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Austin.- Un pueblo fronterizo con México llamado El Cenizo, que cuenta con menos de 4.000 habitantes, plantó cara y demandó a Texas, el segundo estado más grande de la nación, tras la ratificación de una ley que complicará el día a día de todos los indocumentados que residen en territorio texano.

Esta pequeña localidad, que está ubicada menos de veinte millas al sur de Laredo (Texas), una de las ciudades limítrofes más importantes del linde sur de la nación, tiene una población formada por cerca de un 20 % de habitantes sin papeles, según datos del ayuntamiento local proporcionados a Efe.

Sin embargo, casi la totalidad de los residentes de El Cenizo tienen origen y rasgos mexicanos y hablan español, unos atributos que darán pie a que las autoridades locales cuestionen su estatus migratorio a partir del próximo 1 de septiembre, fecha en la que teóricamente entrará en vigor la polémica legislación estatal SB4.

“Esta ley ataca a los inmigrantes y a todas las personas que parezcan de otro país, viola los derechos civiles y humanos y abre las puertas a la discriminación de un amplio segmento de la sociedad texana”, sentenció en declaraciones a Efe el alcalde de El Cenizo, Raúl Reyes.

Así, apenas unas horas después de que el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, promulgara el pasado domingo la prohibición de las llamadas “ciudades santuario”, los gobiernos locales que no persiguen a los inmigrantes indocumentados, el “refugio seguro” más antiguo y más pequeño del estado se presentó como principal demandante del primer requerimiento legal contra esta legislación.

El Cenizo interpuso este lunes pasado la demanda conjuntamente con el condado de Maverick y la Liga de los Latinoamericanos Unidos (LULAC), que reclamaron que la SB4 se invalide y se declare “anticonstitucional” por sus ataques a varios principios constitucionales y por el atropello que supone para las autoridades locales.

Y es que El Cenizo, que tiene una ordenanza municipal desde 1999 que prohíbe a su pequeña fuerza policial preguntar sobre la documentación de sus habitantes, no quiere que uno de sus principios como lugar “amigo de los inmigrantes” sea revocado.

El alcalde Reyes quiso dejar claro que su consistorio no promueve la inmigración ilegal ni que se rompan las leyes federales, pero sí apuntó que defiende “no seguir hostigando y señalando” a familias inmigrantes “que contribuyen al desarrollo económico local, pagan sus impuestos y han echado sus raíces” en el estado de la estrella solitaria.

Por eso, la demanda contra Abbott y el fiscal general de Texas, el también republicano Ken Paxton, es un movimiento “lógico y natural” para este pequeño municipio, que se encuentra ahora en el centro del panorama mediático estatal e, incluso, nacional.

“Estamos orgullosos de poder ser la voz de aquellas personas que viven en la sombra, que tienen miedo de conducir, de ir a recoger a sus niños a la escuela y de ir a trabajar”, dijo el político, que se convirtió en el alcalde más joven del estado cuando ganó las elecciones en 2004.

A su llegada al ayuntamiento, gran parte de este pueblo no contaba ni con agua potable, electricidad o calles pavimentadas, unas cuestiones que con el paso de los años se han ido consiguiendo a base de esfuerzo y penurias económicas.

Ahora, trece años más tarde de llegar al poder, Reyes enfrenta uno de los retos más grandes: defender a sus habitantes de los “ataques de sus propios gobernantes”, que “se escudan en cuestiones de seguridad pública” para justificar esta legislación.

Además del aumento de perfiles raciales y de la desconfianza de la sociedad en relación a los cuerpos policiales locales que puede acarrear la SB4, la cuestión económica es un punto que también preocupa al líder de El Cenizo.

“Si ahorita no tenemos fondos para operar un departamento de policía local todas las horas del día, ¿Cómo vamos a costear entrenar a agentes para que puedan actuar como agentes federales? ¿Cómo pagaremos la sobrepoblación de las cárceles?”, se preguntó Reyes, que se ha convertido en un símbolo de la lucha por los derechos de los inmigrantes en Texas.