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Con la elección del Rev. Timothy Freyer como Obispo Auxiliar en la Diócesis Católica Romana de Orange, la Iglesia vive un momento histórico de fe, donde su reto principal será la evangelización del Tercer Milenio.

“La Iglesia debe seguir buscando a las personas”, dijo el Reverendísimo Padre Freyer. “El Papa Francisco nos pidió no quedarnos en la parroquia, sino ir a buscar a las ovejas perdidas y hablarles del amor de Dios”.

El reverendo Timothy Freyer, que creció en Huntington Beach y ha sido sacerdote en la diócesis del condado desde 1989, será ordenado Obispo el próximo 17 de enero en la Iglesia Católica St. Columban en Garden Grove.

Su labor será ayudar al Rev. Kevin Vann en varios ministerios, incrementar los lazos con la comunidad latina para que se integre plenamente a la vida de la Iglesia e informar a la congregación sobre el nuevo plan pastoral.

“Mi mayor enfoque y reto es la evangelización”, dijo el Padre Timothy Freyer. “Necesitamos integrar plenamente a las familias de Dios a la Iglesia; hay que hablarles del amor de Dios, porque muchas veces, si uno no siente el amor de Dios no tiene chiste compartir la Buena Nueva”.

La elección del padre Freyer, actual Vicario Episcopal para el Clero de la Diócesis de Orange, de 53 años fue anunciada el pasado 23 de noviembre en Washington, por el Arzobispo Christope Pierre, nuncio apostólico para Estados Unidos. Ese mismo día, en el Centro Cultural de la Catedral de Cristo, el Obispo de Orange, Kevin W. Vann hizo extensivo el anuncio a un centenar de personas, entre sacerdotes, monjas y laicos.

Un Obispo de “Casa”

El Rev. Freyer tiene sus raíces en el sur de California. Nació en Los Ángeles y creció en Huntington Beach, a poca distancia en automóvil de la Catedral de Cristo en Garden Grove, donde servirá en su nuevo cargo de Obispo Auxiliar.

Después de graduarse de Huntington Beach High School entró en el St. John’s Seminary College en Camarillo, CA, donde obtuvo su licenciatura, seguido por cuatro años en el Seminario de San Juan, donde un postgrado estudió Teología.

El Padre Freyer fue ordenado sacerdote el 10 de junio de 1989 y su primera asignación fue como párroco asociado en la Iglesia Santa Eduviges en Los Alamitos, dentro de la Diócesis de Orange. Él sirvió en ese papel por cinco años antes de ser asignado a la iglesia de la Virgen de Fátima en San Clemente. Cinco años más tarde, se trasladó a la Iglesia de Santa Catalina de Siena en Laguna Beach, donde permaneció durante dos años.

En 2001, el Padre Freyer fue nombrado pastor de la Iglesia de Santa María en Fullerton, y luego en 2003 fue reasignado como pastor de la Iglesia de San Bonifacio en Anaheim.

Fue nombrado Vicario Episcopal para los Sacerdotes en 2012, con responsabilidad en el cuidado y formación continua de los sacerdotes de la Diócesis de Orange.

Habla un español fluido

El Padre Freyer, dice que tiene un gran amor por la comunidad hispana y una devoción especial por la Virgen de Guadalupe, Patrona de México y Emperatriz de las Américas.

“Yo siempre he tenido un amor especial por María Santísima”, dijo. “En mis años de seminarista pedí la intercesión de la Inmaculada Concepción, patrona de Estados Unidos”.

Con un español fluido, el Padre Freyer ha sido sacerdote en varias parroquias del condado, incluyendo en Los Alamitos, San Clemente, Laguna Beach, Fullerton y Anaheim donde ha dejado una huella imborrable en la vida de los feligreses.

“Nosotros podemos ver al Padre Freyer como sacerdote y como amigo; su manera de tratarnos está llena del amor y la misericordia de Dios”, comentó María Alcalá, quien ha sido secretaria por 22 años en la Iglesia de San Bonifacio y trabajó directamente con el nuevo Obispo electo. “Él es un sacerdote muy preparado, intelectual, muy espiritual y responsable; lo admiro no sólo de su ministerio sacerdotal sino en todo, porque con él uno puede hablar abiertamente. Es muy honesto”.

Alejandro Rosales, coordinador general de la Renovación Carismática Católica Hispana de la Diócesis de Orange dijo que los miles de fieles en cada parroquia seguramente están mirando el nombramiento del Obispo Freyer “con alegría”.

“Mucha gente lo conoce desde que era párroco y muchos estamos orando por él”, declaro Rosales. “Esperamos como pueblo de Dios ser escuchados y participar más en la Diócesis de Orange, pues ya sabemos que el ahora Obispo Freyer siempre está dispuesto a trabajar con los Hispanos”.