar, vicepresidente de la asociación de industriales de República Dominicana. Destacó que para el empresariado local, Haití es “un mercado muy importante”.

Los 23 productos que sólo pueden ser exportados por avión o barco a Haití desde el 1 de octubre suman ventas anuales por unos 500 millones de dólares e incluyen productos alimenticios, como harinas de trigo o maíz, aceites comestibles, agua para el consumo humano, jugos, gaseosas, cervezas, además de materiales de construcción.

Comerciantes haitianos de las localidades fronterizas de Ouaninthe, en el norte, y Anse-a-Pitre, en el extremo sur, también se han unido a las protestas para exigir a su gobierno levantar las restricciones comerciales.

Los pequeños comerciantes haitianos han protestado porque luego de comprar productos en los mercados binacionales que se celebran en pueblos fronterizos dominicanos, los agentes aduaneros de Haití se los confiscan al cruzar la frontera.

La protesta incluyó el lunes el bloqueo de uno de los principales puestos fronterizos al paso de personas de un país al otro, por lo que autobuses de transporte de pasajeros que viajaban de Santo Domingo a la localidad haitiana de Cabo Haitiano tuvieron que regresar.

En la cita del martes los mandatarios también hablarán sobre las repatriaciones de migrantes haitianos que reinició el gobierno dominicano en agosto, luego de que concluyó un periodo de un año para que los inmigrantes sin residencia legal se inscribieran en un programa para obtener permiso de estadía.

Según estimaciones de la Dirección de Migración dominicana, cerca 70.000 personas se han ido a Haití de forma voluntaria, además de unos pocos miles de repatriados.

El primer ministro haitiano ha insistido en que las deportaciones crearán una crisis humanitaria y la cancillería de su país ha solicitado al gobierno dominicano, sin éxito, que ambos países negocien un nuevo protocolo para regular las repatriaciones.

Como parte de los operativos para repatriar inmigrantes, tres haitianos murieron y más de 20 resultaron heridos el 7 de octubre cuando el autobús de la Dirección de Migración que los trasladaba se accidentó en la zona montañosa del centro de República Dominicana.